Omar Dengo

REPERTORIO AMERICANO 271 Canción de una noche de enero Colaboración Para Andres de Piedra Bueno, en La Habans.
El verano soltó vientos recios, vientos locos que zumban y ruedan, y en las lianas de verdes trapecios acrobáticamente se enredan.
Calendario de signos profundos.
La que rige la vida. Su influjo vuelve el surco y el vientre fecundos, y en el mar mide el flujo y reflujo.
Va la noche en el llano y la sierra deshilando vellones oscuros.
Cambia en mieles su savia la tierra y hay aroma de gajos maduros.
Negra diosa de ritos vedados: cabalisticas cifras dibuja en oscuros rincones callados, donde cuece sus yerbas la bruja.
XX buscan aves y bestias sosiego.
Han abierto despacio, una a una, las estrellas sus broches de fuego, y se asoma, redonda, la luna: Comadrona, nodriza, madrina, que ha colmado las trojes de granos.
Sabe amor que por ella germina y hay cosechas de niños lozanos.
Misteriosa, sencilla y ambigua, Oro y plata en unido reflejo.
Cuenta suelta al azul, perla antigua.
Copa de ámbar, patena y espejo.
Salve luna magnética, miro extasiada tu cara de yeso, y se escapa en canción y suspiro, la quimera que aviva tu beso!
Ilustración de Sánchez Bola al viento del campo de enero en el juego primero del año.
Reina blanca del paje Lucero, y pastora de inmenso rebaño.
Novia triste de cursis poetas, y no obstante, la novia entre todas.
La que inspira pasiones secretas, y es de miel en la noche de bodas.
Vieja y nueva, maligna y propicia.
Quién supiera la dicha o el daño que al poder de tu fuerza se inicia, a través de la curva del año!
Claudia Lars Enero del 84. San José, Costa Rica.
Cinco juicios sobre José Martí en Costa Rica. de Carlos Jinesta Envio de ciones por las prendas literarias que los distinguen. Sanín Cano Bogotá, Colombia Gracias, gran Carlos Jinesta. Preciosa, encantadora monografía sobre Martí en Costa Rica. Cómo acertó usted a casar la precisión documental con cierto género lírico que era natural se encendiera a la sola evocación de nuestro Martí?
Las dos manos de Alfonso Reyes Rio de Janeiro. 1934.
sista (qué descoyuntados los de ahora, prosistas y poetas. y con el testimonio de mi aprecio me suscribo de usted, admirador y amigo, Ismael Enrique Arciniegas Bogotá, febrero 22, de 1934.
Triunfo y felicidad para mi distinguido amigo Carlos Jinesta, el gran ensayista de José Martí en Costa Rica. felicitaciones sinceras por tan hermoso estudio del héroe apóstol de Cuba.
Juana de Ibarborou Montevideo, Uruguay. 1984.
Seño: don Carlos Jinesta.
San José, Costa Rica.
Muy señor mío: Un millón de gracias por el envío de su interesantísimo libro José Martí en Costa Rica.
La lectura de tan bello estudio ha sido, para mí, motivo de gran placer. Me ha llamado mucho la atención su prosa, vibrante, enérgica, concisa. Usted, como prosista, se ha sorbido el aliento de Martí. Hay pedazos suyos que se leen dos veces: no porque no sean claros, sino para gozarlos más.
Su retrato de Marti, con palabras lapidarias, no disonaría entre los que se leen en obras clásicas.
leer su estudio sobre Juan Santamaría.
años estuve en San José unas semanas, como Secretario de nuestra Legación (el Ministro, General Rafael Reyes, no fué, y por eso la Legagación quedó sin efecto. y al día si guiente de mi llegada me fuí, muy temprano, ver la estatua de Juan Santamaría, porque antes de ir a Costa Rica había leído yo un artículo de Darío muy bello sobre el soldado de la tea.
El estudio de usted será admirable.
Saludo en usted a un admirable proAcabo de leer su Martí. Es el Martí que conocemos a través de páginas ya inmortales, y es, sobre todo, su Marti.
Aspectos inéditos de este gran libertador que usted anota en el fluir de su prosa fácil, sobria, castiza, agitada por cierto revuelo nuevo que no logra por eso volverla menos serena y perenne.
Sin lisonja alguna veo en usted a uno de los más correctos y elegantes prosadores de la América Sus libros están en lugar preferido de los escritores míos, de los de nuestro Continente. Los he leído con particular agrado y anotado con estimación. en éste, sobre todo, me hallo a mí mismo, por la sugestión especial que siempre encontré en la biografía. Por qué no traza usted los rasgos biográficos de García Monge, digno ya de tal homenaje perdurable?
icas. Cómo me gustaría Hace muchos He recibido y leído con agrado y no sin provecho sus dos importantes trabajos acerca de José Martí y Omar Dengo, dos ejemplares humanos de diverso significado y dignos ambos de que se perpetúen sus nombres. Su cálida piedad hispanoamericana abarca la vasta esfera sentimental y de pensamiento en donde se comprende la vida poshumana y de esos dos buenos y grandes americanos. Acepte la expresión de mi reconocimiento por el envío de los dos libros y reciba mis felicitaSiempre le tiene presente y le admira su amigo, Augusto Arias Quito, Ecuador