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REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXX San José, Costa Rica 1935 Sábado 18 de Mayo Núm. 19 Año XVI No. 731 Juan del Camino Juan Marinello SUMARIO Un clásico del racionalismo en el siglo xu: Maimonides. Berger Cambia de táctica el Departamento de Estado Los ocho grados de la Caridad.
Maimonides Sobre Martí y Lenin Dos fragmentos Maimonides Qué hora es. Dos poes nuevas Amighetti Fr tos de la obra inédita del Licdo. Alberto Brenes La naturaleza del Comunismo (y 2)
John Strackey Córdoba, titulada Gramática de la Lengua Española De cómo Bolivar hizo do pedagogo Guillermo Hernández de Alba Poesias nuevas La cátedra bolivariana y santanderina Rodrigo de Triana Leyendo a Gracián Claudia Lars Manuel Montoliu Un clásico del racionalismo en el siglo XII: Maimonides Por el Prof. BERGER, de la Universidad Nacional de México De El Universal. México, Con motivo de la celebración del VIII centenario del nacimiento del famoso filósofo judío español, Durante el siglo xii, Córdoba era la ciudad más culta del mundo. Contaba alrededor de un millón de habitantes con numerosas escuelas superiores y academias científicas, así como con una biblioteca de más de 600, 000 volúmenes, copias y obras originales acerca de todos los ramos de la ciencia. Los israelitas de Córdoba ejercían en gran escala la medicina, astronomía, matemáticas y filosofía.
Uno de los miembros del juzgado religioso israelita, apellidado Maimón, estaba vivamente interesado en las ciencias. Era discípulo de Rabi Isjac Alfesi. Aseguraba ser del linaje del Rabi Yehuda Patriarca cuya ascendencia se remontaba al Rey David. El 30 de marzo de 1135, en vísperas de Pascua, nacióle un hijo quien llamaron Moisés.
Maimón lo educó en el espíritu de la Tora y de la sabiduría. Al cumplir Moisés ben Maimón (Maimonides. la edad de trece años, la familia vióse en la necesidad de abandonar la ciudad de stabil Maimonides nides un comentario de la Mischna. escrito originalmente en árabe. El objeto de esa obra fué el de facilitar el conocimiento de la Ley sin que para ello nadie tuviera necesidad de perderse en el laberinto de rodeos y multitud de explicaciones que contiene el Talmud. En su opinión, antes de comenzar el estudio talmúdico, había que estudiar su propio comentario de la Mischná, a fin de poder orientarse luego con mayor facilidad. En dicho comentario se refiere con especial cariño a aquellos pasajes que tienen alguna conexión con la ciencia.
Durante su estancia en Fez, Maimónides conoció de cerca la situación de aquellos que convertidos por la fuerza a la religión de Mahoma, perseveraban en su interior en la fe israelita. En aquel entonces, eran varios los judíos que afirmaban que antes de ceder en asuntos de religión debía preferirse la muer te. Dióse el caso de que alguno consultase al Rabino acerca de que si se podía seguir siendo judío después de que sus labios hubieran sido obligados a pronunciar la fórmula famosa. No hay más Dios que Aláh y Mahoma es su profeta. El Rabino dió una respuesta negativa. este respecto, Maimónides publicó una carta que muy pronto fué conocida entre todos sus correligionarios; carta de una lógica severisima y apoyada en versículos biblicos y en los ensayos del Talmud: Aun los israelitas pecadores o idólatras son israelitas. reza la carta. Los profetas Elías y Jesaías fueron castigados por haber dicho que los israelitas de sus épocas eran de labios inmundos. es decir, idólatras; y si ellos sufrieron castigo, con mayor razón lo merece aquel hombre voluble que se atreve a acusar de traición y desobediencia de Dios a congregaciones enteras de israelitas.
Pues hay que tener en cuenta que éstos no lo hubieran hecho por placer sino sólo por terror a la muerte. Además, esa forma de conversión es distinta de otras, ya que nadie nos obliga a demostrar que servimos a una divinidad ajena; lo único que debemos hacer es repetir su fórmula, y ellos mismos bien Córdoba, a causa de las persecuciones Los ocho grados de la Caridad Por MAIMONIDES Traducción del inglés de Enrique Macaya Lahmanne sar. Se de los Almohades, que así se llamaban los árabes fanáticos, aunque creyentes en un solo Dios, pero enemigos conjurados del arte y de las ciencias. Doquiera que éstos llegaban, ponían a los israelitas ante la siguiente disyuntiva. aceptan el Islam o mueren. Así, la familia de Maimón tuvo una larga serie de peregrinaciones hasta llegar a Fez, Marruecos.
Las peregrinaciones no impidieron al gran racionalista, al futuro Maimónides, perfeccionarse en todas las ciencias. La sabiduría y el ingenio se habían unido armónicamente en su espíritu. Conocía a fondo todos los sistemas filosóficos y científicos de la época; y, además, era un gran artista, un arquitecto maravilloso familiarizado con el secreto de la armonía, pues supo construir un enorme edificio provisto de toda clase de ornamentos. Como consecuencia de sus estudios durante los años de peregrinación, hizo MaimbHe aquí los ocho grados o jerarquias que puede revestir el santo deber de la Caridad: El primero. y más bajo de todos consiste en dar, pero con aversión y ofrece así, una dádiva que otorga la mano.
mas no el corazón.
En el segundo grado, la caridad brota del fondo del alma y es hecha con fruición y simpatía, sin que por ello el óbolo sea proporcional al dolor y u la miseria del que sufre olvido o desamparo.
En el tercero encontramos las mismas características que en el segundo, siendo también la limosna proporcionada al dolor ajeno, pero fué dada atendiendo a una prevla solicitud del menesteroso.
El cuarto, reune todas las virtudes de los anteriores y ninguno de sus vicios, mas al hacerse personalmente, de hombre a hom(Pasa a la página siguiente. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica