Civil WarCommunismSubversive

292 REPERTORIO AMERICANO 10. 600 Los barones del robo Por JOSE VASCONCELOS Envio del antor. De Crítica. Buenos Aires, Rep. Argentina a El título parece de Salgari, pero no se trata de novela, sino de realidad y ia acción no se desarrolla en la Polinesia, sino en lo más encopetado de la sociedad neoyorquina de las últimas décadas. Tampoco encubre el rubro, ningún panfleto subversivo, ni siquiera pretende su autor erigirse en el hombre que acusa buscando un sano escándalo. Se trata simplemente de un libro de historia biográfica. Su autor, Mathew Josephson, es norteamericano auténtico; su editor, la casa Harcout y Cía.
es bien conocida en Nueva York. el New York Times. órgano conser vador y cauto, lo comenta con el subtítulo: La parte que los grandes capitalistas han desempeñado en nuestra historia. El nombre del libro en inglés dice como sigue: The Robber Barons. los sujetos así blasonados, llamáronse en el mundo: Jay Gould, Jim Fisk, Morgan, Phillip Armour, Andrew Carnegie, James Hall y John Rockefeller. Toda una aristocracia del dinero, la única que, después de la guerra de la inedependencia, ha podido arraigar en tierras del Nuevo Mundo.
proezas de los Morgans, Rockefellers y Carnegies. La quiebra de la bolsa neoyorquina echa por tierra el mito del millonario héroe y genio, y lo reemplaza con una verdad que, por otra parte, era bien sabida de muchos, aunque apenas murmurada por unos cuantos indeseables: Wall Street encerraba: Robbe: Barons y no genios de las finanzas. nada menos que el comentarista del New York Times exclama: Se siente al acabar de leer el libro de Josephson que, si en vez de las historias políticas que se refieren solo incidentalmente las actividades de los grandes capita listas, la mayoría de nosotros hubiese sido educada en las historias de los grandes capitalistas, con apenas referencia accidental a los hechos de los po líticos, podríamos entender a nuestro país mucho mejor.
LA ASCENDENCIA DE LOS MILLONARIOS YANQUIS Pero ya es tiempo de ofrecer al lecior algunas primicias del libro: Sobre ei abolengo de esta nueva sangre azul del continente, Mr. Josephson recuerda. Carnegie era hijo de tejedores pobres de Escocia y a los catorce años trabaen un telar húmedo, doce horas ciarias. El padre de Rockefeller era vendedor ambulante de drogas sospe chosas, etc. etc. en seguida se pregunta. Cómo construyeron estos hom bre su fortunas? para responder analiza los modos de crear fortuna en tres formas: por actividades que aumentan el haber nacional; por actividades que aumentan dicho haber, pero tienen carácter antisocial y por actividades fran camente antisociales, ya porque nada crean o porque retardan el progreso de la comunidad.
El último tipo de actividad, afirma Josephson, es característico de la fortuna de los Gould. Los detalles de la vida del fundador son largos y cansados; pequeñas traiciones a sus socios y amigos y al final soberbias estafas públicas amparadas con el cohecho de las legislaturas. Sobre este aventurero vulgar, comenta el New York Times. La carrera de Gould ilustra, más luminosamente que cualquier otra, el nivel de la moralidad norteamericana en la Edad Dorada y algo aun de mayor significa ción permanente: las posibilidades de acumulación de inmensas fortunas, en el régimen capitalista, por medio de una política no constructiva, sino ruinosa.
John Rockefeller, añade Josephson.
fué en muchas maneras tan despiadado como Gould: Obtenía de los ferrocarriles rebajas secretas que le permitían vender a más bajo precio que sus competidores y arruinarlos. Aun llegó a obtener que los ferrocarriles elevasen la ta rifa a sus competidores, pagándole a él parte del aumento. pero observa el autor,. incidentalmente estabilizó la industria petrolera, creándole economías con mejores métodos.
Con gran imparcialidad examina de esta suerte Josephson, la acción de sus curiosos personajes. Todo el mundo sa be, por ejemplo, la historia de los Morgan, enriquecidos mediante la venta de material de guerra durante la guerra civil norteamericana: pero lo que todavía no se ha hecho público es el negocio mayor de las ventas enormes y las for tunas colosales realizadas por los pro motores de la gran guerra. No conocerá nuestra generación los pormenores por que son muchos y conservan poder los cómplices, pero bien podemos aventurar que los hijos han aventajado a los padres. Los relatos de Josephson, historiador de una generación próxima, pero ya extinta, parecerán juego de niños comparados con los negocios sangrien tos de los años anteriores a la crisis.
Fué la época en que toda la América pasó a ser botín de una insaciable piratería. Nuevos truts como el del banano, han producido revueltas y han desgarrado naciones en Centro América y todo el mundo sabe y es ya lugar EL CULTO AL EXITO nueva La opinión corriente, durante muchos años fué llevada a creer que el millo nario de Norte América era el tipo del hombre de acción moderno, agente del progreso, capitán benéfico que transfor ma en abundancia las soledades vastas del desierto. Hubo épocas en que la es cuela primaria de Norte América se sometió también a esta religión el culto de la audacia y el éxito. lo Carnegies y los Rockefellers han llegado a ser, casi miembros del santoral del ruevo culto, cuando no los protectores directos de escuelas nuevas, activas Ga rys. Precisamente el filósofo Dewey senala, como modelo delo escolar, las escuelas de este Mr. Wirth, que acusa de comunistas a los consejeros del presidente Roosevelt porque han osado disponer de la economía norteamericana sin consul tar con los barones de Wall Street, retratados en el libro de Josephson. no sólo los pedagogos, también poetas de la talla de Ibsen solieron tomar de modelo (Peer Gynt) a los supuestos héroes de la aventura industrial y el enri quecimiento rápido.
Har tenido que pasar muchos años y ha tenido que producirse la catástrofe que hoy padece la nación norteamerica na, para que el criterio se despeje y la justicia se abra paso, como siempre, tardíamente, ya que el niño se ahogó en el pozo. De todas maneras, nuestra pobre naturaleza se consuela de lo irre mediable, hurgando en la podredumbre de sus juicios, en la abyección de sus mitos. Pues mitos llegaron a ser para el norteamericano y aun para muchos coloniales de nuestros territorios, las JOHN KEITH Co. Inc.
SAN JOSE, COSTA RICA Agentes y Representantes de Casas Extranjeras Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Register Co. Máquinas de Contabilidad BURROUGHS (Burroughs Adding Machine Co. Máquinas de Escribir ROYAL (Royal Typewriter Co. Inc. Muebles de Acero y Equipo para Oficinas (Globe Wernicke Co. Implementos de Goma (United States Rubber Co. Maquinaria en General (James Montley, New York)
JOHN KEITH. RAMON RAMIREZ Socio Gerente.
Socio Gerente.