376 REPERTORIO AMERICANO tiene razón el mue29 cuyos honra sacerdote capiEn las tierras de Chile, cuyo esResurrección píritu no es fácil a los entusiasmos, Así ciérrase el triángulo de la sabiduría, en que se realiza la múlhecho como está a la influencia melancolizadora de los Andes y el mar, tiple resurrección, que empieza en Por JOSE SANTOS CHOCANO Fernando Santiván, se afirma en acabo de asistir al milagro lírico Augusto Halmar y culmina en de una resurrección espiritual, con Envio del autor. Santiago de Chile, 21 de noviembre de 1934 Manuel Magallanes Moure. Sagratal virtud que ha provocado a poco da trinidad es ésta de amados y no otra y aun otras, hasta poder decirse que se ha provocado una cobles compañeros, que se confunden en una misma y eterna Poesía.
mo resurrección colectiva.
Si gran el poeta en la invitación de Halmar, se decir que quien se ausenta juntan todos los poetas, todos los re un poco, no cabe duda de que escritores, todos los artistas, todos quien regresa. resucita del todo.
En más de un lustro que llevo los espíritus puros niños, doncellas, estudiantes al pie del busto en Chile, tenía yo casi por desconocidos a escritores chilenos de la de granito, en que Magallanes Moumayor prestancia por sólo el here aparece en el Parque Forestal de cho de estar ellos ausentes: ése, piedra, sobre el que se deshojan los árboles, en en el fondo de las montañas natitorno al que revolotean las marivas; aquél, al otro lado de los Anposas y en hombros se po des y aun del mar Atlántico.
san los pájaros a cantar.
De súbito, Fernando Santiván Es un día claro, digno del homedócil a las fuerzas ocultas que gonaje al poeta. Misa de las doce, biernan la vida de los hombres cuya liturgia zenital, después de largos años de convivir que es Halmar oficia levantando, con los árboles, vuelve a la por un milagro de perspectiva, sotal, a manera de un Caupolicán libre todas las cabezas descubiertas, rico que, si no con el tronco de líla custodia del Sol. Mientras bano en el hombro, figúraseme que la palabra fluye de los labios tréreaparece armado de una pluma de mulos del oficiante, se puede obmano.
Percíbese en servar que en los ojos del testigo el ambiente metropolitano una in mayor Fernando Santiván se requietud de aguas rotas por la caída vuelve una lágrima que es como un de una piedra, que, en tal caso, ha Grande Océano sobrevenido disparada por una Halmar habla del cuento de honda selvatica y en una trayectoManuel Magallanes Moure nunca acabar, porque tampoco emr ria de años. Alrededor de este es pieza nunca, y en que si la vida es (Como era en 1905)
critor que se aisló por largo tiempo, sueño, el sueño se hace carne, la en una comunión nión panteista con su carne se deshace en polvo y el polflora y su fauna vernáculas, se vo se trasmuta en piedra o en memolina el espíritu de todos los de tal. Mármol o bronce, la estatua más escritores, en los que se puede, al viene de la otra vida, pero sí de una le evocadora a desincorporarse en contacto nuevo. a soplo vita el saludable janía de treinta años de ésta. En treinta cuanto a espíritu y a saturar el aire con influjo que ejerce el vital así llegaaños de esta vida, puede caber tanto codo desde las cios de resurrección vírgenes.
tierras Se em mo en la eternidad de la otra.
Resurrección es la que se opera en pieza a respirar un ambiente más sano, Hay no sé qué de hamletiano en el todos, cuando la fiesta lírica envuelve más puro, más reconfortante. La reapa personaje que es este Augusto Halmar el parque en las ondas cálidas de una rición del compañero es grata para to de las letras chilenas. El se fué a viajar masa coral de voces solas. la pintudos, y todos sienten dentro de sí algo ra de lo que el trae en su alma. El les anunpor el Egipto, por la India, por las tie momento, únese el homenaje de la música. Todas las Bellas Artes acurras de misterio; y al regresar al OcciIbro, cuyo solo título vale por cia un den ante la escultura de Manuel Magauna proclama: Charca en las selvas dente, él trajo algo del misterio del llanes Moure, que parece animar al soOriente en el alma. Místico, se prograY de la reaparición plo de la Poesía.
mó la vida el título de uno de sus de Fernando Santiván diera motivo a otro el mejor homenaje al poeta haceselibros de viajes, con una imagen digna milagro mayor, he aquí que llega la lo quien recita algunos de sus bellos poebuena nueva de que el por más tiempo del poema de Kempis: La sombra del mas. Roberto Meza Fuentes, crítico de humo en el espejo. Al regresar hoy poetas, gran poeta él mismo, lee con saausente, amado compañero de las primeras milicias literarias, vuelve a su país a su Chile, puede él advertir que el hu grada emoción los graves y desolados natal, después de dar la vuelta al mun mo de los viajes se le ha acumulado so versos. del buque fantas bre la cabeza. La cabeza blanqueada Hay en éstos un no sé qué de honduma del legendario Chiloé.
por el humo le hace aparecer, en el es та de recogimiento como de fuente Dijérase que la voz fraternal de SanEn la pejo de los años que le ven resucitor, brotada en un rincón andino.
tiván ha sonado a a manera de conjuro en como si todo el fuese una sombra. poesía de Manuel Magallanes Moure se las siempre despiertas antenas espiritua Sombra de sí mismo hace treinta años, proyecta el alma melancólica de una Nales del fantasmagórico buque en que na turaleza oprimida por la gravedad de los Augusto Halmar va preguntando por vegaba Augusto Halmar; y éste no Andes y linvitada por la desolación del sus compañeros de entonces; y, emociotiene más remedio que ordenar la manadamente, se detiene en un nombre: niobra, virar en redondo y regresar a La gravedad trasciende aún en el esChile. Manuel Magallanes Moure?
fuerzo de gracia hecho por el poeta, pa El regreso de Augusto Halmar, des Fernando Santiván le responde: Vive ra celebrar esa o aquella vena de agua en un parque.
pués de treinta años de ausencia, bien que mana de los peñascales cordillevale por una resurrección espiritual, ToY como un alma en pena que pregun ranos.
dos le reconocen, si bien transfigurado.
ta por otra, dice Halmar su voluntad Cobra a los ojos de los compañeros liride visitar a Magallanes. Este vive en es Al pie de los tres álamos cimbreantes cos el prestigioso aspecto de un apare tatua, en una de las avenidas del Par que de verde empenachan el faldeo, cido. Es un aparecido que no que Forestal de Santiago. Pasa a la pág. 382)
vuelve a como si el milagro de la mar