216 REPERTORIO AMERICANO Cuatro capítulos de un libro útil y justo Capitulos VII a XI de Bolivar Marul, por EMETERIO SANTOVENIA, de la Academia de la Historia de Cuba. La Habana 1934.
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74 24 sicianangreso DOLIYE para los a a reuair era necesario a AMERICANIDAD Apenas internados en el trabajo de pesar y medir los más complejos pro blemas de América, con ánimo de acudir a su solución, Bolivar y Marti evidenciaron el amplísimo concepto mental. Luchando por la emancipación claboraban acerca de materia tan fundade Venezuela, ya Bolivar anunció que, después de la victoria, las libertadoras extenderían sus miras sobre toda América. Las ideas americanistas do de Marti comenzaron a manifestarse en el curso de su primera estancia en Méjico. En uno y en otro, por arraigada convicción, hermanaron un sentido neto de americanidad y un amor acendrado a las tierras donde habían nacido.
Grada a grado fué creciendo en Bolivar el principio de la unidad de la América hispana. Este principio tomó en el diversas modalidades: uniformidad en los esfuerzos materiales hacia la emancipación, inteligencias políticas, alianzas defensivas contra potencias europeas y compenetración en puntos singulares de la vida del Nuevo Mundo En el medio globo que contemplaba en el conjunto de países que España había regido en el hemisferio occidental, a su entender, buscar fórmulas de sólida convivencia. Los ejércitos libertadores precipitaban la extinción del coloniaje. los hombres salidos de la cruenta brega correspondía consolidar las instituciones de los nuevos estados y acelerar entre ellos próvidos entendimientos. Como brazo y cerebro que era del vasto movimiento transmutatorio, posición resultó conspicua Antes de su destierro en las Antillas, a través del mismo y después de él, con criterio sostenido, Bolivar fomentó la americanidad. Méjico, Venezuela, Nueva Granada, Quito, el Perú, Chile y Buenos Aires presentaban heroicos espectáculos de triunfos e infortunios. Por todas partes corre en el Nuevo Mundo la sangre de sus hijos: mas es ya por la libertad, único objeto digno del sacrificio de la vida de los homA los granadinos, en horas venturosas, advirtió que el día de América había llegado. Dei Congreso de Colombia demandó autorización para unir por los vínculos de la beneficencia a pueblos que la Naturaleza y el Cielo daban por hermanos. Colombia hará su deber en el Perú: llevará sus soldados hasta el Potosí y estos brazos volverán a sus hogares con la sola recompensa de haber contribuído a destruir a los últimos tiranos del Nuevo Mundo. cuestas andaba con el deber, que a si propio se impuso, de no reposar sino cuando América hubiese arrojado a los mares a todos sus opresores.
Su derecha estaba en las bocas del Orinoco y su izquierda se alargaba hasta las márgenes del Río de la Plata. Con énfasis igual habló a los sudamericanos del Alto Perú y Buenos Aires y a los de Venezuela y Nueva Granada Quiso Bolivar que la América libre se uniese frente a la Europa absolutista. Una fuerte cohesión entre las nuevas naciones aseguraría su independencia, reforzada por el orden y la estabiUna sola debe ser la todos los americanos, ya que en todo hemos tenido una perfecta unidad. De su repertorio de estadista eran estos lineamientos: Cuando el triunfo de las armas de Venezuela complete la obra de su independencia, o que circunstancias más favorables nos permitan comunicaciones más frecuentes y relaciones más estrechas, nosotros nos apresuraremos, con el más vivo interés, a entablar, por nuestra parte, el pacto americano, que formando de todas nuestras repúblicas un cuerpo político, presente la América al mundo con un aspecto de majestad y naciones antiguas. La América así uniy grandeza sin ejemplo en da, si el Cielo nos concede este deseado voto, podrá llamarse la reina de las naciones y la madre de las repúblicas. De tal modo adelantó sus pristinas concep ciones. Podría América aspirar a gloria más elevada que de ser madre de repúblicas verdaderas?
Llevada a la esfera de lo real, la americanidad de Bolívar tropezó con derivaciones negativas, como en el caso del de Panamá. Siguió el acael bello bello sueño de que el istmo de Panamá fuese para los americanos lo que el de Corinto había sido griegos, y su iniciativa y sus instancias tendieron alli plenipotenciarios de las repúblicas recién creadas en el Nuevo Mundo. Pero recelos e incomprensiones abortaron la plenitud de la magna idea, acogida y alimentada sólo por parte de los pueblos hispanoamericanos. El propio Bolivar, enfrontando contrapuestos intereses, los que no podía ser ajeno, privó su vasto plan internacional. reducido, al cabo, a mero ensayo sin trascendencia de la amplitud primigenia (1)
La aspiración medular de Bolívar res pecto de América tuvo más extensas raices que las las descubiertas con motivo de la reunión de plenipotenciarios en Panama.
Comprendió y confesó que una liga federal de las naciones hispanulo en realidad venía a ser un noamericanas sólo sería nominal, como pacto con un mundo entero. Buscó y propi ció algo de mayor monta, bien que de naturaleza a incorporea: la unión moral era el máximo propulsor.
punya independencia lo hace todo, lo mismo, debemos conservar este precioso principio. En estas palabras comprendió sus lucubraciones de muchos años. Desde el prin cipio hasta el fin, en tonos muy diversos, él abonó el árbol de la americaniLa actividad mental de Martí avanzó por senda paralela a la que había se guido Bolívar en la creación de la americanidad. Marti no puso su pensamiento ya maduro en la independencia de Cuba como en un fin único y en sí.
Más que cubano, era el genuino hijo de la América hispana, libre por su propio (Pasa a la página 9)
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a dorm an inte to heat 32 abscendent el Wyet tea mudande MARTI (0) En mi libro Bolivar y las Amillas hispanas, en prensa, en Espana, están expuestas y sopesados les contredicciones que florecieron en derredor del Congres 80 de Panamá