EDITOR: García Monge Correos: Letra Suscrición mensual: 62 00 REPERTORIO AMERICANO 10. 63 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Representante en Hispanoamérica: Alfredo Piñeyro Téllez EXTERIOR El tammt, 1350 Elo 15. 00.
Giro bancario sobre Nueva York Desde que Garrison fundo su Liberator no hubo paz en la Unión: cómo crecen las ideas en la tierra José Mari.
LA VOZ TY DEBIDA. Poema Pedro Salinas, Madrid, 1938.
Poesia de verdad como esa. como aquellas otras de la poe La voz a ti debida no es una yoz vela.
De Luz. Madrid verdad Pedro Salinas En los orígenes esteticistas de la poesia contemporánea española se hizo, en principio, por Rubén Dario, como si fuese la reclamación literaria de un derecho de los poetas, una especie de reclamación pública para la poesia, para el arte poético y literario, como para el Arte con mayúscula en gene.
ral, del más ilusorio silencio. Referencia episódica a El arte en silencio de Maucair. Réplica o resonancia de una poesia significativamente titulada por Rodenbach: El reino del silencio. es que era un reino silenciosamente profundo aquel en que los simbolistas habian sumergido a la poesia, como a una catedral, para poder de esa manera seguir oyendo siempre campanas romanticaz sin saber en dónde. Reino de silencio algodonado y submarino, atmosfera de acuarium Dei gran romanticismo.
trago, del enorme barco catedralizado del romanticismo sumergido, vino este afán pot tico de irse a pique, silenciosamente, por gusto de quedarse alli: como el tonto del cuento, que decir que si pique le gustaba se que daria en el. Todo el estetismo impresionista post romantico se vio picado, o apiquetendo de ese afán submarino de absoluto aislamiento silencioso, de ese último anhelo de sumergirse, deshumanizándose, para ir a meterse y protegerse en tan prodigioso fanal.
Con toda su flora y su fauna correspondiente: puipo, esponja, peria, tesoros escondidos.
peces de colores y srboles de coral Silencio poblado de fantasmas.
Esta era la atmósfera en que entonces les piraba la poesia; de tal manera, que al que rer abandonaria para volver a la superficie, al aire libre de verdad, se moria asfixiada, angustiosamente, como el pez: por lit back, picando en el anzuelo de su nuevo afán de libertad. Toda una poesia, un estetismo poé tico, nos dio este espectáculo, se nos dió en esta bella y angustiosa exhibición mortal de su agonia viva. Como el calamar El calama recién pescado que, agotada su tinta defensiva, al esculpiria, ofrece con su sangre, transparentándola, cristalinamente en todo su e por la congestión de la asfixia, un agonia coloreada infinitamente, como un crepúsculo. Esta ilusión de vida que es represión de muerte fué la de aquel esteticismo ilusoriamente poético, cuando quiso nutir afuera, al aire libre, a la verdad, fueron ins boqueadas, mas impresionistas que inpresionantes, de nquella mentirosa poesía vivida de ilusión o de lesiones: fue el transite de la agonia espectacular de esteticismo poetico aquel que, entre nosotros, tuvo su obra ejemplar, por representativa, en la pocain de Juan Ramón Jiménez, quien en lo más in timo de fantasmal personalidad lirica entraña esta tortura verdadera de una poesia imposible, porque, según nos dice su propio verso, no puede ser verdad: porque era tan mentira, que sigue siendo imposible siempre La vos velada por su propia sangre en un prolongada agonia crepuscular de la ilusión por In que vive o de In que vive este esteticismo, tiene acaso su expresión más perfec.
ta, su constante indefinición más definida en uno de sus mejores libros, que es signifientivo hanta en la impudica irresponsabilidad humann de su titulo: El diario de un poeta recién casado Así, en el diario entético del poeta fantas.
mi, el amor se hace el idolo bello y perece como un reflejo, por e ansia inhumann del ilusorio narcisismo en que, en definitiva, se suicida Sobre la arena movediza del este ticismo no podia edificarse nada, y menos que nada, la verdad de una poesia omorosa que es, en definitiva, por humana, una verdadera moral. sin verdad moral, sin razón de ser humanamente verdadera, no hay amor que valga, pero tampoco poesía: y no hay poema posible. Hay al calamarismo lirico de una poesia que, por no serlo de verdad humana, vive, muriendo siempre, de ilusiones, de mentiras, de fantasmas: agonizante y espectacular Esa poesia fantasma, sin principio ni fin, en permanente fuga, pudo prolongarse indefinidamente, diluyéndose mas y más en su propio inmoralismo poético, su a. moralismo esteticista. toda esta obra poética, ilusoria de vida, de su autor, es su prolongación, en efecto, agónica, crepuscular: aus ecos, reflejos: es la supervivencia, cada vez más debilitada, de aquella inmoral, por sólo bella, idolatria. de aquel perecedero, a fuerza de querer inmortalizarse orgullosamente por si solo, narcisismo suicida. Fue así el estetjeismo puro, la imagen invertido, mortalmente, hasta el fondo de su espejismo, por aguas corrompidas de tan mansa quietud de la inquietud cenagosa de sus vanas Dal hervidero, que dijo el profeta, de sus ranas Ya este hervor o fervor renacuajo se fue alambicando aquella poe.
sia hasta ofrecer ya únicamente, destilada.
una pareza absoluta, desvivida, inhumana, venenos, mortal Con voz velada por In muerte Por eso hoy vuelve, reaso, nobre ella, o se reclama de ella, el vaho turbio de ese otro inmoratismo poético, de ese nuevo esteticismo invertido, de esa mentirosa poesin que se alimenta de Ins emanaciones pestilentes de un infrarrealismo de cloaca: el de aquellas sucias corrientes literarias que, por subterráneas y ciudadanos, han formado como el alcantarillado subsconsciente de toda clase de detritus poéticos, de sobras, de basuras Las que van, porque su propio afán generador ins lleva, a desembocar, por debajo de todo, en busca de aquel fondo submarino distante: nostálgicas de aquel edén perdido, de aquel mentiroso, ilusorio, secreto paraino artificial, La voz por indebida, de toda esa falen poesia, es voz velnda cada vez máis de turbios alientos. Voz inhumana, in respuesta o responsabilidad alguna moral. sin razón de ser verdadera Poesin de ilusión de men tira, y no poesia de verdad.
sin esteticista, ni es tampoco la voz a esta poesia debida, porque cada vez más, en la voz poética de Pedro Salinas, se ha ido perdiendo aquel acento. Ahora, en este poema en que se forma el libro más perfecto, logrado, maduro de su autor, es una voz de nuda, no velada ni de ilusión nt de deseo la que, como en el legendario texto pitagori co, nos dice, claramente, sencillamente, sin veladurn alguna, en verdad, una poesin de En la voz de aquella que habla según el texto pitagorico a que aludo transparenta el sentimiento, el carácter y le disposición femenina. y hasta tal extremo, que debe aconsejarse a la mujer que calle y que se guarde, como de mostrarse deanu.
da ante los ojos de un extranjero, de hacer oir su voz La voz a ella debida, a esu poesin que es ella a la que dijo Bécquer que Meres tú a esa, en definitiva, poesía de nmor, es esti voz tan clara y trnsparante que en este hondo y limpido poema de Salinas, nos llega, hoy, desnuda de verdad, y no velada de flusión o ilusiones de vida, para enseñartios, una vez mais, ahora, como siempre que la poesia es verdad, que no es un estético artificio ilusorio: porque no es som bra, nl fantasma, sino verdad la más insos pechada la más pura. Es voz a ella debida.
In poesia que de este modo se desnuda o verifica, debiéndose a un amor o pasión humana como a su propia y excelsa realidad asl se realiza, por eso, despersonalizándose.
como cosa ideals voz debida a un TU OD un TI, de ELLA, que fuerza de serlo, tan humano, tan de ti para mi. se diviniza concretamente en cosa, pero en casa ideal racional. Por eso, esta poesia tiene razón de ser es verdadera: porque tiene razón de ser humann, o sea, razón de ser moral. Estata la tradición mais firme de la poesia, la de la poesin amorosa, en el sentido moral, oracional, en definitiva, humano: In que tuvo su expresión en Dante y en Petrarca como en Miguel Angel y Shakespeare, o como en Garcilno Lope de Vega, en los grandes rominticos, los alásicos de su romanticismo: les Goethe. Heine, Keats. Shelley. Hugo Vieny, Baudelaire. Bécquer. La Ella de todos ello Poesia de verdad. De verdad.
no de vida, y si debida a ella, a su verdad humanisima: y que por serlo, tan de veras, To e, como lo es del hombre, tan humana debido a la mujer. Esa voz, htmanndess nudaverdi dera, de la poesia etern. es In aue yo habla en este Hro, quizdi el mejor de Pedro Salinas, en este poema magistral Gran tradición humana, moral, racional, de la poesia es ésta a la que esta voz, por serlo nella tan de veras debida, nos vuelve, y por lo que su lección debe servirnos para esclarecer la ruta que ha seguido esta nueva poesla española: la que se separó, arrancándoso desgarrandose, por su propio in petu o voluntad, de aquel esteticismo scudo romantico de las postrimerins del diecinuevo principios del veinte. La que nos muestra, hov, ejecutorin, limpin de aquella turhin inmoralidad irracional del esteticismo iluso.
rio, en esta poesin como en la poesia de Jor gre Guillén, o de Rafael Alberti, o de Federtco Garcia Lorca, por una parte. y por otra en la de Gerardo Diego y de Juan Larrea o la de los americanos César Vallejo y Pablo Neruda Poesincon sus verdades propias distintas, claras. Poesin de verdad.
José Bergamin Imprenta LA TRIBUNA.