REPERTORIO AMERICANO 77 ALBERTAZZI AVENDAÑO ABOGADO SAN JOSE, COSTA RICA valdrian OFICINA: 75 vs. Oeste Botica Francesa el propósito ¿Era acaso ingratitud? No, sino lo opuesto. En aquel instante, en que me manifestábais la afectuosa intención, yo me senti condecorado por vosotros. Porque hay dos géneros de condecoraciones: las invisibles, las que se llevan en el corazón, donde la bondad de los buenos amigos como vosotros las han grabado indeleblemente, y luego. las externas y visibles, que no nada si no fueran fadas de aquella acompañadas de aquella idea de la responsabilidad y de esta humilde emoción de gratitud hacia vosotros y hacia mi Gobierno; gratitud más intensa en razón inversa de mis merecimientos menguados. Al observar que el Gobierno, a distancia, ha compartido vuestro error y ha error y ha dado realidad a vuestro deseo añejo, me siento orgullosamente compelido a proceder en el futuro de suerte que no se pueda decir con fundamento que él y vosotros os habéis equivocado enteramente. Pero hay más: hoy que habéis exTELEFONOS: habéis hecho buen uso del dinero en este caso? Lo malo es que no puedo decir que no, ni tampoco que si; porque incluso si el cariño se pudiera atraer mediante dádiva valio.
sa, aun así y todo el gasto seria supérfluo, puesto que con mi cariño contabais de antemano; y si el obsequio significa una recompensa, a mi afecto hacia vosotros, también pudiera parecer supérfluo, pues hasta recompensa es ya el afecto que vosotros siempre me habéis mostrado. Por eso comencé confesando cordialmente que en esto de los honores y condecoraciones temo siempre no acertar con la actitud lucida.
Creo que me perdonaréis, porque al al fin y al cabo, me conocéis bien y sabéis que carezco de una gran cualidad, que echo mucho de menos: la aptitud para el histrionismo; pero en cambio poseo otra cualidad no despreciable: el pudor de los sentimientos. El amigo os da conmovido las gracias, amigos.
OFICINA No. 8726. HABITACION No. 3133 tendido el cariño y la liberalidad hasta el punto de brindarme, por contribución de vuestro peculio, estas insignias trasmutadas en joya. Hace unos minutos me permitia aconsejar en abstracto el buen uso del dinero. ahora se me ofrece este problema. Es que Dos baladas del Padre Pallais Sus manos, sí, sus manos Sus manos tocadoras, Sus manos de virtud.
Acércate leproso, tocaLo! Ciertamente, Tú eres el hombre, lepra; y Dios está en sus manos Colaboración, León de Nicaragua LA BALADA DEL HOMBRE QUE NO inutiles, de sobra. Buscaré mi camico, QUERIA SEGUIR HACIENDO EXPEen la Brujas nocturna de góticos acentos, RIMENTOS HUMANOS junto al re, junto al la, del mar benedictino.
Soy minero que vuelve, se acabó la mina.
LA BALADA DEL HOMBRE QUE ABRIA Se cerró la ventana fugaz de la pregunta.
Soy desolada, sola, Noemí Peregrina, ABRIA ABRIA LOS OJOS POR otra. como una sombra de Rodenbach difunza MAS QUE QUERIA VER NO VEIA NADA Ahora mis ligeros pies, para andar con ellos, No solamente quise, sino que quiero ver se han vuelto pies de plomo, parados, silen. quiero ver. quiero ver!
ciosos Para esto son mis ojos, para ver esta luz!
pies de cuerpo presente, bajo los Siete Sellos, para ver esta luz! para ver esta luz!
pies de pasos dormidos, tardos y recelosos. La huella de Sus ojos, Están en desastrosa quiebra definitiva, la huella de su boca, las palabras humanas, para qué. para qué?
la huella de Sus manos, mis ojos, con dulce nostalgia suspensiva, la huella de Sus pies.
se miran en los claros espejos de la fe.
Como estuvo clavado, Mis ojos isi, mis ojos! Plena sabiduría, los clavos, en la carne, pusieron los antiguos, en su ver y callar. en la Carne sin mancha, Es todo, miniaturas y acuarelas, el dia; dejaron una seña.
y la noche, silencio de Dios, para rezar. Dónde están los rubies? mi lengua la pobre! qu hablaba sin cautela. Dónde están los rubies?
poniendo en sus palabras, tesoros escondidos, y tercos, con humana crueldad de centinela, Sus pies. ah Sus pies!
estaban en acecho, despiertos los oídos.
qu hermosos son sus pies!
De muerte la calumnia. Los dulces animales siete veces hermosos. siete veces hermosos!
son mucho más cristianos, de oido y corazón. qu hermosos son Sus pies!
el tigre calumniado no calumnia; veniales Mira, que son los Pies las siete puñaladas del manso tiburón.
Blancos del Sembrador, Andar y andar! hablar y hablar! experi que salió de mañana, mentos ia sembrar! ia sembrar! Sus ojos! Sus ojos, Sus ojos mañaneros, ojos claros, serenos, limpios y transparentes.
Espejoa encantados!
Divinas lejanías!
Remansos de la luz! Sus ojos, Sus ojos!
Estos si, bien merecen, por tan dulce mirar ser alabados.
Todas las esmeraldas y todos los zafiros!
todas las esmeraldas y todos los zafiros! Sus labios, Sus labios!
Dichosos los oídos qu oyeron. Fué primera vez primera. mal dicho ¿dónde está la segunda. Como El hablado nadie, ni antes ni después!
Como El hablado nadie, ni antes ni después!
Una llama de fuego para quemar la tierra!
La ciudad luminosa fundada sobre el monte!
El perfume del nardo en vasos alabastro! un mercader qu andaba loco buscando perlas!
Oid, para qu oyendo, gustéis del vino nuevo!
Oid, para qu oyendo, sepais cómo es la miel! después. Uno que otro Francisco!
Infima proporción!
Uno cada cien mil!
Papas, reyes, obispos, principes, millonarios, jueces, inquisidores, ministros y banqueros. Fijate cómo llevan todos, la cruz por fuera!
Pobres, locos, humildes, presos y jornaleros, ladrones, prostitutas, mendigos, saltimbanquis. Fijate cómo llevan todos, la cruz por dentro. Cómo huelen a Cristo, los leguitos porteros. Cómo huelen a diablo los padres superiores!
La huella de Sus ojos!
la huella de Su boca!
la huella de Sus manos!
la huella de Sus pies! Pallais, Pbro En Brujas de Flandes, a los ocho días del mes de julio de mil novecientos treinta y cuatro. Por qué no toma Vd. Fenaspirina para quitarse pronto ese resfriado?
BAYER FENASPIRINA para combatir los resfriados y la gripe TTTTTT