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REPERTORIO AMERICANO 41 Estampas Releyendo a Enrique Heine Cuando las obras de Heine junto con las de otros grandes escritores alemanes fueron quemadas públicamente por la dementada casta hitleriana, pensamios que más que el odio al juPor JUAN DEL CAMINO dío lo que bufaba en esa salva Colaboración. Costa Rica y enero del 35 jada era la persecución a las ideas. No favorece al instinto de la barbarie el escritor que la combate y hace por la cultura su más grande esfuerzo de conquista. Heine tiene que ser exterminado de toda organización brutal Es disolvente y clava tan hondo su ironía que acaba con las supersticiones que acompañan al llamado hombre fuerte y al régimen de fuerza. Quemaron sus obras para escarnecerlo. El demagogo alemán apoderado del mando las encontró enemigas de la demagogia. si aun no tenemos propiamente un Demos citamos a Heineun pueblo entero de demagogos, podemos ir aguardando a que llegue y contentarnos por ahora con un ejemplar magnífico de esa especie, un demagogo de profesión que vale él solo por un Demos entero, por una turbamulta de parlachines, badulaques, cobardes y demás desharrapados.
La descripción que hace Heine del demagogo de su época es todavía la del demagogo de nuestros días. Muchos habrá que no sean lectores de Heine y para ellos seguimos en la cita. Pretende con razón esa figura que Enrique Heine su cabeza tiene forma humana y, por tanto, que jurídicamente posee derechos a denominarse hombre? pellejo y sus cabellos naturales, en proHe aquí un problema que no puedo revecho de la curiosa posteridad.
solver. Mas me inclino yo a consideEn la Alemania de su tiempo enconrar esa cabeza como la de un simio, y tró el escritor genial al demagogo insólo por cortesía consiento en que pase confundible. Lo pintó y al volver la depor humana.
Consistía su tocado en magogia a ser dueña del mando condena un bonete de paño, cuya forma era pa al fuego las páginas eternas del escrirecida a la del yelmo de Mambrino; sa tor. Contra ésta y contra la pasada y líanle en derredor unos pelos largos muy contra la venidera demagogia de su nanegros, peinados por delante a enfant. ción y de todas las naciones escribió Sobre la parte anterior de la cabeza, que Heine su cuadro admirable. De modo se las daba de rostro, había impreso su que será reducido a cenizas invariable sello la diosa de la ordinariez con tan mente por todos los demagogos con manta violencia que la nariz allí residente do, porque los combate y libra al espí había quedado casi aplastada: los ojos, ritu de la superstición.
bajos y rastreros, parecían buscar en Esto que acabamos de oír difundido vano la nariz, y enturbiábanse de pena en nuestro cuarto de lectura por el alpor no hallarla; una maloliente sonrisa. tavoz es algazara demagógica. La onserpenteaba en la boca, la cual era por da es de procedencia alemana y esta demás encantadora y amable. nación vive aplastada por un régimen Refiere luego Heine los usos del de mano de hierro. Ha ganado Alemamagogo así: Nos puede servir para nia el plebiscito del Sarre y la ocasión una porción de cosas para las cuales ha sirve para enfatizar los beneficios del ce falta saltar, arrastrarse, tener animo, sistema fuerte de gobierno. Hay bandas tragaderas y devoción. Además repre ensordecedoras, hay redoble de campasenta a la perfección el amor a la pa nas, hay gritería, hay discursos. Se hatria, sin ser peligroso en lo más míni bla a gente dementada. Se habla a gemo. Finalmente lo lleva consagrado neraciones crecidas bajo multitud de ina su sitio de honor póstumo: como fluencias funestas. El demagogo exalta ahora es ya único en su especie, tenemos el amo: a la patria que es el amor a la la ventaja notable de que cuando revien guerra. El plebiscito completa la geote podremos mandarlo disecar y conser grafía de Alemania, es cierto, pero el varlo, como último demagogo, con su demagogo no exalta la recuperación de riquezas naturales, sino el golpe dado a la nación que aprovechó la victoria guerrera para llevarse una región y someterla a su dominio. Ernest Toller, escritor cuyas páginas reducirá a cenizas la demagogia hitleriana cualquier día en que resuelva hacer nueva quema, pinta el estado lamentable de la Alemania que ha cogido para escenario la demagogia actual. La guerra las encontró en sus albores y al acabarse les dejó años de hambre. Alimentadas con mal pan y leche, han sufrido las incertidumbres de la vida social y política.
En las calles retunsbaron los fusiles y las ametralladoras de la revolución y de la contrarrevolución. En lugar de juegos de niños jugaron a la guerra civil. fueron prisioneros y fusilados contra las paredes imitando lo sombrio de sus antecesores. Después vino la inflazón. Calcularon en millones y billones, pero eran tan pobres los millonarios que no tenían ni con qué comer.
En las escuelas les, hablaban los maestros de economía, de moderación, de honradez. Los niños reían. Conocían toda la realilidad. quién debían creer y confiar? Finalizaron los años escolares y comenzaba la vida. el mundo se iba a abrir delante de ellos. Pero qué clase de mundo era ese? Crecían día con día los ejércitos de desocupados.
Una fábrica tras otra cerraba las puertas. Buscaron en vano trabajo y no lo encontraron. ΕΙ hambre los acozó años y años y la desesperanza se unió a ellos. Empezaron a lamentarse y a preguntar quién era el responsable de su erte miserable. entonces empezaron a creer los Nazis demagogos cuyas respuestas les parecieron simples y comprensibles. Eramus grandes y fuertes y el mundo nos temía declaraban estos demagogos. Todos ansían trabajo y comida. Pero fuimos traicionados y socavados por nuestros enemigos de dentro fuera.
Los franceses, los judíos, los pacifistas, los marxistas han avergonzado y humillado ai pueblo alemán. Vengaos de vuestros enemigos, arrancadles el poder y Alemania se convertirá en un paraíso. Millones de jóvenes alemanes se acogieron a estas frases y juraron vengarse de los culpables.
Lo que oímos llegar de Alemania después del resultado del plebiscito del Sarre es pura demencia guerrera. Las estaciones radiodifusoras, han estado largas horas lanzando al aire cuanto canto y cuanta marcha y cuanto discurso se ha pronunciado celebrando la victoria. La táctica de la demagogia es fomentar ese ardor patriótiCO. Cogió el mando valiéndose del estado miserable de unas juventudes débiles y desorientadas. Lo conserva llevándolas por direcciones bélicas.
La voz y la música que devuelve el Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica