LeninStrikeVíctor Raúl Haya de la Torre

218 REPERTORIO AMERICANO El hombre del.
la esperanza tan larga, tan fatigada, tan potente del hombre moreno de mi América.
Viene de la página anterior El fermento bolivariano lo pudría a usted, y era usted mismo la semilla de un nyañana nuestro.
De usted, de nosotros, de estos brotes oscuros, caminadores bajo la tierra de tiempos miopes, iba a salir, está saliendo el alba. Porque así como los galios son los picapedreros de la mañana, de su voz, de nuestra palabra va a germinar el día.
Porque su sangre erigia arcoiris para que pasasen las albas, y porque lo sentíamos en el pulso del arroyo y disperso en el viento, y porque estaba usted vivo, crucificado en cada entrecejo de hombre. aquel abrazo se ha hecho flor y fruto.
Era azahar mi palabra lejana.
Su voz ha cobrado voluntad de árbol y decisión de camino.
Sobre su voz vamos.
Porque, una vez más, en usted se ha hecho carne el verbo: he aquí uno que es el camino, la verdad y la vida.
Camino al porvenir que marcha con nosotros.
Verdad de ahora que está doliendo en todos con dolor de parto. la vida más nuestra, más en la mano de todos, como la quería quizá Bolívar, quizá Lenin y de seguro el zapatero remendón de mi esquina, que está sudando con el martillo musical en la mano y sobre la rodilla de mis zapatos y los suyos que dejaron su polvareda por todos los caminos de los días.
Porque hay palabras en usted, campanarios tan blancos que parecen pensamientos alzados.
Porque subimos todos sobre este anhelo como subían los hombres sobre los ladrillos de Babel en el cielo.
Porque el porvenir está respirando, está balbuceando ya en las manos de los que como usted han venido de sí mismos, del gran esfuerzo y la parición de sí mismos.
Porque es usted suyo y del mundo, su obra y la de todos.
Porque su voz venía de su gran dolor, de su esperanza callada y nueva a cobijarse bajo el aire de todas las banderas.
Por eso, en el mástil de esta palabra mía inscribo su nombre.
No importa que otra mano, aun la del viento cainita arranque su grito de aquí y deje mi asta sin bandera.
Quedo yo, al pie de mi montaña como una diana a los pies de una sierra madrugada.
Lo espero aqui, solo como el árbol que va sosteniendo el dia, aquí, en esta casa suya que está amasando pájaros para recibirle cuando venga. Sé que ha de venir, que está viniendo siempre como el agua de mi río que me trae panoramas como un vendedor de cartulinas. así yo, este yo de piedra y de música, esta alma que ha crecido con las montañas de mi Arequipa como nodrizas, esta alma que tiene la tenacidad de mis ojos y el tamaño de mi esperanza, esta alma lo veia pasar a usted acompañándolo con un redoble bajo el pecho por todos los caminos de mi Amérida.
Recogia usted ciudades en la mano como la noche cuando guarda sus montañas.
Nos llamaba usted desde las cuatro esquinas de la tierra como un tambor de antanecida. Porque, ya lo dije: Lraía usted la aurora entre los brazos.
La ha traído, esta aquí respirando como una niña. dije más. Dije: que en su palabra se acunaría como un embrión en el surco materno Viene usted, vendrá siempre como un viento encendedor de pensamientos y tan parecido a nti sacristancito de San Juan de la Chimba, que se llama Domingo y me dice siempre niño Alberto.
Ya ve, niño soy aún de brote y de entusiasmo.
Por eso estoy, estaré aquí, niño laceador de vientos y trampero cazador de cantos, hoy mañana, allá, detrás de todos los caminos de la duda, recogiendo en mis manos, brotadas de canciones y de pájaros, este montón de ondas, este flamear de alas que suscita su palabra levantada como un saludo, como una mano, como un reclamo a los hombres todos de la tierra.
Filosofia de los zapatos.
nos de los muchachos de Lima y mantener intacto aquello que se Trujillo. La emoción era la misma amaba. tiempos que viven todaViene de la página anterior y una misma la maquinaria para vía dentro de quienes de veras los Lima, aguijoneado por las arbitra ración que empieza a vivir es el de salvar los destinos de una genera vivieron, porque se prolongan en riedades de la dictadura, fomenta no entregarse.
ción continental. Recuerdo que la conciencia y la mantienen.
ba huelgas, puntualizaba los prin Yo recuerdo cómo Haya de la personalmente a mí me tocaba re Yo miro hoy con el mismo respeto cipios är un nuevo derecho, meti Torre se hizo compañero de todos cibir toda la correspondencia de de siempre al estudiante de Trujido él mismo dentro del vértigo de nosotros, de todos los estudiantes Haya cuando iba él camino del llo, de los zapatos rotos, los pantasus ideales, con sus zapatos viejo, de América, cuando él y nosotros destierro por Panamá y por Cuba. lones lustrosos y los codos deshiy su risa homérica.
apenas armábamos castillos en el para dirigirla desde Bogotá, me lachados, porque me parece que Haya fué desde entonces el ti aire desde el patio de la universi tiéndola en cubiertas que no ins no ha menguado en él el impetu po del estudiante americano. No dad. Cuando la dictadura de Le firaran temor, a los amigos que ni la dignidad ha decrecido, y porhubo gobierno que no le tentara guía le apresó y lo envió a la isla en el Perú se quedaban en espe que la vida sin tregua que pinta su para que pudiera mejorar su cal de San Lorenzo, y él proclamó la ra de sus noticias. Sabrosos tiem biógrafo me parece la más fecunzado. Pero él tenía la dignidad de huelga del hambre, nosotros des pos de juventud en que se comba da enseñanza que pueden recoger su generación actuando como su de Bogotá estrechábamos las ma tía e iba a la conspiración por quienes ahora surgen.
propia conciencia. Fué como debe ser el estudiante en todas las épocas. como es necesario que sean los est: diantes de ahora. Porque ha liabido, y ahora mismo los hay, In angello cum libello Kempis. estudiantillos que se escurren debajo de las piedras de la universidad, con los ojos brillantes y golosos, buscando cualquier canonjía o puestecillos en la admisistraun buen cigarro y una copa de ción pública, o trampolines para ascender anticipadamente al gobierno, sin recordar que el estudiante ha de ser una contradicción, la negación de las generaciones que están arriba, la Imposuave. delicioso sin igual sibilidad metafísica de adular a quienes tienen entre sus manos FABRICA NACIONAL DE LICORES pcsiciones qué ofrecer, sueldos San José, Costa Rica que repartir. El único capital que lleva entre sus manos una geneEn un rinconcito, con un librito, Anis Imperial Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica