REPERTORIO AMERICANO 263 pensamos, está muy bien mientras no se olvide del todo que la imagen artística debe ser, según observa Croce, sensible e inteligible, lo que es lo mismo, apta para ser comprendida por los sentidos y por la inteligencia. Aun así, el arte ofrece amplio campo a toda suerte de originalidades, cambios y osadías, pues lo único que el arte repudia es la quietud y la frialdad de muerte de quienes llegan a él sin amor y sin entusiasmo. aquí es fuerza, señoras y señores, que pongamos punto final a esta descosida charla para no demoraros más el placer de rendir pleito homenaje a la reina gentil y a sus damitas de honor en cuyas sienes brilla la única corona contra la cual no se mueven revoluciones en el mundo, y a cuyas manos está ya encomendade el premio más precioso a que pueda aspirar el esfuerzo humano: el de la consagración artística por obra de la misma Belleza en persona.
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TELEFONO NO. 3736 VICTOR CORDERO Cía. SAN JOSE, JHOE STORITE La jubilación de.
con su pluma a gentes de los cuatro puntue cardinales sobre las más varias disciplinas.
Setenta años no son para él un punto final, sino una razón más de plenitud. Plenitud de plenitudes y todo plenitud. es el titulo de uno de sus ensayoa, que podia servirle de divisa a la hora, en modo alguno melancólica, de una jubilación convencional.
en todo lo demás, queremos seguir evadiendo la realidad. Así nada tiene de extraño que estas exposiciones, en lugar de invitarnos a rectificar prejuicios y de impulsarnos a descubrir nuevos horizontes artísticos, exacerben por el contrario nuestro inveterado conservatismo. La que ahora estamos cerrando ha sido especialmente eficaz en este sentido. Cuántos críticos no han desfilado de esta vez con el ceño fruncido y ei semblante descompuesto por las travesuras de nuestros jóvenes pintores! De todos lados se oyen censuras del dibujo y del color de algunas obras. Nosotros, conociendo nuestra ignorancia técnica, quisiéramos eximirnos de pasar juicio sobre ellas, pero no podremos menos de observar que algunas de esas censuras son, nuestro concepto, de la misma naturaleza de los reparos que podría hacerle un chalán cualquiera de Cartago al caballo del San Martín que pintó el Greco hace varios siglos y está hoy en el sitio de honor de la principal sala del Museo de Boston.
Gran revuelo han causado especialmente ciertos cuadritos de carácter alegórico e intención satírica contra la inanidad de nuestra Enseñanza, la solemne importancia de nuestros peritos judiciales, la pasión que tenemos por las frases hechas y la ambigua mentalidad de nuestras madoninas de la llanta. lo curioso es que quienes han censurado con tanto encono las faltas y exageraciones de dibujo de esos cuadritos, las tolerarían y hasta celebrarían si las vieran en la sección de caricaturas, donde debieran haber sido expuestas, pues que, como observó muy bien un crítico inteligente de esta Exposición, tales cuadros no son otra cosa que caricaturas, no ya de personas sino de instituciones y prejuicios populares. De suerte que todo el error estuvo en no haber tomado en cuenta el espíritu ordenancista de nuestro público y haberle dado the right thing but in the wrong place. una cosa buena pero en lugar equivocado. Nada de esto, sin embargo, debe preocupar en lo mínimo a nuestros jóvenes artistas. Toda labor, en ese, como en los demás campos: el social, el político, el econónico, ha de ser dura, y el mérito y ulterior provecho de ella están precisamente en un voluntarioso espíritu de contradicción las ideas y los gustos corrientes. De esta aspiración a salirse fuera de la rutina, más que del conformismo tradicional, espera el país la revelación de su propia realidad, la cual ha de consistir, no en la apariencia externa de las cosas, sino en su significación intima, y ha de impedir también que acabemos de perder, mitad por influencias extrañas, mitad por dejadez y vanidosa cursilería, el estilo de nuestras casas y costumbres.
Tengan la seguridad estos muchade que cuantos espíritus de verdad liberales hay en el país simpatizamos grandemente con su actuación renovadora y que a nosotros ni nos asustan ni nos disgustan sus inquietudes, atrevimientos e irreverencias. Todo eso, Junto a la extraordinaria categoría asumida por Unamuno, ensayista; por Unamu.
no, novelista; por Unamuno, poeta; por Unamuno, dramaturgo; por Unamuno, en suma, pensador y sentidor. el Unamuno catedratico no pasa de representar una mera anécdota biográfica. Pero no. La presencia de Miguel en el profesorado español es ejemplar y edificante por cuanto corrobora el servicio fidelísimo a una vocación por tantos otros traicionada. Pudo Unamuno limitarse a ser, en el escalafón, ilustración y ornato. Pero ha querido ser, y ha sido, realidad directamente sentida por los alumnos mediante la experiencia cotidiana de las clases. Probablemente, el hechizo de Salamanca ha entra do por mucho en la motivación de este rare fenómeno: una capital de provincia reteniendo un hombre extraordinario. Lo normal acaso hubiera sido que éste se considerase allá de paso, propicio a las seducciones de Madrid. Salamanca y Unamuno, por el contrario, se han fundido en abrazo que tanto indica vocación inexpugnable como sensibilidad especial en cuanto a los más delicados profundos encantos y secretos de la raza, típicamente condensados en la ciudad del Tormes.
Es curioso señalar a este respecto la filiación vasca de Miguel, porque en el se hace más patente esa castellanización de los vascos más escogidos, en señal de que aun opera una fuerza histórica incontrastable de veras, por la cual todos los españoles reducen sus diferencias más aparentes que reales a la unidad de un sentimiento nacional, que bien podemos llamar ibérico. Desde este punto de vista, percibimos claramente sobre la maltratada Peninsula una triangulación espiritualmente fijada por Unamuno, Guerra Junqueiro y Maragall, salvando lo conveniente en cada caso. Viene de la página primera)
conclencia española. Bien entendido que para Unamuno España es tanto Historia como Naturaleza; de donde resulta que su punto de partida es de inconmovible firmeza.
Hecho a mirar las cosas de Espafia de hito en hito, de arriba abajo y de abajo arri ba, Unamuno está a salvo de incurrir en impresionabilidades de momento, y no digamos en convencionalismo de partido. Unamuno no se inmuta en su alto miradero: no varia, digan lo que quieran quienes se complacen en cazar superficiales contradicciones. Hay que calar muy hondo para hallar el secreto sistematico de las verdades de Unamuno. cuando menos. iqué menos. leerle con atención. Quien tal haga percibirá a través de los múltiples juicios sobre el problema de España, aquí y alla, un hilo continuo, de alta tensión moral, muy por encima de los conceptos de otro tipo políticoadministrativo más bien que el 98 canonizó. Qué distinto es el 98 de Unamuno al de los demás!
Luz de perennidad ha iluminado los estudios y emociones de Unamuno sobre los temas nacionales Así, ha podido España descu brirle su misterio, compartido por la tierra con sus hombres, vivos y muertos; por el mar, que es el camino de las grandes empresas; por el cielo, meta última. Cuarenta años han pasado desde que Unamuno abrió todo un camino con sus famosos ensayos En torno al casticismo. Otros escritores le har seguido en la sugestiva ruta. Unamuno mismo continuó por ella, y hoy puede decir que nadie ha llegado tan lejos, enriqueciendo de continuo el panorama de sus meditaciones, pero inalterables las líneas esenciales y eterno el claro fondo: claro y problemático a la vez. No, nadie se conoce hasta que no le toca la luz de un alma hermana que de lo eterno llega. y el fondo le ilumina. he aqui unos versos de Miguel que cuadran muy bien a su misión cumplida como esclarecedor del alma hispánica. mi, que tanto me duele España, mi patria ha escrito tambiéncomo podía dolerme el corazón o la cabeza.
Tan consustancializados están España y Una muno, identificados en el dolor, pero también en la esperanza; el uno siente por la otra, y lo que tantos, en dias de zozobra, nostalgia, ensueño, ideal, no saben expresar, Unamuno lo expresa por todos. Equivocándose, además de los que creen descubrirle contradicciones, los que le tachan de intelectualista, distante y egocéntrico. el, que es la conciencia viva de su pueblo.
a Cualesquiera sean los antecedentes y contactos de Miguel de Unamuno, es lo cierto que nadie le ha superado en sus hondas y personalísimas exploraciones a través de la