Democracy

REPERTORIO AMERICANO 377 pronto. Este el ideal mogéneo el medio político de Fran بايل cambiante Barciale mare impasible de La virtud suprema de la Revolu Libertad y autoridad la mayoría de los ciudadanos en ción Francesa fué el entusiasmo.
virtud de la ley de probabilidades, Aquel fervor, aquel empuje que aniPor SALVADOR DE MADARIAGA se compone de hombres mediocres ma todos los actos puros o impuros De La Nación Buenos Aires, Rep. Arg. Envio de con vistas egoístas o miones, los de la Revolución, emana del entucandidatos tendrán que rebajarse siasmo. Pero el entusiasmo a su para recoger sus sufragios hasta vez emana de la fe. Protagonista niveles que repugnan a a los espíripueblo sienten la fe en su obra.
tus altivos. Las democracias tenSu obra es. Es porque de la readerán irremisiblemente hacia práclidad que los revolucionarios hallan ticas demagógicas y los elegidos en su torno a la realidad que llevan por el pueblo serán incapaces de en potencia en sus almas preñadas guiar a la masa hacia tiempos mede porvenir, hay un desnivel sufijores El camino se alejará del fin ciente para impulsarlos a la acción.
por haber querido parecersele deCreen porque ven. Crean porque creen.
En ellos la fe engendra el contraste entre la democracia norhecho.
ma y la democracia hecho, desaniPero este hecho. qué es? No se ma al demócrata. De aquí tres actiespere de mí un cuadro de conjuntudes posibles: se conserva el ideal to de la Revolución Francesa. Dey se intenta hacer menos imperfecmasiado incompetente para hacerlo, to el método; se abandona el ideal y no soy bastante incompetente para el método: se sacrifica el método, a intentarlo. Pero hay una idea senfin de alcanzar mejor y más pronto cilla y general que desearía se aceptase como base de nuestros razonaА un escepticismo análogo tiende mientos sobre este hermoso tema: la influencia creciente de la técnila Revolución Francesa hizo 1:0ca. El estado moderno semeja cada vez más a una máquina complicada.
cia hasta entonces inextricableHay que saber manejarla. El enemente heteróclito.
mi opinión, la verdadera importanmigo de la democracia no es ya el róclito. Aquí reside, en cia de la Declaración de los Dereproceso entre la eficacia y la demochos del Hombre. Nuestra edad cracia no se ventila sed jurado sin entusiasmo ha vertido sobre de la Salvador de Madariaga aquella a página inmortal toda la hiel opinión, sino ante el tribunal imDibujo de Juan Carlos Huergo.
la de la impotencia. Pero hace falta necesidad que nuestros oídos hayan llegado menester que el Estado funciola sordera triste e incurable de la ve tusiasmo, y la experiencia, con sus amarne, y ante ese menester los principios jez para que hayamos olvidado el tono de guras, ha hecho fermentar la sabiduría.
retroceden impotentes.
No hay mejor aquel famoso. parce que vous vous étes Somos escépticos.
prueba que la importancia creciente, donné la peine de naitre. que por bo Si recorremos rápidamente el siglo inevitablemente creciente, que van adca de Fígaro lanza Beaumarchais; hace xix, que lejos de ser un siglo estúpido, quiriendo en nuestras democracias los falta que nuestra memoria histórica ha quedará como una de las épocas más jefes de servicio de los departamentos ya decaído mucho, para que olvidemos fecundas de la humanidad, si no de las de Estado. Frente a la soberanía de los el laberinto de privilegios, de jurisdic más felices, lo hallaremos cruzado por parlamentos y frente al poder político ciones, de injusticias e indignidades que, varias corrientes de experiencia que conde los ministros, se alza esta potencia al lado de tantos encantos y de tantas tribuyen a la decadencia lenta de la fe puramente objetiva y, por lo tanto, dotagracias, constituía el Antiguo Régimen.
revolucionaria.
da de una soberanía intrínseca todo esto, tabla rasa. la Declara En primer lugar una corriente estric ni parlamentos ni ministros pueden alción de los Derechos del Hombre, carta tamente política.
La democracia repocanzar. Los directores y los jefes de y teoría, a la que pone la Revolución sa en ultimo término sobre una confu negociado son los verdaderos reyes abFrancesa su comentario práctico, instausión entre las ideas de fin y de camino.
solutos de las repúblicas.
ra un régimen en el que todos los homde objetivo y de método. Soñamos en De todos los aspectos que reviste esta bres son iguales ante la ley.
la una república ideal, en la que cada ciutragedia contemporánea, en que se enfrenta la libertad de los pueblos con Releamos aquella página. Sin duda al dadano, representando con inteligencia guna hay para dejar y tomar.
el inexorable destino que llamamos efiPero en y abnegación su papel de parte alicuota su conjunto la Declaración de los Derede rey, estudia todos los problemas y se cacia, quizá sea el más dramático el que chos del Hombre y del Ciudadano es, en pronuncia sobre ellos con pleno conocicoloca frente a frente a la economía y política, lo que el Discurso del Método miento de causa y con los ojos fijos en a la política. Esta batalla de y de la economía ha perjudicado a la la en filosofía: una magistral eliminación el interés público. esto hecho, aplicade escombros. El terreno queda limpio: mos las consecuencias constitucionales democracia de las dos maneras que hasta ahora he intentado describir. Porque ya no hay más que construir.
y políticas de nuestro ensueño a las tris la tes realidades inmediatas que nos roeconomía empezó a la dedean. El sueño, así, se anega en lo humocracia sometiendo las instituciones mano, demasiado humano. El ciudadaa la influencia solapada, pero Ahora bien, este entusiasmo que suromnipotente, de de las entidades económitiene la más de las veces ni la in cas. Fueron ge tan puro del alma de un pueblo en los grandes directeligencia, ni la información necesarias ebullición ha fluido ya a través de un sitores, los empresa itica del siglo xix, como los llapara darse cuenta, ni aun aproximada, glo entero de historia, de modo que llemaba la economía de los problemas de la vida colectiva y los capitanes de industrias que se alzaga a nosotros turbio y fangoso. Los infortunios humanos que los soñadores se pronuncia sobre ellos con los ojos fi ban mucho más poderosos que los rejos en sus intereses materiales, sus pre yes de antaño, mucho más temidos que siglo xvi atribuían a reyes y sacerdo juicios o su amante. Así se produce ine los hombres de Estado y después, las tes, han sobrevivido a sacerdotes y re vitablemente una selección a la inversa grandes empresas capitalistas y luego los yes. La sabiduría ha atemperado el en de las clases directoras del gobierno. Si grandes sindicatos obreros y, finalmenla que por falsoar políticas no