Violence

REPERTORIO AMERICANO 89 Las sanciones Alberdi precursor coercitiva de la sociedad de las una Al dar por existente una Sonaciones, ejercida por los poderes Por SALVADOR DE MADARIAGA ciedad Mundo capaz de encardelegatorios de ella para ese fin garse con garantias de impar De Sur. 10. Buenos Aires, Rep. Arg.
de orden universal contra el Escialidad de la función judicial (2. Véase la entrega anterior. tado que se hace culpable de la que en su ausencia usurpan las violación de ese orden. Pero otras naciones soberanas, jueces y parveces niega la posibilidad de que tes en caso de guerra, Alberdi el Estado pueda delinquir, no en elimina de sus objeciones el sentido amoral en que lo negacontra la guerra. Hasta qué ría Maquiavelo, sino en un senpunto se reconcilia entonces con tido más generoos y humala guerra en sí? Esta cuestión no que realista: La guerra no es equivale a plantear el problema legitima sino como pena judicial de las sanciones militares. Para de un crimen. Pero ¿puede un los canonistas españoles, aunque Estado hacerse culpable de un no consideraron en su sistemacrimen? No hay crimen donde no ni les era dable en su época el hay intención criminal. Se conhacerlo la hipótesis de una Socibe que veinte o treinta millones ciedad de Naciones, el problema de seres humanos se concierten de las sanciones militares no hupara perpetuar un crimen a sabiera ofrecido duda alguna. Nadie biendas y premeditadamente contra otros veinte o treinta millones que los haya leído con atención vacilará en afirmar que, de hade seres humanos? La idea de un ber vivido en nuestros días, Suácrimen nacional es absurda, imrez y todavía más Vitoria, hubieposible; aun en el caso imposible ran sido partidarios positivos en que la nación se gobierne a sí terminantes del derecho y aun del misma como un solo hombre.
deber de la Sociedad de Naciones ¿A qué corresponde esta oscide castigar a todo Estado translación entre dos tesis opuestas?
gresor, si necesario fuere, por la Probablemente a la contradicción fuerza de las armas. Pero. y Alentre su inteligencia que le dice berdi?
que hay que castigar y su corazón Este es quizá uno de los punque le dice que el castigo es intos en que el genial y fogoso esJ. Alberdi humano. así le vemos apuntar critor argentino se nos muestra Dibujo de Eduardo Alvarez líneas evolutivas hacia una dulmás confuso y aun, al menos al cificación de las costumbres inparecer, contradictorio. Recordeternacionales. Aplicad al crimás irrebatible todavía, aparece porvenir con el verdugo, y argumos aquellas palabras terminanmen de la guerra los principios este principio confirmado en el ye, con lógica quizá algo estre del derecho común penal sobre la tes que, como impaciente de trasladarlas al papel, consigna sobre el trozo siguiente: La guerra no es cha, que no se debe honrar más un mal como violencia, sino por al soldado, ejecutor de la justicia cidad, la intención, etc. y su casresponsabilidad, sobre la complimismo prospecto de la Liga Inque la violencia es de ordinario internacional, que al verdugo, eje tigo se hará tan seguro y eficaz ternacional: La guerra es la jusinjusta cuando es hecha por la cutor de la justicia nacional. Ya ticia que se hace cada uno a falcomo su repetición se hará menos parte contendora, en lugar de ser en este disparadero, va hasta ta de una justicia del mundo. La frecuente. Preso en este dilema, lo por un juez imparcial; pero el afirmar que cuando se ofrecen justicia del mundo falta porque juez no deja de ser justo, útil y premios al mejor libro que se esy bajo la presión de la necesidad el mundo carece de unidad y no intelectual, Alberdi se eleva al bueno porque use de la fuerza pa criba contra el crimen de la gue nivel del precursor y en más de forma todavía un cuerpo de sora hacer cumplir su fallo. La gue rra, se emplea la guerra como meciedad internacional. Luego el una página nos esboza los princirra de todos contra uno es el úni dio de abolirla. Un certamen es medio de abolir la guerra es ayupios a que hoy intenta ajustarse co medio de prevenir la guerra de un combate; y un premio es una dar a la consolidación del mundo la Sociedad de Naciones. Así por uno contra otro, sea que se trate herida hecha a los excluídos de en un Estado de Estados, sociedad de Estados o de individuos. La él. Singular harakiri en aras de ejemplo: la solución relativamende sociedades, nación de naciote moderada de las sanciones ecofuerza no es presumida justa si su propio ideal, pero desconcernes, como una especie de entidad no cuando es empleada por el des tante para el que desea penetrar nómicas y financieras que él enucomún que haga la justicia que interés, y sólo es presumible su en el centro de su pensamiento socomo represalias, bloqueos, hoy se hace cada uno por la gue. desinterés completo en la totali bre la licitud de la guerra, por rehenes, porque, apunta: tra.
dad del cuerpo del Estado que se que en la misma página figuran En el derecho internacional, no toda violencia es guerra, como en buen seguro que en estas pa encarga de resolver una diferen estas palabras el verdadero melabras más se niega que se afir cia entre dos o más de sus miem dio de atacar la guerra que nos el derecho privado no toda ejema el derecho de la Sociedad de bros.
daña es atacar la guerra que nos cución es una pena corporal. De Naciones a hacer justicia precisa He aquí afirmaciones claras y sirve. idea que cabría explicar igual modo, pone de relieve la immente por las armas. Pero. qué contundentes. La guerra colecti aplicándola exclusivamente a la portancia cada vez más grande de decir de esta otra conclusión tan va, hecha por la nación univer guerra entre Estados, pero que con la sanción puramente moral de la terminante y clara. No hay más sal (admirable expresión alber el contexto en que condena a la opinión: no importa que no haque un medio de transformar la diana) para castigar (y como ins guerra como medio de abolila. ya un tribunal internacional que guerra en el sentido de su lega titución, para prevenir) guerras nos deja perplejos.
les aplique un castigo por su crilidad: es arrancar el ejercicio de de Estado a Estado, sería pues en veces define con admirable men (a los soberanos belicosos)
sus violencias de entre las manos opinión del mismo Alberdi gue exactitud la guerra justa, llegan con tal que haya una opinión unide sus beligerantes y entregarlo rra justa. Pero entonces. qué do hasta a reconocer la necesidad versal que pronuncie la sentencia a la humanidad convertida hacer de aquella su afirmación ro de cambiarle el nombre al camde su crimen.
Corte soberana de justicia inter tunda de que no hay guerra jus biar su espíritu. Así, por ejemplo: Puede pues intentarse una denacional y representada para ello ta? Recordemos que Alberdi se Sacad la violencia de entre las puración del pensamiento alberpor los Estados más civilizados opone a la guerra no sólo por ser manos de la parte interesada en diano sobre la guerra justa, una de la tierra. Aquí se sienta de ejecución de una sentencia injus usarla en su favor exclusivo y co vez eliminada la confusión que le un modo irrebatible que la gue ta como decretada por un juez que locadla en manos de la sociedad crean varias circunstancias COrra como castigo del Estads cul es parte, sino también por ser una de las naciones, y la guerra asu mo son: cierta fogosidad natural pable, pronunciado y ejecutado forma colectiva del asesinato, un me entonces su carácter de ver de espíritu noble combinada con por la Sociedad de Naciones es un hecho en sí y de por sí, detesta dadero derecho penal. Por mejor cierta tendencia a la improvisaderecho y un deber. Más claro y ble. Así compara al soldado del decir, la guerra deja de ser gue ción; la contradicción verbal y a mera como en Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica