mos y REPERTORIO AMERICANO 77 Para psique, que no priva de ningupulso de una nueva sensación imprevi esta conciencia como un instrumenta habían logrado, al parecer, una idea clasible, llamando, aquí y allá, la atención material, destinado a absorber y trans ra en este asunto. Fué únicamente más a hechos inesperados. Era aquella la mitir energía. No era, por consiguien tarde, leyendo a Fichte y Schopenhauer, época del impresionismo hasta en pin te, extraño que dudase, más tarde, has cuando empecé a verme en camino de tura. La aprehensión impresionista, por ta de la existencia de la conciencia. Su una solución.
lo tanto, maravillosamente libre de apro girió una nueva física o metafísica, en la Nos hallamos obligados a oscilar enpiaciones o presunciones intelectuales, cual los elementos aportados por la ex tre un trascendentalismo radical, reducihacía sentir a James, de una manera in periencia inmediata serían desplegados do a una solipsis del momento, y un matensa, el hecho de la contingencia o bien y estereotipados de tal manera que vi terialismo destinado a ser suposición la contingencia del hecho. esto se nieran a constituir elementos de la na previa para una cordura convencional.
me antojaba, no una mera peculiaridad turaleza. Pero esta cosmología, com No había contradicción en unir un esde su temperamento, sino una profun puesta de imágenes, tenía el inconve cepticismo, que no era dogmática negada incisión en la más recóndita esencia niente de abolir la imaginación humana ción de nada, y una fe animal que era racional de la vida. Pronto llegué a re con todo el patetismo y la poesia de su francamente una mera suposición impliconocer que la existencia se halla in animalidad.
cita en la acción y en la descripción: Sin trinsicamente dispersa, apoyada en sus James renunció, de este modo, a sus doembargo, hacerse justificable y diferentes momentos, y es totalmente tes de psicología literaria. esa perspica coherente, necesitaba dicha oscilación arbitraria, no sólo en conjunto, sino en cia romántica en la que él tanto se disel carácter y en la incidencia de cada tinguió y que faltó a sus continuado extremos: en qué consistía la una de sus partes. Quien cambia los pe res. Ne enorgullezco de haber seguido cognoscendi del mundo material, pardazos, cambia el mosaico, y no nos es siendo tiendo de discípulo de aquel primer la experiencia inmediata, y en dado contar, ni limitar los elementos, maestra, no sofisticado, que era un agqué consistía la causa fiendi de la excual si se tratase de un pequeño calei nóstico respecto al universo, pero un periencia inmediata, partiendo del mundoscopio que en él pueden agitarse jun poeta intpulsivo cuando ponía el corazón do material.
tos para formar otra imagen: No es fá en sus diagnósticos, un maestro en el pesar de las especulaciones de mi cil que hayan podido preexistir muchos arte de recordar o de adivinar los eleamigo Stromg, yo nunca he visto mude ellos: el placer, el dolor, o bien todo mentos líricos de la experiencia, tales cha nueva luz en este segundo punto.
el dibujo completo.
ei como en rigor se presentaban a él o a mí. Me reduzco simplemente a denunciar Pero, me pregunté. Bastaba esta ra La experiencia lírica y la psicología nacimiento de la conciencia en el cuer zón para hacer incondicionales estas no literaria, como yo aprendi a concebirlas, po animal como un mero hecho. Una vedades. No era la sensación, en su son capítulos de la vida de una raza núcleo de organización herediconstante sorprendernos, una adverten animal en un rincón del mundo natư taria, asumé y gobierna esos cuerpos, cia continua para con nosotros de los ral. Pero antes de relegarlos este huformando, al mismo tiempo en ellos, una choques que ocurrían en el mundo exmilde lugar, terior? mente que sufre, sueña y espera. Las nos mismos choques. no estos investigaciones de un Frazer o de un producirían siempre las mismas sore na de sus prerrogativas espirituales, me vi en la necesidad de afrontar el terrible Freud han demostrado hasta qué punto presas, si no fuera por el hábito y 12 memoria? La experiencia de la indeterproblema que irrumpe cuando la psicoes rica y loca la mente humana en su logía literaria y la experiencia lírica lleesencia, qué hondo es su juego en la no era prueba de indetermigan a ser el eje o la materia misma del vida animal y qué remotas se hallan sus cuando James llegó a conyeruniverso, como sucede en la filosofía más prístinas y más profundas impretir la experiencia inmediata en el hecho moderna siones de una interpretación físico primario, me parecia que su pen ¿No tendrá esta experiencia ninguna daderas causas. Un complemento firsamiento se diluía en palabras o en su condición exterior? Y, de tenerlas, son me e interesante a esas investigaciones persticiones confusas. El libre albedrío, éstas cognoscibles. en qué princi. es el proporcionado por la del un profundo poder moral, opuesto a to pios, si es que no las tiene, se engendran Comportamiento, que yo acepto sincedo lo que sea indeterminación román esas cualidades e se distribuyen esos ramente en su positivo sentido biológitica en el ser: he aquí lo que James traº episodios. Cómo puede la psicología lico. La vida hereditaria del cuerpo, moto de condensar en el más impulsivo teraria, o la experiencia universal, desdificada, accidentale disciplinariamenmovimiento: en el prejuicio de la atención.
cansar en otro apoyo que no sea la fante, forma un ciclo cerrado de hábitos tasía del psicólogo o del historiador? y de acciones. De esto es la mente una Insistía, con vehemencia, en la efi Aunque James había estado preocuexpresión espiritual concomitante, invicacia del hecho de conciencia, invocanr. pado por estas cuestiones y Royce había sible, imponderable y epifenomenal, o do en su apoyo los argumentos darwi basado en ellas su filosofía, ni el uno ni como yo prefiero decir: hipostática, pues nistas; argumentos que consideraban el otro de mis dos principales maestros motrices y las tensiones de la vida animal se han sintetizado en ano del ser, en las verdaderas intuiciones y sentimientos auténticos.
Esta fertilidad espiritual en los cuerpos In angello cum libello. Kempis. la más natural de todas las cosas. Es de la misma manera incomprenEn un rinconcito, con un librito, sible que la existencia toda, que el cam bio o que la génesis son incomprensiun buen cigarro y una copa de bles. Pero podría ser mejor comprendida; esto es: mejor asimilada a los otros milagros naturales si pudiéramos comprender mejor la vida de la materia dondequiera y la de sus diferentes agre He logrado conclusiones más positisuave. delicioso. sin igual vas en el otro punto, sugerido por mi naturalismo; es decir, en la cuestión de FABRICA NACIONAL DE LICORES. San José, Costa Rica la creencia del mundo natural. Creo que el criticismo debe ser invitado, ante todo, a desplegar toda su malicia; nada hay más peligroso, en esto, que la timiminación no nismo, sus verfilosofia otro piano vivos es Anis Imperial gaciones.