REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1934 Sábado 19 de Mayo Tomo XXVIII Núm. 19 Año XV. No. 683 beagad Max Jiménez Un libro de Marañón Los dictadores Los barones del robo Dos cartas americanas Voltaire y Rodo Poesias.
SUMARIO Azorin Victoria Bertrand Heinrich Mann José Vasconcelos En el aniversario 39. de la muerte del profeta hispano americano, José Martí Ugarte y Ricardo Riaño Jauma La prisionera (Cuento)
Carlos linesta La sombra en el camino del hombre Victoria Bertrand Lectura de Diderot.
Manuel Juan del Camino Maria Alicia Dominguez Leonardo Pena Francisco Romero SOBRE FEIJOO Un libro de Marañón Por AZORIN De La Libertad. Madrid. Espana cendemos El nuevo libro de Gregorio Marañón merece ser señalado a la atención pública. Lo merece en grado máximo. Pongamos una piedra blanca en el camino.
Se titula el libro Las ideas biológicas del padre Feijoo (1. Marañón ha leído detenidamente, pluma en mano, todo Fei ca de Feijoo, los libros, los folletos, los simples artículos periodísticos. Ha leido también los libros que más interesaron a Feijoo.
Y, sobre todo ello, sobre la masa enorme de lectura, campea una in teligencia fina, pulera, cuidadosa, exacta, cordial. El libro es una maravilla de escrupulosidad y de precisión. El autor de estas líneas ha escrito mucho sobre eijoo; sólo parte de lo escrito está recogido en volumen: Digamos cuatro palabras sobre el siglo de Feijoo, la posición intelectual de Feijoo y el estilo de Feijoo.
de tarde Pe Benito Feijoo Pintado por Granda dre Isla, se haya arrancado su nombre de una calle entre la befa y el escarnio? si vamos a las cosas menudas, si deslo elemental y primario, es decir, el pueblo, al discurso de don Ignacio Bolivar en su ingreso la Academia Española, en que se nos dan curiosas noticias respeca las inexactitudes, tocantes a la Naturaleza, de los mismos que viven diariamente en contacto con ella. Atengá monos, pues, a las cumbres; veamos cono cosa principal los árboles y no el césped. desde ese punto de vista defendemos nosotros el siglo xvii.
Posición de Feijoo, Andrés Piquer, no citado por Marañón, es el hombre que calla en los corrillos donde se habla; calla, escucha y piensa. Pero en tarde pronuncia unas pocas palabras que vienen a esclarecer súbitamente el tema debatido. Las observaciones sobre Feijoo que Andrés Piquer hace en su Lógica son capitales Las hace inci dentalmente, al pasar. Recojamos algu nas y añadamos otras. Lo esencial en Feijoo es su prurito de novedad. Mara fión habla de ese prurito: Piquer tam bién. La cosa en sí es buena y es mala.
Es buena, porque remueve el es mala, porque puede dar lugar, espíritu, en la visión, en el juicio, a un peligroso desequilibrio. En ese desequilibrio incide Feijoo muchas veces. Feioo quiere saber lo que nadie sabe. Fei100 quiere pensar lo que nadie piensa, Como el medio, el juicio sereno, no es lo pintoresco, lo llamativo, lo sorprendente, Feijoo, llevado de su prurito, se coloca en un extremo. El ansia de novedad le lleva a no quedarse en un punto en que no podría causar ni la sorpresa ni la admiración de las gentes El saber hondo, callado, sereno, sin colorines llamativos, él no lo quiere. No lo quiere y al mismo tiempo lo envidia secretamente. Su actitud con el gran médico Gaspar Casal, el aludido anteriormente, actitud tan finamente estu diada por Marañón, procede de esto. Tal posición espiritual, peligrosa, le había de llevar, por afán de novedad, a ser in justo aun con su misma patria. Lo advierte Piquer. Si en el pleito que se espíritu: Disiento de Marañón en el juicio de nuestro siglo xvii. Para mí el siglo xvil, tan reiteradamente depreciado, es un gran siglo. Son los del xvi cien años pletóricos de vida, de pensamiento y de color. Desprendámonos del dañoso prejuicio. Los nombres de Lorenzana, Flórez, Cadal 0, Hervás, Isla, Bu rriel, Iriarte, Mayáns, Meléndez Valdés, Piquer, Jovellanos, Forner, Moratín, son de primera magnitud. No citamos los deu, Sarmiento, Gerardo Lobo. En cuan to a la política, ahí tenemos a Patiño, Campillo, Ensenada, Aranda, Florida blanca, Campomanes y el mismo Godoy, tan injustamente es en España el siglo de la de la Botánica Lagasca entra en el siglo xix. Su descubrimiento del islandico en las montañas de Asturias es de 1803. Pero este hombre representativo se ha formado en en el siglo xvin. Cómo con tantos y tan espléndidos nombres puede ser considerado el siglo xvii como pobre, mezquino, oscuro, supersticioso, ignaro?
No lo sabemos. Gregorio Marañón, adelantándose a la objeción posible, dice que hay que considerar, no las cumbres, en e justo 51 sino el nivel medio. Pero son tantas las cumbres. Son tantas las personalidades distinguidas! Son tantas que casi estamos tentados de decir que es impopible que en un terreno estéril puedan germinar y crecer tan bellos árboles. cómo determinaremos cuál es el nivel medio? Marañón, incidentalmente, habla en su libro de un cierto médico que ha blaba el latín. Lo cual demuestra, entre otras cosas añade. que en aquel tiem Po, para vergüenza del nuestro, hablalos médicos que no habían pasado por la Universidad. No había cursado estudios iversitarios inédico aludido. Difícil es apreciar el nivel medio de un país. Cuando se lice el nivel medio de ahora, dentro de ciento o doscientos años. qué pensarán de este nivel al encontrarse ante la van dálica destrucción del riquísimo archivo del padre Zacarias García Villada. cómo explicarán que en Valderas, provincia de León, patria de uno de los más grandes escritores españoles, el paban en latin hasta liquen se ana (1) Ediciones de Espasa Calpe, Madrid. 1984.