REPERTORIO AMERICANO 339 Quiere Ud. buena Cerveza. 99 Tome mi arte, hubiérala dado otra expresión.
Varia la forma de que se reviste, pero la poesía es la misma. Tampoco es propio interpretar de igual manera la euforia del sol que el embrujamiento de la luna.
La poesía es múltiple como la vida humana y la naturaleza, y múltiple tiene que ser también la expresión en el arte.
Lo único que hay que exigir, en su expresión de arte, al poeta, es la sinceridad. No cabe dudar de ella en Neruda. Es honrado reconocer que se expresa en prosa en forma igual que en verso; y aun su trato personal da una impresión de vaguedad, de dejadez y de ensoñación.
No hay nada más agradable ni más delicioso.
Es un producto Traube Pablo Neruda. Viene de la primera página)
este canto un oculto fervor y suavidad de masculina ternura, de caricia y posesión angustiosa y serena que no se muestra en El Hondero. ella es la hembra pura, y él, el varón poderoso: Cuerpo de mujer, blancas colinas, muslos blancos, te pareces al mundo en tu actitud de entrega.
Mi cuerpo de labriego salvaje te socava y hace saltar el hijo del fondo de la tierra.
tino, y dejando trabajar en ellos en pura virginidad la conmoción intuitiva de la vida. de este modo el arte tiene más de dionisíaco, polémico, de búsqueda, deseo y angustia. Es de un poeta de nuestra América la obra en que más hondamente ha sido planteada esta lucha por fundar la creación poética en un nuevo plano vital, y de él también el dominio total del plano nuevo.
Naturalmente, a pesar de él mismo. Involuntariamente y a pesar suyo, siendo ei poeta, como Kant ya acertó a definirlo, en muchos sentidos sólo el elegido por la naturaleza para superarse a sí misma. Pero éste es un amargo y divino destino y la vida y la obra de Pablo Neruda tiene que ser concebida desde el principio en términos de angustia, soledad y desesperanza.
Indefinida en Crepustulario (1919. hácese neta ya en El Hondero Entusiasta (1923 24) la inquietud esencial Neruda: superar los límites del deseo humano, lograr la múltiple conciencia de todo. Nudo de anhelos infinitos es el hombre.
Más allá de los muros de esos límites, lejos.
Debo pasar las rayas de la lumbre y la sombra. Por qué no he de ser yo? Grito. Sufro.
Deseo.
Al concluír el recital poético, queda en el ambiente de la sala teatral un como sopor de fumadero de opio, en que me parece que flotan visiones truncas, perfiles borrosos, tinieblas escapadas de un bosque de misterio y por entre las que discurre una fauna de pesadilla.
El público se despereza como si volviese en sí tras de un largo viaje por un país de encanto; y empieza a desbandarse, a paso lento, como rumiando aún los últimos poemas, sonambúlicamente.
Antes de levantarme de mi asiento, un relámpago imaginativo refleja en mi sensorio, como en un juego deformante de espejos cóncavos y convexos, el tumulto de los personajes y de los asuntos resaltantes: la cabellera rubia de la amada, en la ventana de la torre, proyecta en la noche, desatándose en el viento, el resplandor dantesco de un cometa; la yegua que arranca bajo sus cascos la sinfonía de la trilla, cobra alas y se ofrece como hembra del Pegaso; un hondero entusiasta apedrea la sonubra con estrellas; la pareja del amor hace el camino largo de la angustia entre los nudos de un abrazo, que la torna monstruo de dos cabezas, cuatro pies y cuatro manos; el buque de carga se restriega contra los muelles en el estertor del parto de sus bodegas, en que rechina el forceps de las grúas.
Ya en la puerta de salida, vuelvo la vista: la sala está desierta. Sólo en la boca del escenario sigue predominando la gigantesca máscara, sostenida sobre el disimulo de una mesa, en 12 actitud de la cabeza parlante de los ilusionistas, aunque no para dar ingeniosas respuestas, sino para proponer poemas enigmáticos, un poco a la manera de la cabeza de la esfinge.
Ante tal visión, pienso yo en el mascarón de proa de un buque fantasma en cuya popa, recostado en la borda, un gran poeta pulsando su lira profética y apocalíptica va a dar la vuelta al mundo.
Santiago de Chile, 1933.
Infinito deseo de ser infinito. Angustia tremenda que en la noche se acrecienta, la noche amada y buscada, y cae sobre la mujer con una desesperada avidez, y ésta es la hembra, poseida, no del sediento de ella, sino de algo que está más allá de ella y de todo límite humano. En los Veinte Poemas. 1924. vibran los mismos tres elementos tonales: la mujer, la noche y la angustia del poeta. Ama a la hembra para continuarse en ella en una tremenda ansia de persistir, a sabiendas de que lo que persiste es la fatiga y es el dolor. Pero hay en La lectura de La tentativa del hombre infinito (1926. nos deja aturdidos, insatisfechos y burlados, pero deseando hundirnos de nuevo en su agua múltiple, en su movimiento cionisíaco y demoníaco. Es la máxima tentativa para superar la angustia.
La angustia de nuestra limitación. Es como un deber del poeta vivir en lo ilimitado, en abandono de ley y razón, que ordenan, que crean limites.
Una imagen que aparece continuamente en sus libros define el estado mistico en que es dado el poema: la noche.
El hombre hace la prueba de extender los muros de la conciencia, de la sensibilidad, de la misma vida. Quéda en pura vanidad la tentativa. Con Residencia en la Tierra (1933. la poesía nerudiana nos lanza en una zona en que el hombre vive en ilimitada función cósmica, a la vez que nos arroja adentro de lo vital desconocido, en una zona en donde todo lo anterior vivido existe, sintiendo su imponderable destrucción; en donde todo está viviendo y muriendo al mismo tiempo en el alma del hombre. El poema se produce al margen del censor lógico y retórico y su unidad no se ha de contar por cabeza y cola de primero y último verso, sino entendiendo la vida del hombre puesta en el poe.
ma de raodo que se unen sin tiempo y reales todos los tiempos, los actos, las circunstancias, las preguntas y las respuestas, la plu.
ralidad de personas que es el poeta, concentrados por una conmoción vital definida.
No ha sido vana la tentativa. Aunque esta conciencia no ha logrado encontrar el nuevo orden, habiendo superado el otro. Por eso el poeta sigue condenado a la soledad, y ahora, a un penoso sentimiento de disgregación. Por otra parte, el sentimiento de creación continua que es la conciencia de la vida surgiendo de cada continua muerte, es el que puede mejor hacerle concebir con mayor claridad la esencia inmortal de todo.
Verdaderamente, la tierra es una residencia del espíritu, cuyo deber original es ser, y ser eso inmortal que está más allá de la vida, de la tierra, y de la muerte. La noche y la hembra le son ahora dominio dulce; ama las cosas pequeñas del mundo con GARAGE. PENON Teléfono 2061 Av: 10, al Oeste de El Pelayo San José En este taller reparamos totalmente su auto o camión, a dejarlo completamente nuevo, se lo pintamos con elegancia, le cambiamos el capote y le arreglamos el tapiz.
NUESTRO LEMA ES: Buen trabajo y Precio módico Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica