BolshevismBourgeoisieCommunismCommunist PartyComunismo CriolloFascismJosé Carlos MariáteguiMarxismSocialismSocialist PartyVíctor Raúl Haya de la TorreWorking Class

REPERTORIO AMERICANO muerte Quiere Ud. buena Cerveza. Tome Selecta No hay nada más agradable ni más delicioso.
Es un producto Traube vale que, si Por eso, decir cierta vez que el fascismo era hijo de la retórica danunziana. Este es segu ramente el origen de la opinión sobre Mariátegui de Luis Heysen, quien titulo un artículo escrito con ocasión de su Mariátegui, bolchevique da nunziano. Pero, pese a su afán de superestimar la personalidad histórica de Annunzio, Mariátegui con Valdelomar y los intelectuales que se agruparon alredor de la revista limeña Colónida tenían un entusiasmo ilimitado hacia el autor de las Vírgenes de las Rocas. examina el fascismo con inteligencia y deduce de él conclusiones muy intere santes. Gracias al conocimiento del blo italiano, cuyas reac pue reacciones son cálidas, está muy bien estudiado el clima que procreó el fascismo. La biología del fascismo nadie mejor que él podía comprenderla y estudiarla. La consideró como un fenómeno italianísimo. decir, producto de una realidad peculiar y típica. Esto no significa, naturalmen te, que en sus líneas generales se apar tara de la regla marxista de juzgar los hechos de acuerdo con los modos de producción donde el fenómeno juzgado tenía lugar. Precisamente Mariátegui acerto en la interpretación del fascismo, porque el marxismo no excluye, como es lógico, el vuelo personal del investigador, ya que no es sino un método pana el conocimiento histórico.
Esta diferencia en la estimativa de Mariátegui es la que hace resaltar más su capacidad para comprender con justeza las diferencias entre la realidad eu ropea y la realidad americana que analizó en los Ensayos de interpretación de la realidad peruana.
LA TESIS POLÍTICA Empero en su libro sobre la realidad del Perú, Mariátegui se equivocó como político porque no supo descubrir la forma del movimiento que pusiera término al predominio del civilismo. Seña la en él aspectos trágicos de la vida peruana, pero sin la capacidad del con ductor para encontrar la organización política correspondiente a la situación social económica y política del país. través de los Siete ensayos se en cuentran errores y exageraciones prowenientes de lo que he llamado su pasión por el proletariado. Mariátegui su proletariado como actuante para transformar el Perú. Me jor aun, exagera el rol del leguiísmo como fuerza burguesa revolucionaria den tro de una sociedad feudal y colonialista. Para Mariátegui los once años de Leguía constituyen la definición de una clase directora: la burguesía, y de su antítesis, un proletariado consciente y anti capitalista. Ve en las obras de irri gación del ingeniero norteamericano Sutton impulso burgués y capitalista contrario al latifundismo civilista del azúcar que tiene en Lambayeque su raíz económica. No analiza con precisión la mentalidad que guía a este técnico yanqui, realmente peruanizado, consistente en la creación de instituciones agrarias como las de Australia y sobre todo Nueva Zelandia. Olvida en forma incom prensible la verdadera fuerza económica del civilismo es gamonalismo se rrano y latifundismo costeño, es también caciquismo en lo político y social.
De estos reductos lo había arrojado Leguía, pero, las bases económicas del civilismo, siguieron intactas.
cuando Leguía cae en agosto de 1930, no se opera ninguna honda transformación política. Hay a lo más una restau ración civilista que, en medio de los for cejeos de once años de desadaptación al Gobierno, permite el crecimiento de un moviniento político de la talla y calidad del Aprismo.
La mejor prueba de mi aserto sobre la falta de medida en la apreciación de las clases de la sociedad peruana, descansa en la contradicción entre su análisis de los factores económicos y sociales de los Siete ensayos y la formación del Partido Socialista. El no quiso fundar un partido Comunista ortodoxo, lial de Moscú, porque se daba cuenta de su imposibilidad de victoria. Por no ser su Partido Socialista del comando bolshevique, fué combatido damente en la Conferencia Comunista de Montevideo en 1928. Mariátegui sufrió tremendo golpe mortal en sus ilusiones políticas, del que ya no pudo convalecer. Poco después, agentes inescrupulosos del comunismo criollo se aprovechaban de la agudización de su enfermedad, que fué el preludio de su muerte, ocurrida en marzo de 1930, para escindir el grupo socialista y fundar el Partido Comunista, sección peruana de la III Internacional. El legado politico de Mariátegui se lo disputaron también unos pocos residuos del Partido que fundara en el Barranco, estableciendo el Partido Socialista del Perú.
Limpias las filas de estos dos elementos negativos y equivocados, las clases oprimidas del Perú estrecháronse enarbolando las banderas del Aprismo, que Haya de la Torre hacía ondear con sin igual pujanza y acierto. Así quedó cumplido un ciclo histórico en el Perú. Ciclo de tanteos y de dudas al que Mariátegui contribuyó personalmente como el portador de un mensaje del que ha bía que tomar mucho y rechazar mucho también. Podemos resumir nuestro juicio sobre la obra crítica de Mariátegui con respecto a la historia peruana con una sentencia, paráfrasis de la que Ortega y Gasset dedica a la juventud: tiene ra zón en todo lo que niega, pero se equivo ca en mucho de lo que afirma. Junto a Manuel González Prada, el gran icono clasta, Mariátegui es paso más definido en las filas de los precursores. Por eso su obra está más cerca de nosotros.
Mariátegui en los Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana es ya un ensayista completo. Sus estudios formulados desde un punto de vista inédito en el Perú, tienen la virtud de incitar a nuevos trabajos. No sólo recoge en ellos las experiencias del pasado, sino que inicia la busca de nuevos derroteros. Con igual desventura que Pleja.
nov, el gran fundador del socialismo ruso, ofendido durante los primeros días del gobierno soviético, Mariátegui muere en medio de la pugna ideológica y la fragmentación política de sus amigos y pocos meses después que un pelotón de la brigada política de Leguía intentara humillarlo con el allanamiento de ho gar de inválido preclaro.
Lima, mayo de 1934 agrado del INDICE perestima al fuerza ENTERESE ESCOJA: Genaro Estrada: Senderillos a ras. Verso Pasta. 2. 50 Rabindranth Tagore: El sentido de la vida (Saadhana) 00 José Bergamin: La cabeza a pájaros. 00 Rodolfo Waldo Trine: La ley de la vida. 00 La Rochefoucauld: Máximas y senfecias morales 00 oscuras. No vela. 25 Eugenio Ors: Oceanografia del fedio. 50 José Ortega y Gasset: España invertebrada 00 Mariano Azuela: La Luciérnaga. Novela. 25 Solicitelos al Admr. del Rep. Am.
José Rafael Pocaterra: Vidas oscuros