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No saen en mares su La americanos cuando le interesa pasar o no pasar cualquier ley. Lo hecho en Uruguay es de trascendencia porque da precisamente a un imperialismo lo que otro con más años de dominio necesitaba que no se diera a su competidor.
El poder del yen es alarmante para el imperialismo yanqui y con el fin de presentarlo en toda su voracidad, no deja Upton Close en el artículo que nos sirve para esta reflexión, sitio a donde no lo sigue. Hace la denuncia de la base insular uruguaya y no para más país hispanoamericano. No puede desentenderse este informador agudo de que hay en las aguas del Pacífico y en las que bañan las costas asiáticas una geografía importante que atañe a los Estados Unidos de una manera inmediata. Las posesiones del imperialismo yanqui en esos son grandes y tiene que defenderlas.
penetración japonesa es de lo más astuta y eficaz. Upton Close, que tiene conocimientos grandes en cuestiones asiáticas, traza un itinerario delatador.
El Departamento de Estado debe de estar alarmado y complacido.
En las Islas Filipinas descubrió el Departamento de Estado que una gran industria cauchera con inmensas tierras era controlada por Japón muy hábilmente.
Japoneses llegados a la isla Mindanao fueron casando con filipinas adineradas. Pronto tuvieron la posesión de extensas tierras y organizaron la empresa cauchera.
El gobierno filipino quiso comprarla por una suma que el japonés quintuplicó ai instante. De esta manera la estaca ripona clavada en Filipinas no pudo ser sacada.
Según Upton Close, ningún país del continente asiático ha podido librarse de la penetración imperialista japoneLo que hizo ese imperialismo en Filipinas con el yanqui, hizo en India con el inglés. Entró en India y le modernizó sus hilanderías y le compró su algodón manufacturado. Entró por otro rumbo y cogió a Australia comprándole su producción entera de lana y obligándola por esto a dejarlo introducir su propia maquinaria libre de derechos de importación para explotar minas en suelo australiano.
Porque en todas las actividades tiene su fuerza e!
nipón y sabe cómo entrar en relación con un país y obligarlo a permanecer atado a su alianza comercial.
El vigía yanqui describe con excelente claridad lo que está sucediendo.
Volvamos a nuestros países en el relato de Upton Close, Olvidó que la penetración japonesa había hecho Brasil brecha grande y llamativa. ya para finalizar itinerario relata que en el mes de marzo pasado aprobó Brasil la construcción de una marina mercante con un valor de cien millones de dólares. dió el contrato a la industria japonesa. Esta industria establecerá fundiciones y astilleros en Brasil para construir barcos. No alarma tanto el contrato por este aspecto como por el de la forma de pago. El capital lo pagará Brasil en dieciseis años con el cinco por ciento de interés y en productos brasileños. Mientras tanto irán liquidando la deuda que el Brasil tiene con Inglaterra y explotarán las minas de carbón y petróleo y toda ctra riqueza mineral.
Son metodos nuevos de penetración.
El escritor yanqui que los presenta como denuncia no puede contener su rabia y su desesperación.
Esto es penetración económica y no simplemente comercio, exclama alguna vez.
bemos qué puede cobrarle el imperialismo yanqui al naciente imperialismo japonés. La amenaza que trata este vigía de presentar es tan sólo amenaza para el yanqui. Lo mismo que hizo y hace hoy la fuerza imperialista vanqui, hace y hará la nueva fuerza avasalladora nipona. La rivalidad es clara y parece tener ventajas mayores el japonés.
Es más osado en su conquista.
La manera como organiza el yen para entrar en un país y clavarse en el dispuesto a no ser desalojado por poder humano alguno, es cosas sin duda que no conoció el yanqui. si la conoció no la generalizó. El japonés lleva su método a dondequiera que encuentre posibilidad de relaciones con provecho Como defensa el yanqui hace que los países sometidos a su influencia económica restrinjan por medio de leyes el comercio japonés. Pero nada contiene al impetuoso imperialismo nipón.
Salta por encima de esos obstáculos.
no brutalmente como ha sido lo usual en el yangui, sino astutamente. No hace escándalo, ni se impone arrebatando territorios o derrocando sistemas de gobierno. El imperialismo yanqui fué brutal y sin tacto. Este otro logra lo mismo mediante la astucia y una mayor inteligencia para ponerse en armonía con las urgencias de los pueblos que quiere penetrar.
Es curiosa la manera de desarrollarse de estos dos imperialismos. No hay duda que la rivalidad es grande. Pero el caso uruguayo iconcediendo base manufacturera al japonés, desoyendo las advertencias y amenazas del Departamento de Estado, dice que el japonés sabe aconsejar e infundir ánimo a los pueblos que el imperialismo yanqui ha vuelto casi factorías. No es para alegrarse el dominio de ninguno de estos dos imperialismos; pero sí de sus luchas tenemos que esperar grandes beneficios ALBERTAZZI AVENDAÑO sa.
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