CommunismImperialism

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TELEFONO No. 3736 VICTOR CORDERO Cía. SAN JOSE, menos llegado a un pueblo porque carece de tierra y es extraño en su propio suelo.
No. El hambre le llega porque el mundo ha entrado en crisis y nadie se ha escapado de ella. Con todo, el descontento es tan grande que el comunismo ha podido constituirse en la esperanza redentora de miliares de cubanos. Es curioso el reconocimiento hecho por la comisión del señor Buell. Hagámoslo leer para que los lectores de las informaciones cablegráficas distribuídas por las agencias yanquis imperialistas, se expliquen por qué esas agencias dicen que lo de Cuba hoy es revuelta movida por el comunismo. Esta es la afirmación del informador yanqui: La influencia más profunda del movimiento comunista, sin embargo, ha sido ejercida no tanto por los pocos millares de miembros que aceptan la rígida disciplina del partido, cuanto por los centenares de miles de cubanos que simpatizan más o abiertamente con las ideas y finalidades comunistas. Estos cubanos han recibi.
do gustosos ai comunismo como una fuerza redentora que podría sacarlo de!
desierto de pobreza y miseria en que se había convertido Cuba.
Pensemos en que no hay yanqui, por independiente y libre de prejuicios que parezca, que pueda condenar la política imperialista de sus Gobiernos. De modo que si a Cuba llega una comisión a estu.
buscarle sus problemas para sacarlos a la luz pública, no es con el ánimo de condenar lo hecho en varios años de conquista por ese imperialismo taimado. una forma de condenarlo sería precisamente afirmar que hay en Cuba una fuerza tremenda contra la opresión capitalista que es dueña de la vida económica de la Isla, y que esa fuerza se llama comunismo. El yanqui de estas comisiones de investigación y estudio señala simplemente los peligros que encuentra en nuestros pueblos contra el imperialismo. Cuando estampa una comisión tan prudente la afirmación de que es profunda la influencia comunista en Cuba no tanto en los militantes, en los camaradas, como en los desesperados que se cuentan por centenares de miles, lo hace para aconsejar disimuladamente al imperialismo que si esa masa sin dirección no se contenta empleándola, por ejemplo, en una industria azucarera que debe convertirse en cosa próspera al instante, esa masa será la aliada más resuelta y sin miedo del comunismo. La Isla es recorrida por todos los confines y la comisión yanqui puede dar testimonio verdadero. ΕΙ Gobierno del segundo Roosevelt tiene que vigilar a Cuba por dentro. No es suficiente darle vuelta por sus mares.
La Enbajada hace mucho.
Pero sus mayores problemas están fuera del alcance de la Embajada. Así lo da a entender la comisión que habla del comunismo como fuerza de inquietud en Cuba. Explica esto, nos parece, el sentido que tienen las informaciones cablegráficas cuando lanzan desde Cuba noticias de que esta conmoción está jefeada por el comunismo.
La prédica que más puede satisfacer a los pueblos vueltos factorías por el imperialismo es la comunista. El imperialismo despoja al individuo de la tierra. Son inmensos los latifundios que por medio de sus organizaciones capitalistas forma el imperialismo. En Cuba la tierra es del yanqui imperialista. Esa tierra está defendida fieramente por el Gobierno yanqui. El cubano se muere de hambre porque no tiene donde sembrar, donde poner a comer su ganado, donde construir su vivienda. Es un desgraciado esclavo de las compañías yanquis dueñas de todo lo cubano que da riqueza y bienestar. Aparece el comunismo que sienta en sus programas el principio de que es necesario apoderarse de los latifundios y realizar su distribución y ese cubano miserable siente que diarla y el comunismo trabaja en firme. También lo juzga puesto en el nsismo camino de firmeza cuando lo oye clamando porque el azúcar, el tabaco, los ferrocarriles, los puertos, el gas, la electricidad, los telégrafos, los teléfonos, las industrias, salgan del dominio de las organizaciones yanquis imperialistas para perder su poder tiranizante y explotador. Esto ve el cubano en el comunismo que predican en su nación. ve que sus predicadores son gente honrada y viril. La misma comisión del señor Buell se encarga de decírselo al Gobier.
no del señor Roosevelt en este pasaje. El partido ha tenido la buena fortuna, en términos generales, de que sus líderes en muchos casos han sido hombres de inteligencia, magnetismo e integridad. Se ha conquistado el apoyo de varios de los intelectuales más eminentes de Cuba así como de un grupo creciente de maestros, escritores y profesionales de la nueva generación. Muchos de sus miembros pertenecen a aquella pequeña minoría de cubanos que tienen una verdadera religión en el sentido de que representa una devoción profunda que orienta las actividades completas de su vida. Este factor produce una unidad y una seguridad que se destacan en medio de una sociedad confusa y desorganizada en la cual casi todos los grupos se ven divididos por cismas motivados por ambiciones personales.
Si para justificar los crímenes del caporalismo cubano en ésta y en las venideras conmociones sociales que experimenta la Isla, digan las agencias cablegráficas noticiosas del imperialismo yanqui, que es el comunismo el que agita, volvamos el pensamiento meditativo a las afirmaciones que dejamos transcritas. Son afirmaciones hechas por una comisión de yanquis que quieren ante todo señalar peligros al imperialismo de su nación esa comisión dice que el comunismo cubano no sólo ha podido atraer las inteligencias más despiertas, los corazones más limpios y las conciencias más claras, sino que ha planteado la lucha de redención en un plano de verdadera realización. Lo que el imperialismo ha necesitado para comprar un billón y pico de dólares en Cuba está amenazada por la única fuerza capaz de hacerlo: por la fuerza comunista. Entonces el imperialismo organiza lo que puede salvarlo: el caporalismo. Ya no hay Enmienda Platt en Cuba y lo que esa invención imperialista hacía es ejecutado hoy por el caporal.
In angello cum libello Kempis. En un rinconcito, con un librito, un buen cigarro y una copa de Anis Imperial suave delicioso sin igual FABRICA NACIONAL DE LICORES San José, Costa Rica Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica