REPERTORIO AMERICANO EDITOR: García Monge Correos: Letra Suscrición mensual: 00 Marica: Alfredo Piñeyro Téllez EXTERIOR. El semestre, 13. 50 (Elano, 86. 00 o. am Giro bancario sobre Nueva York, SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Desde que Garrison fundó su Liberator no hubo paz en la Unión: cómo crecen las ideas en la tierra. José Marni.
La hoguera gracias.
mi WA tinaja de barro una reseco. Se CAROSY cebose desprengato. entre entre las hirMadera del autor. la guapilita?
como hojas de laurel.
Talentada, a Dios Ora que me arre Alabao sia el Señor. Colaboración cuerdo, si mañana tengo la milpita, qué tal qu enyugar! Vuir a decile a Serafin que me degüelva ha estao este año?
sota yugo.
Da gusto vela. CunSerafin vivía muy lejos.
diditica elotes!
Manue! saltó los bambúes Alabao sia el Señor!
de la tranquera.
En habiendo salú y Ahora quedaban en la cosecha.
cocina las dos. Pa qu eso juera tomujeres.
Maria se echó sobre la do. Suspiró apenas Juana.
banca de cedro poniendo su brazo de cabecera.
Sobre un ancho moledeJuana cerró la puerta.
ro, raspado con el filo de Entraba un poco de frio.
un cuchillo, estaba la piedra gato arqueó el espide moler maiz, el chorreanazo.
dor de café, y una panzuda Entre los tinamastes el cocido. Habia banca de cedro, fogón ardia, las llamas devoraban el cuajiniquil torneadas las patas. Tamualzaban en des de dulce Salas de caña.
envaeltas en ordenadas contorsiones collas mo abrasándose en su colgando de las las vigas.
mismo fuego. Se Olor a café tostado. Risas, dían a trechos. Eran azules voces entre el humo. Un rojas, luego eran lividas, pieу en dras del fogón, rabiosa bacanal, danla cafetera azul, llena de zaban sobre las brasas una viendo, jugaba a malabares interpretación extraña. Parecia que se estaba con su tapadero.
Juana estaba en todo: mientras iba del joven. tan nuevo. En cambio ella, estaba Juana miró a María. Maria estaba dorquemando un dolor!
chorreador al fogón, y de la tinaja a la un poco estropeada. No tenia la cara tan mida. Qué bonita estaba dormida!
piedra, daba conversación a las visitas y bonita, ni el cuerpo tan fresco, tan joven. aquella cara tan rosada!
de.
rato en rato miraba a hurtadillas los tan nuevo.
On pensamiento tremendo se incrustó mal disimulados requiebros que su marido En tanto se arrojaban los dias atropellada en el cerebro de la prodamos ir haciendo viaje, y estardecillo.
samiento crudo y ciego, acababa de azuzar la mente encima de sus tristezas, la pobre Juana abnegación de una alma llena de serenidad.
Antonio adioses, pasaron la tranquera, y en el camino protesta, sin un reproche, sin una que un pensamiento horrible, que quiso defen tranquila sutileza de un amor sencillo, se perdieron bajo una luna que ya iba a ja, rumiando sus inquietudes, amargas y que se habia hecho indispensable como reventar de llena.
el último cuadro de un retablo doloroso.
Pa qu eso juera todo. Juana se gozó en la tragedia. Se sintió En la cocina quedaron solamente los tres: fuerte como el guayacán, y como el guayacán Manuel, Maria y ella, Juana, la pobre Juana Cansancio mental dura. Maria era que venia disimulando su angustia hasta ¡Qué bonita estaba dormida asi. y aquel tragar sus lágrimas. Se le había metido Neurastenia cuerpo tan fresco.
una congoja, una inquietud, una zozobra La llama viva del fogón chisporroteaba.
en todo el cuerpo. Le tenia miedo a los Surmenage. aquella cara tan bonita!
dias porque eran luminosos, le tenía miedo. aquel fuego tan encendido. a las noches porque se prolongaban dema Fatiga general. De pronto! sin saber por qué. acaso siado oscuras y calladas. Sentia que el lo supo jamás? tomando la tinaja de barro martillo del campanario golpeaba las horas cocido, derramó el el agua toda, sobre la en su cabeza, que cada minuto se llevaba son las dolencias que se Cuando su marido entraba con el yugo un pedazo más de sus amores. las curan rápidamente con mañanas limpísimas descubrían en su cara quedó extrañado mirando a mujer. Tenia los ojos encarnados, el tatuaje hondo que dejaban las noches lagrimosos, hinchados.
de vigilia. Qué te pasa. la interrogó con indiCuando, tiempo atrás, Maria quedó huerferente ternura.
fana y sola, Juana le abrió de par en par el medicamento del cual dice Juana de un golpe violento acuñó una las puertas de su casa y de su corazón sonrisa entre la trabazón de sus dolores.
piadoso, y ahora la desagradecida le estaba el distinguido Doctor Peña. El humo esa leñilla verde, que quitando a su marido poco a poco.
Murrieta, que irrita la vista. No ves que acabo de Juana lo sabía. lo estaba viendo. ilo tocaba. apagar. y lo sabia también la piedra del rio donde presta grandes servicios a traYa el humo se habia ido, y Juana aporreaba la ropa tamientos dirigidos severa y seguia llorando. ratos casi les daba la razón. Era tan científicamente Carlos Salazar.
bien hecha Maria. tenia aquella cara tan bonita! jaquel cuerpo tan fresco! itan San José de Costa Rica, mayo de 1984.
a Maria.
débil.
voracidad del fuego al hombro se su KINOCOLA Imprenta LA TRIBUNA.