REPERTORIO AMERICANO 231 woces der radio NOE, LANO.
Para el Licda, don Horacio Castro, ran animador del radio.
Pitágoras. Pitágoras! Comienza el mundo a creerte y a oir lo que tú ayeras; ya veinticinco siglos hilan sobre tu muerte, pero se oyó tu música venir de las Esferas.
Está aqui el mundo todo cantando en esta caja: estan todos los ritmos y los pueblos que hablan como si en esta hora se hubieran encontrado los hombres confundidos en una sola taral Pitágoras, Maestrol Cuando tú arrodillado, en la siderea orquesta te quedabas sumido y gozabas a solas con Dios, maravillado, afste lo que ahora comenza a ser oído.
Dijiste: En el espíritu del hombre vive todo: el hombre es medida de las cosas. Tu mismo diste una clave intima, mas la diste a tu modo. Lo demás está en el conocete a ti mismo.
Se oye el bambuco grácil de la noble Colombia o el diálogo jocoso desde Estados Unidos, y nos llega de México el jarabe encendido alegria de razaen que vimos el alma canturrera del indio.
Oiga el hombre el sentido de ese verso rotundo pues el hombre es la caja receptora del mundo y en sí mismo conduce la virtud con que suena: en su cuerpo armonioso lleva un audión profundo y a través del espacio su esplritu es la antena!
En el lied melancólico de sus suaves violines viene un lejano arrullo de la austera Alemania, o de pronto escuchamos la voz de nuestra lengua que llega desde España.
Está aquí el mundo todo cantando en esta caja como si por un signo profundo de los tiempos Dios mismo sobre el aire sutil nos abrazara!
Todo el mundo está lleno de ritmo es de notas un nido el hogar: está todo infiltrado de música, toda cosa se siente vibrar.
La cuchara que llevo a la boca o la copa que voy a escanciar, todo gesto, todo acto, se rige por un canto, un arrullo, un compás.
Mas nunca como fuera en la Babel un dia, que aqui cada onda tiene su propia vor, su vida; y todo sigue dando su ritmo en el espacio y sigue por el éter la canción infinita hasta que vuelva al hondo regaza de los cielos, pues que de alli venia!
por mañana la fuerza creadora que este ritmo en el mundo tendrá liar que los niños no nazcan llorando sino que pondrá como un soplo de Ritmo madres SOTELA y el mundo verá que en vez de nacer con un lloro ¿Quien insufla el vaclo, los niños quien puebla de rumores y de música y verso cantaran cantarini.
el espacio sombrio. Quién ha puesto de pronto a hablar al Universo? San José, Costa Rica, 1934 Rogelio 11 ¿Quién sopla sobre el aire para que llegue esta serena melodia Las ondas traen las notas de una lejana orguesta zha llegado sobre ellas flotando la Harmonia Canto del viaje de regreso Colaboración Amis padres, devotamente Escucho el canto multiple de todos los poetas que en mi oldo se adentra hecho jubilo y grito, confiandome la clave de las notas secretas vibrantes en la gama azul del infinito.
La llama de lo bello me ha quemado el sentido. En la nube fulgente y en la yerba sencilla Una corriente arcana me estremece y me inunda, de la hermosura encuentro toda la gracia intacta Tiembla amor en mi pecho con extraño latido, y de la vida tengo una visión profunda.
Un resplandor, a veces, que en el agua se enreda, Sigo el vuelo atrevido de las alas potentes.
el gorgeo de un pajaro, el vuelo de un insecto, el gusano dormido en su ovillo de seda, Cruzo el mar encrespado tras de todas las velas.
Alerta la intuición en los ojos videntes producen en mi mente el milagro perfecto.
que atisban el futuro como dos centinelas.
Descubrir puedo entonces virtud en el pecado.
En los ojos de un niño vislumbro al Dios Inmenso.
Cada sollozo viene a esponjarse en mi pecho. Encuentro en el presente la raiz del pasado, Siento la fuerza viva en el impulso errante. y atónito se queda el corazón suspenso.
Se mexcla a todo anhelo mi esperanza en acecho, y a cada instante muero y nazco a cada instante.
soy, como son la tierra, el agua, el viento, el átomo, la luz, la còsmica materia!
La curva de una linea me causa maravilla.
Quizás por eso, a veces, me duele el pensamiento, El color de una flor me deja estupefacta.
y me avergüenza el lote de la humana miseria domino la pauta que armoniza en mi lira.
Subo hasta el quinto cielo y me hundo en el infierno, Fulgo en la chispa sacra que a las almas inspira el ritmo misterioso del gran poema eterno. este cuerpo pequeño, miedo, angustia, tristeza.
barro que apenas cuaja en forma vacilante. por el supremo anhelo de bien y de belleza se yergue firme y fuerte y se siente gigante!
Claudia Lars San José, abril del 984