74 REPERTORIO AMERICANO una viejita, y acude una sirvienta a cerrar las ventanas. En provincia, cuando alguien muere, todo se cierra. Sólo se puede hablar de la muerte en grandes piezas obscuras, frias y medrosas como subterráneos. La noticia estaba escrita en inglés y era muy breve: Charles, dead. El verbo inglés los paralogizó, hasta que el hermano mayor explicó que significaba: muerto.
Eulalia y yo habíamos puesto el telegrama el dia anterior, en el edificio de AU America Cables. Había en ese tiempo como corona del edificio y de su poderio, un globo terráqueo, que en las noches neoyorquinas se iluminaba de luces rojas y azules. El azul de los mares, el rojo de los continentes.
El nombre de la empresa ciñe como banda el Ecuador: All America Cables.
Entramos por una puerta de bronce. En el hall del edificio reina un paisaje geográfico de mapas, de tarifas y de diagramas.
Un hombre busca en un libro el sitio y la latitud exacta, y nos cobra cinco dólares.
Es un día neoyorquino, como todos los días. Salimos. Eulalia todavía llora un poco, pero las calles de la gran metrópoli siempre ofrecen al paseante movidas y heteroclitas impresiones. No se puede sostener en las calles de Nueva York una actitud atribulada.
El ser humano en estas calles es solamente el ser que transita; imposible llorar o pensar, porque se contravendrían las leyes del tránsito. Vienen para el mundo otros tiempos.
Eulalia. En la ciudad futura ya no tendremos nombres, porque tendremos números.
Disponemos de una tarde para ordenar los objetos dejados por mi amigo. Abrimos aquel espacioso baúl con que llegó al boarding. entre muchas prendas modernas que ni siquiera él usó. corbatas, camisas y pañuelos salta de pronto. un retrato femenino con la presencia anacrónica de 1905. Es de ese tiempo en que las mujeres eran como apasionadas Magdalenas de largo cabello ondeante, y colocaban sobre el ceñido busto una flor natural. Es la mujer en estado nativo; la mujer naturaleza, pura pasión, sin economía ni deporte, la verdadera mujer trágica. Ese retrato explica la historia de mi amigo.
Eulalia mujer de hoy no tiene celos retrospectivos. como si aquel retrato fuera una pieza de museo, guardalo en un sobre y le pone un rótulo de clasificación. Hemos cumplido con nuestro amigo; y volverán a engarzarse los días y las semanas contradictorias, en el boarding de Mrs. Cepeda.
una Del homenaje costarricense al Sr. don Luis Quer y Boule, ex Ministro de España en Costa Rica Envío de los autores. Costa Rica, 15 de setiembre de 1935 LA PARTIDA DE DON LUIS QUER BOULE don Rogelio Sotela de quien tan amigo soy, y poeta que en mí tiene fervoroso admirador.
en tantas cosas de pro, no qiuere que os lleven lejos, no quiere que os lleven, no!
que entre las gentes de España ninguna fué como Vos.
Por Vos toda cosa vive con nobleza y con honor; por Vos sigue siendo España ia madre que nos amo; bajo nuestro cielo puro luce a la par su pendón y se enlazan sus colores en el nuestro, tricolor!
Luis Quer y Boule Vos fuisteis, señor, el brazo que en esta huerta cavó un acendrado cariño por la ibérica Nación.
Vos fuísteis, Don Luis, el alma que en esta Patria animó el acercamiento hispano y la hispana comprensión.
Hoy que os llaman a otros lares y que vemos con dolor que os arrancan de este suelo que vuestro amor cultivo; hoy que os reclama el servicio de vuestra Iberia, señor, nosotros os suplicamos y os pedimos gran favor: Es usted un fiel intérprete del sentir de esta nación; de este pueblo que hoy levanta un verdadero clamor que dice con hondo ruego al caballero español, a don Luis de Quer y Boule, que no nos deje, que no se aleje de nuestras playas para ir de la gloria en pos. la voz que usted le envía uno yo también mi voz: que se quede en este suelo, bajo nuestro ardiente sol, cobijado por el mismo del cielo hermoso jiron que a nuestra patria querida naturaleza le dió.
Que se quede en esta tierra, de nuestro afecto al calor; en nuestra paz, que es el signo de cordial, fraterna unión; en nuestros campos floridos.
presente hermoso de Dios; ante montañas altiyas, simbolo de nuestro honor; entre ríos que abundancia nos brindan, precioso don.
Es verdad que en otras tierras el caballero español tendrá para su mirada mucho más grande esplendor, y para su claro espíritu más causas de elevación; teatros, palacios, templos.
de incalculable valor, cuanto el hombre en su infinita ansia de bien levantó, en admirables emporios de la civilización.
En esas tierras propicias para el Arte triunfador, hallará solaz, recreo, y luz, y gloria, y cuanto hoy tal vez eche aquí de menos: mas no ha de hallar nunca, no, la amistad sincera y franca y tan acendrado amor, como el que esta patria rinde, con tanta causa y razón, por gentil y generoso, al caballero español.
Ausente, puede estar cierto de que eterno aquí dejó firme altar a su memoria y a su nombre bendición. Quesada Que queráis hacer renuncia de tan señalado honor, y viváis acá, en la tierra que tanto cariño os dió y donde Vos habéis visto cómo, en cada corazón, hay un Himno para España y un aplauso para Vos!
Decidle a vuestro Mandante, decidle en nombre de Nos.
que no queremos os lleven, que a Vos obligamos hoy a vivir entre nosotros y que recuerde, si no, la sentencia de los siglos: La Voz del Pueblo es de Dios!
EPISTOLA AL EXCMO. SR. MINISTRO DE ESPAÑA Señor Don Luis Quer y Boule, hombre de adarga y lanzón, a Vos vamos caballeros a pediros gran favor. a Don Luis besa las manos este humilde servidor, El pueblo de Costa Rica que conoce vuestro don y sabe de vuestro esfuerzo Rogelio SOTELA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica