José Carlos MariáteguiNazismUnited FrontVíctor Raúl Haya de la Torre

REPERTORIO AMERICANO Tomo XXIX SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1934 Sábado 14 de julio Año XVI. No. 690 Núm. SUMARIO Reflexiones sobre José Carlos Mariátegui Carlos Manuel Cox Pulso y onda La esclavizadora Electric Bond Share sigue entrete.
Versos de un poeta nuevo de Cuba niendo y engañando. Juan del Santa Cecilia José Albertino Más de la envidia hispana Avendario Escenas reales de la crueldad nazi Heinrich Mann, Fortunas del escritor en la América española El Epistolarlo de Juan Maragall Carlos Soldevila Tablero Nuestra juventud Pío Baroja La filosofia de Krishnamurti.
Jorge Manach Manuel Navarro Luna Miguel de Unamuno Torres Rioseco Davidge Reflexiones sobre José Carlos Mariátegui Por CARLOS MANUEL COX De La Twibuna. Lima, Perú.
en las la Torre, deste Hace tiempo que tengo una deuda con Mariátegui, el escritor que vive páginas de La Escena Contemporánea y Ensayos de Inter pretación de la Realidad Peruana. El juicio sobre este vigoroso líder intelectual se ha producido fragmentario y apasiona: do. Sin pretender que el mío venga. colmar el vacío, lo considero lero impor tante en la medida que contribuye a definir la actitud de mi generación frente, o mejor, al lado de la de Mariátegui, que es muy poco anterior. y que confluye y se junta a la de él. referirme a estos dos libros como Isitos de sugerencias ge nerales sobre aspectos de su pensamiento y vida, porque son el fruto de un momento histórico decisivos del espíritu del escritor. Al Mariátegui muerto, recordando que él siempre hizo ostensible repugnancia a los homenajes post mortem, le tengo, como todos sus amigos y compañeros que lo fueron entrañableel recuerdo permanente de sus enseñanzas, de su disciplina, de su laboriosidad. Porque Mariátegui fué pamí como para muchos jóvenes de mi generación un incitador fervoroso y un guía admirablemente dotado tareas intelectuales.
quiero nas. Quiero únicamente extraer del proceso lo esencial La médula de nuestras divergencias consistía en la forma cómo debía ser canalizado el movimiento político. Frecuentemen te se ignora y también con interesada malicia se ha puesto en duda nuestra unión política con Mariátegui durante va rios años de su fecunda vida. Debo consignar por eso como prolegómeno, dos párrafos de una de sus cartas. Mariátegui escribía desde Lima a a Haya de la rrado entonces, con fecha 14 de abril de 1927. Veo que no ha interpretado cabalmente mi José Carlos Mariátegui opinión sobre la No me explico en (1929)
Oleo de Julia Codesido verdad cómo me puede haber creído opuesto a ella. Cuando por prime actividades vitales: su actividad política. ra vez conocí su programa, le escribí a En Amauta. la revista que con tan usted que lo encontraba bien. más insólito tesón en nuestro medio sostu adelante agrega, recordando su inter viera durante cuatro años, se rastrea la vención en primer Comité Aprista que historia de nuestra definición política fundamos en Lima, lo siguiente: La El mismo, con la acertada destreza pe mejor prueba de que no soy absoluta riodística que le caracterizaba periodís mente adverso (subrayado por mi) a tica en el sentido de Bernard Shaw, que la le ha dado tan alta calidad al vocabloes que le he dado ya la definió como una revista histórica. mi adhesión en principio, aceptando el La trayectoria de la vida de Maria concepto que preside su carta a Amauta y sobre todo tegui si bien fué distinta o paralela la todo participando, no por cierto pasiva ni adjetivamente, en la ruta de la generación del 23, que es la constitución de la mía, se llegó a unir sólidamente desde de Haya de la To este año hasta muy avanzado el 29.
Se refiere a noviembre de 1926 plan rre del de Ocurrió con Mariátegui y la gente de mi teando el rol de los intelectuales dentro generación, que al finalizar su vida tu del frente vimos divergencias, las mismas que sur Por si no fuera suficiente esta refegidas en momentos cruciales de rencia, me remito tanto a la primera cha, hubieran desaparecido a no ser por época de la revista Amauta como a la brevedad de su existencia. No quiero la obra fundamental de Mariátegui, referirme a las incidencias del debate Ensayos. de la que se ha hecho en los que demandaría muchas nutridas pági primeros meses de este año 1934 una mente, en ra para las a en Lima único CONFRONTACION APRISTA Dos grandes aspectos tiene la obra de Mariáteguir el que aparece en La Escena Contemporánea y el. de Ensayos. Estos dos libros los he visto tallar y es quizás ésta la causa por la que he preterido tanto tiempo mi juicio sobre ellos. Pero, estos libros representativos de su obra intelectual no deben ser considerados al margen de sus otras la mar