300 REPERTORIO AMERICANO ras, en fin, la con aquella visto rroso de hain en Laye.
los principios de esta de las amigas, los labios; más la respon iciosencia, palpita en los des. En ella elabora la más curiosa teo tizado con el nombre de una Interna nerviosidades irresponsables que nos ría soire la mujer contemporánca. Apa cional del amor. Es la tragedia de Eu hacen reconciliarnos con ellos cuando recen a través de sus páginas deshila ropa vista durante los momentos de re los adivinamos tan cerca de la vida.
chadas mecánicas, los rasgos admira poso que le permiten sus crisis milita Nadie ha alcanzado más precisión en bles del cronista, del disecador de paisa res, pacifistas, revolucionarias, financie la frase, más audacia en la metáfora, jes que vimos en sus cuentos de las religiosas. Paul Morand comás objetividad en el lirismo que Paul Noches. Pero todo ello no basta. menta, con el reloj en la mano, las pal Morand. Con un poco de más crueldad, fusión de los planos de la novela, dan pitaciones de Francia cuando ocupa la un resultado de claridad apenas visible. región del Rhur: sigue el progreso de de más amargura, sus páginas nos horían recordar los dibujos terriblemente ¿Será que la novela no tiene razón de Rusia en las extravagancias de humanos del alemán Georges Gross; peser en las creaciones de de la esté ica mujer, mitad icono, mitad locura, que que ro la literatura de Paul Morand no es nos proponen las nuevas generaciones? participa de todas las improvisaciures combativa. Sus cuentos son episodios de Pareciera que todos sus recursos estu de la vida de Moscú; atisba el corazón una vida en movimiento, implacable, que vieran ran agotados, después de las realiza anónimo y seco de una amiga a la que no busca ninguna justificación sin la ciones dinámicas del cinematógrafo; pe sirven de cuadro la emoción de lo im realización de las inclinaciones que ha to justamente por eso sus verdades y previsto por el recuerdo y el paisaje bosus necesidades deberían permanecer sorprendido en los hombres actuales.
Paris, desde la terraza de Morand conoce anulado su interés de intriga y de com St Germain en En la la más dulce ética fatalista y por eso nos promete, de De ella desconoce sus para realizar la movilidad de sus nosla belleza analítica, pura, humana, evi tics, sus nerviosidades, el color del lá talgias, un tratado sobre la moral del tando siempre los peligros del subjetise piz con que pinta sin en viaje, es decir, sobre la única moral que vismo. Pierre Drieux Larochelle, uno de bargo la quiere y la espera y oye lo nuestros contemporáneas sabrán respelos jóvenes novelistas de París, nos ha que de ella le cuenta una tercera amiga, tar mientras no se les demuestre que el dado una prueba de este procedimiento pronta a ser cómplice de un beso trian viaje es también una farsa. Sus frases en sus páginas de Plainte contre Incon gular. la aventura del teléfono? To son cortantes, desinfectantes, hirientes, nu. Morand nos las da, a la inversa, en do es sereno en este libro de relatos eu dominadas por esa higiene comprensiva los capítulos de sus novelas. Muy pronropeos de crueldades psicológicas, de que les da la realidad inmediata, cuya bellezas normales y y pervertidas. He aquí sensación saludable no termina nunca.
sus predilecciones por un arte de narra al poeta del vicio errante acariciando Es curioso el contraste de sus sugerensus consecuencias en el ción en que todo es recio, agudo, ágil y solitario de cias y los medios que emplea para haesencial. Publica una réplica lírica a sus los rincones de la literatura. La exége cerse tangible. En sus diálogos en sus sis de los males de la humanidad tiene noches de la época del armisticio, con el descripciones, en sus ideas aparece de título de Europe Galante. Cristaliza sus comentarios en la soledad del man tardie en tarde una ironía tímida, ura do y por eso son muy pocos los que se sus conceptos de la vida burla que no se compromete. Paul Moatreven a encararla. Toda la poesía del sabilidad del mundo sobre los hombres, rand inaugura una nueva forma de conpecado, de la inconciencia, tar, tan seria y tan cierta como la que la ironía de todo cuanto relata en lo fins de sus deliciosas a las descubrieron Maupassant, Kipling. Conmás hondo de su corazón, el secreto de cuales amamos desde el de los viven en su arte todos los recursos que los cinismos de los diálogos de sus per palacios en que cultivan sus pasiores, harán de su manera una de las consonajes dulcificados por su amor de las sus caprichos, sus juegos peligrosos que quistas literarias más audaces, nacidas paradojas. y construye, sobre esas es se convierten para nosotros en sueños con la sensibilidad que ha revelado la tratificaciones, en una serie de planos nos son odiosos, repulsivos, tienen las guerra.
superpuestos, lo que él mismo ha bau inevitables. sus mismos hombres, si Paris, 1928 La verdad en la caricatura.
muertos. El presente siempre es orienta hacia un rumbo impreun escenario en donde los muer visto. De todas las conquistas (Viene de la pág. 296) tos viven mezclándose en las actuales, y en todos los campos nunca se aventura a presentar hacer bocetos históricos, traba conversaciones de los vivos. de la actividad humana, se ha los hombres tal como ellos son jar sobre una realidad muerta enterrar muy hondo esos muer reido cuando el precursor de ellas en su espiritu. La naturaleza adaptarse a una efemérides en tos, echarles mucha tierra enci las insinuo. Hoy las verdades ya modela rostros equivocos no bien donde no había nada por reve ma, disolverlos, es clarear los ca corrientes, las cosas que entran expresivos ante los cuales el es lar, su dibujo perdia todo efec minos hacia adelante.
por el cauce de la rutina, no despectador queda perplejo. El ca to. Por el contrario, cuando en La risa que se desprende de piertan ganas de reir sino que ricaturista hace entonces lo que el ambiente se anunciaba un la caricatura no es siempre ri producen veneración.
la naturaleza tuvo la cobardia desarrollo politico, la gente cla sa de humor. Muchas veces es Repasar las colecciones de cade ocultar. Arranca de las más maba porque hablase Rendón, risa nerviosa. El desconcierto, la ricaturas viejas es uno de los caras mudas la verdad oculta. porque él haría el milagro de audacia, la profecía, producen ejercicios más extraños a que se han visto mil casos, y aqui precipitar los sucesos. Unica risa. Si al espíritu se le cam rueda dedicarse la inteligencia.
lo hemos comprobado en las más mente la caricatura fija con to bian los planos habituales por Casi nunca producen ni siquiera diversas ocasiones: el hombre da nitidez los hechos esenciales donde se le pasea todos los días, una sonrisa. Hay que hacer un empieza a deformarse, atraido y proyecta sus consecuencias la hilaridad se le resuelve en esfuerzo mental para retrotraerpor la fuerza de veracidad de hasta sus límites extremos. risa. una vez más, consideran se al momento histórico, y como su caricatura hasta identificarse No puedo compartir la opinión do esta circunstancia, los con descontar lo que luego ocurrió, con ella. En el proceso de nues de quienes consideran la carica ceptos de caricatura y juventud para poder reír, y esta ya tros hombres públicos hemos ad tura como una simple critica que vienen a identificarse. No hay risa con disciplina, que produce vertido como han ido ellos de disuelve los hechos pasados. Pe nada que produzca tanta risa no regocijo, sino fatiga trás de las imágenes que les se ro aunque esto únicamente do como todo brote de juventud. El ejemplo del cubilete, del ñaló Ricardo Rendón. Una ima minara en el plano de la cari Cuando una nueva generación sembrero de copa, es un ejemplo gen de esas que en un principio catura, ya podria decirse de ella anuncia un concepto diferente demasiado burgués, pero es un pareció absurda, se va recogien que implicaba un avance, porque de la vida, o del arte, o de la buen ejemplo. El precursor de do a través de los días como una uno de los mayores inconvenien ciencia, o de la politica, todo el ese aparato hizo romper en carnota esencial, y revelándose pro tes que se oponen a toda evolu mundo rie. Ríe el mundo, como cajadas a todos los públicos de fundamente cierta.
ción consiste en que el mundo rie de los locos. Rie, porque se Europa que contemplaron por En la misma obra de Rendón nueva expresión de su timidez, encuentra ante un punto de vis primera vez semejante invense advierte cómo su genio no era no se atreve a enterrar sus ta desconcertante. Porque se le ción. Hoy es casi imposible, otro que el de la caricatura.
es materialmente imposible loCuando, forzado por las exigencias del periodismo, tenía que AGENCIA del Repertorio en Nueva York: Stechert Co. Books grar que nadie se ría de and Periodicals. 31 roth St. New York, sombrero de copa.
una