94 REPERTORIO AMERICANO AGUAFUERTE La toma de posesión Por JOSE PIJOAN De El Sol. Madrid.
tomó posesión. paniaguado habla para dentro gesos archipámpano está abstraído con con de este Tratados comerciales, defender los intereses de la nación en un gran país extranjero, ayudar a sus connacionales cuando pasen por allí, no es trabajo; es uno de los tantos líos que espantan que trae consigo la jerarquía del archipampanato. Un nunca así. Dice que lo pasa tan bien, y si no fuera porque allí es difícil procurarse chorizo de la sierra, estaría al pelo.
Archipámpanos y paniaguados los hay por todo el mundo; pero aquí son una verdadera obsesión. Se nota que sus cerebros cuentan los minutos en que va fluyendo el sueldo. Corre, corre, con una regularidad tan inacostumbrada para algunos de ellos, que llega a preocupar les. Don Fulano, antes de ser archipámpano, era escritor con un empleo de cuarta clase, el que no ha abandonado, naturalmente. Tiene licencia, o lo que sea, y mientras el funciona de archipámpano hay un semnado que ha ce de suplente y es de cuarta interino. Este, automáticamente, vuelve pación política, a otro y el sueldo ya la oscuridad cuando, por una combie el archipampano tiene que dar ER no devenga a su bolsillo. Entonces acude con ferocidad canibalesca al pobre paniaguado, que se creía que aquello iba a durar todavía dos tres meses más, y le destituye o le desposee. Sin perder un minuto, el exarchipámpano toma otra vez posesión de su antiguo cargo para que, aun reducido a un Don Fulano, corra el sueldo del hilito primero que einpezó a devengar. Me contaron de un archipámpano de esos recientes que había sido profesor. Cesó de su archipampanato al principiar el verano, se tiró sobre su suplente desposeyendole en aquellos meses en que no hay clatomó posesión de otra satrapía o se, y en sepiechipampanato, y el suplente tuvo que explicar no enseñar, explicar con vacaciones del sueldo que devengó con lentera legalidad durante los meses de julio a octubre el archipámpano reintegrado a su cátedra.
Se me ha escapado la palabra satra pía. y casi me da vergüenza de haber usado este término de los antiguos per sas. Un sátrapa es lo más diferente que se pueda imaginar de un archipámpano o un paniaguado. Un sátrapa tenía poder absoluto; pero lo usaba conocimiento y poniendo toda la atencon ción de un dign gobernante. Los sas decían que la educación consistía en tres cosas: montar a caballo, tirar el arco y decir la verdad. Un archipámpa no no monta a caballo; para tirar el arco tiene la cuerda floja, y en cuanto chipámpano recibe siempre bien, y muy untuosamente declara que se enterará, que tendrá aquel asunto muy presente y hasta invitará otra visita, de ocho días; pero a ésta ya sabe que él no va acudir. Es el secretario, generalmente un paniaguado, que el asuntos de actualidad siempre hay asuntos de actualidad que embe ben toda la atención de larchipámpano.
Los casos de archipampanatismo y paniaguadismo agudo no son privativos régimen; los archipámpa nos de ahora tienen un rastacuerismo de los nuevos ricos. Antes, los archipámpanos (yo conocí muchos hace veinte años en la capital de España) eran finos y les sentaban bien el penacho y el traje de papagayo. Contestaban las carta tenían unos papeles ya impresos que se besalamanos saludas.
con los que quedaba enterado el el pobre ciudadano de que el archipámpano se había impuesto. Pero los archipámpanos modernos no malgastan en estas cortesías. Hace ocho meses traté de ver a un archipámpano para ofrecerle sin gasto ni presupuesto alguno, no un serque esto podía escamar, sino un objeto de arte español en el extranjero. Pedí una cita por carta. El archipámpano me contesto por carta que fuedía fijo y a hora fija, a las nueve, al archipampanato. Llegué las nueve, como siempre hago, provisto de recado de escribir, por si acaso. Me senté en el pupitre del ordenanza y esseis cartas. las once y media salió el secretario, un perfecto pania me dijo que el archipa día antes se había ido de Lamente que no me hubiera me ofrecí para volver al archipampanato o ir al domicilio conyugal del archipámpano, o al café. donde fuera, para tratar del asunto. No recibí excusa, ni saludas. ni besalamos. ni carta proponiéndome otra entrevista, etc. etc. etc.
El archipámpano ya ha tomado po sesión. Ayer era don Fulano y hasta Fulanito. Hoy es archipámpano. Pero lo importante es que tomó posesión. No el nombramiento ni el servicio que va a desempeñar, que será poco, sino que porque desde que tomó correr el sueldo da una idea de fluir posesión. ya corre el sueldo. Esto de sin dificultad, regularmente. Será un hilito lo más probable es que sea un caudal abundante, pero lo esenciales que corre. Los sueldos no se ganan; corren y corren desde el día en que se ha tomado posesión. El archipampanato devenga sueldo esto de devengar es también grande no por méritos ni por servicios, sino porque. caramba. se ha tomado posesión.
Una vez tomada posesión y el sueldo corriendo, el archipámpano recibe las felicitaciones de los parientes, y hasta el se considera muy digno del archipampanato que por su historia política se ha conquistado. Por la noche, después de la toma de posesión, cuando se desnuda y se encuentra tan Don Fulano tan Fulanito como era antes, tiene unos momentos de coloquio con su conciencia y decide hacerlo bien, porque él no es un paniaguado.
Al día siguiente descubre que es ne cesario enterarse, que el archipampanato no es una broma, que requiere aplicación, que hay una de líos que espantan. pero poco a poco va com prendiendo que puede salir del paso adoptando un tono de de profunda serie dad, como si estuviera acongojado por los graves problemas que tendrá que resolver. Se dice a a sí mismo, entre alegre y triste: Durará poco! veces le disgusta la comedia; pero en su fuero interno le compensa el que haya tomado posesión y el sueldo vaya corriendo.
Se podría escribir un capítulo sobre la distinción entre archipámpano y el paniaguado. Ambos, teniendo de común.
que no saben nada de lo que se traen entre manos ni desean saberlo. Pero, además de la diferencia del sueldo, que para el paniaguado es mucho menor, el verdadero archipámpano de lucidez y casi desearía volver a ser Don Fulano. El otro día, por dad, leí una carta de un archipámpano español que está por esos ciendo de embajador.
Se lamentaba del destierro, y como buen archipámpano, no dejaba de decir que estaba absorbido por importantes asuntos, que hasta preparaba un Tratado de comercio comercio. pero que, en fin, esperaba que muy pronto podría reintegrarse a su trabajo. Cuando lei esto de su trabajo me sonrojé. Hacer cartas y llamaban el peso de ra un a cribi guado, avisado; pano tiene momentos casualiLA Agencia General de Publicidad de Bugenio Diaz Bameond, en San Salvador, puede darle una suscrición al Repertorio.
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