REPERTORIO AMERICANO 111 poemas de Tú y Yo de Paul Paul Gerald y En la traducción de Brenes Mesén. Edición de «El Convivio, San José, Costa Rica. 1932 LA PANTALLA Nunca te he dicho mi impresión primera, Nuestros seres unimos esta cosa inaudita con intento de hacerlo de por vida. Preguntas tú por qué me quedo mudo. que cuando tú me fuiste presentada hoy cada cual recoge su existencia Es que llegó la hora no supe ver siquiera y vamos a emprender larga partida, en que los ojos hablan que eras bonita.
cada uno con su nombre, hacia la ausencia, y la sonrisa adora.
a vagar, a en pezar nueva jornada Es ya de noche, y esta noche te amo Más, mucho más me preocupó tu amiga honda, infinitamente.
con su sonora risa.
Sin duda usfrimos. algún tiempo.
Estréchame en tus brazos, como un ramo Nuestras miradas se cruzaron tarde; Después, quizá nos llegará el olvido, de olientes malva rosas.
y pudimos no habernos entendido, que sólo él nos restaña y nos perdona Siento necesidad de tus caricias.
tú pudiste no haberme comprendido, Habrá un tú y habrá un yo. Ay! Si supieses como se remonta yo pude ser cobarde.
Nuestra dulce unidad se habrá perdido en mi el orgullo, la ambición, el ansia y será cada cual otra persona.
y la ternura todas esas cosas ¿Qué tiera de nosotros esta noche del alma. Pero tú no lo sabrás!
si tu madre te hubiese aquella noche ¡De suerte qu2 entrarás en mi pasado!
Baja un poco más llevado más temprano? cuando nos ballemos por acaso la luz, amada mía. Sin el rubor que se cruzó conmigo en una calle, seguiré de paso, cuando estuvo ayudándote mi mano te miraré de lejos, sin cruzar.
Más a nuestro sabor nos sentiremos.
La sorabra invita a confidencias gratas, a poner en tus hombros el abrigo. Será tu traje para mí ignorado.
y se mira mejor dentro del alma Esas fueron, acuérdate, las causas.
Sin vernos más transcurrirán los dias cuando se va la luz de entre las cosas.
Algún impedimento, algún retraso y mis amigos te darán las nuevas En esta noche te amo tanto, tanto y toda esta embriaguez y este contento de mí, y yo diré de ti, de ti que no puedo hablar de amor.
no existiesen acaso.
que fuiste todo para mí, la estrella Ven, y estréchame así, contra las rosas de mi vida, mi fuente de alegrías, mullidas de tu pecho. pudo no nacer nuestro delirio, de dulzura y vigor. Qué tal está ella?
Hoy quiero ser yo pudiste no venir a mi existencia quien sienta la caricia de un estrecho y no hubiera brotado nunca el lirio ¡Nuestro gran corazón era esto apenas!
abrazo embriagador. Cuán locos fuimos los primeros días!
fragante de este amor que es todo esencia.
Baja la luz aun. Te acuerdas el encato, las serenas Asi. No hablemos más. Quietos estemos. Oh corazón! mi corazón, mi amada, horas de la apoteosis del amor, Es tan grato sentir sobre mi rostro a mi memoria acaba de venir todas aquellas frescas energías?
el calor insinuante de tus manos.
aquella enfermedad desventurada. quello era el amor. Ay. Nuestro amor. Oh. quién llama a la puerta. Imperti de que estuviste a punto de morir.
Así nosotros mismos nente!
diciéndonos: yo te amo ¡Ah! si es una sirviente FINAL ese valor le dábamos que nos trae el café.
a la palabra amor.
Déjalo allí. Ya puedes irte. Cierra Vamos, adiós. No se te olvida nada?
Qué humillación será para nosotros.
la puerta. Bien. Qué fue Vete, está bien. Ay. como los demás, como los otros!
lo que te dije ha poco. Ya no tenemos que decirnos nada. Cómo llueve, Dios mío. Tomamos el café. Tú lo prefieres. Puedes partir. Te dejo.
Verdad es: tú le quieres Espera, sin en:hargo, algún momento.
Con este tiempo no podrás partir.
tomar siempre caliente.
Llueve. Deja ou ecese; hay viento. Quédate, pues, si, vamos. Deseas que te sirva? Aguarda, en breve.
Quédate. Trataremos de vivir Hoy está fuerte. Azúcar. Suficien. Abrigate ante todo, mejor. Quién sabe si tal vez logramos te. tú sabes que hace frío.
que nuestros corazones ¿Permites que lo pruebe?
Debieras ponerte el sobretodo vuelvan a hallar su encanto Aquí está tu taza, amor, de invierno. Di ¿te devolví tus cosas?
recordando las viejas emociones.
Pero qué oscuro se halla ¿Nada de ti me queda?
el cuarto. No se ve ni la más leve ¿Tomaste tu retrato?
Procuraremos o mejor. Seremos claridad. Alza un poco la pantalla. Tus cartas amorosas?
buenos. Por lo demás, a nuestra edad se arraigan las costumbres que tenemos.
Puesto que vamos a partir, aguarda.
Contra eso no hay remedio.
ACASO Vuelve a mirar, pero ponte en guardia. Ven a sentarte aquí.
Esfuerzo hagamos para no llorar.
Vuelve, a mi lado, a revivir tu tedio. pudimos no habernos encontrado.
Apenas si se puede imaginar Yo, en cambio, junto a ti, Imagina, amor mío, los amantes que fuimos.
recobraré también mi soledad.
todo cuanto el destino ha permitido para que nuestro amor fuese posible. Que nacimos el uno para el otro me dices tú. Mas piensa el concurso de causas necesario, las raras coincidencias. Registro bibliográfico titular de los libros y folletos la multitud de acasos que se reciban de los autores y de las Casas editoras. urgentes para que todo esto sucediera.
En un tomo. Rimas Serenas, ha reu Cortesía de los autores: Antes de que se uniesen nuestras frentes nido Rogelio Sotela una selección de sus Manuel de la Peña: Ciudadanos arma¡cuánto tiempo estuvimos separados! poesías, de 1914 a 1934; veinte años de dos. Novela) Marcel Etaix, Editeur. Parisviviendo solos, ni siquiera ausentes.
labor poética.
Le Havre. el tiempo es largo y es tan vasto mundo Cuidada y elegante la edición de la Con el autor: 27 rue Paúl Doumer.
Le Havre. France.
y pudimos no habernos encontrado.
Im. Española de Soley Valverde. San José de Costa Rica.
Manuel Moreno Jimeno: Así bajaron los ¿Pensaste alguna vez. oh mi aventura!
perros. Poesías) Lima 1934.
en el peligro que corrió la dicha Secciones que componen la obra: Rimas Armand Godoy: Les Letanies de la Vierde los dos cuando en toda la natura Serenas, El Libro de la Hermana, Hoge. Orné une lithographie de Mariette Lya pesar de mi orgullo, menajes, Poesía épica, De La Senda de dis. Editions Bernard Grasett. Paris.
Damasco.
volaba, gravitando tras el tuyo, Precio de este libro, en la Libreria EspañoCon el autor: 39, Boulevard de mi corazón callado?
la: Cs. oo. Para el exterior 00 Montmorency. XVle. Paris. Sabes que pudo ser interceptado Vicente Gómez Kemp: Acento negro. Poemas. La Habana 1934.
el impreciso vuelo Por ESPASA CALPE, Madrid: que hacia una noche nos condujo a entrambos Francisco Castillo Nájera: El Gavilán Magdalena Lauret: Una mujer en la y que una hora de duelo Traducción castellana de José Re(Corrido Grande, Ilustraciones de Coria.
pudo alejarnos a ambos guera. Madrid, 1934.
sin habernos amado, y para siempre. Extractos y otras referencias de estas obras se darán en ediciones próximas Libros y Autores Paris. 1934 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica