REPERTORIO AMERICANO. panol argentino.
SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXVIII San José, Costa Rica 1934 Sábado 24 de Febrero Núm. Año XV. No. 672 SUMARIO Maria Eureala Vox Ferreira. Octavia Ramirez Lunateharsky.
Ramon Sender Ultimas lamentaciones de Abel Martín.
Antonio Machado Mr. Frank Tannenbaum.
Manuel Ugarte le habla los jóvenes de la AGELA.
Más allá de Eberamburs y de su libro España, República de Del testimonio de Valle (4. Trabajadores.
Carlos Ascoll Canrión de la dulce vida.
Claudia Lars El centecario de Parede.
Juan del Camino Azorin Acerca de un farisalco y pasalero escándalo Una página perspicas de Pio Viques.
neva, Lubatcharsky fue trasformador.
Carta alusiva.
Mario Sancho FIGURAS DEL RECUERDO a Por OCTAVIO RAMIREZ De La Nación. Buenos Aires, No sé si a alguno de los muy jóvenes, inclinación heroica hacia los paladines de los que recién empiezan realmente imaginarios, seres de leyenda que ella a vivir y comienzan a informarse y a misma se forjaba en aventuras que nun leer, le sonará a nuevo el nombre de ca vivió. Ese era su tipo, el que, naMaría Eugenia Vaz Ferreira. No pueturalmente, hoy sólo se puede soñar.
de serlo, en cambio, para ningún espíriPor eso se conformó con soñar; pero ved tu, para ningún lector medianamente con qué grandeza: culto que haya pasado los treinta años.
En la trilogía de las grandes poetisas Yo quiero un vencedor de toda cosa, uruguayas, ella, con Delmira invulnerable, universal, sapiente, y Juana de Ibarbourou, forma el pequeinaccesible y único.
ni grupo que aún no ha sido superado, En cuya grácil mano desentonar, se quebrante el acero, aparece quien pueda acercarse, sin compañía tan dilecta. Es el oro se diluya además, la primera en el tiempo. Cuany el bronce en que se funden las corazas, do Delmira Agustini sorprendía con el el sólido granito de los muros, versos y las rocas y las piedras, Juana de Ibarbourou era una criatura, los troncos y los mármoles, María ya como la arcilla modelables sean.
Eugenia Vaz Ferreira era, en el Montevideo todavía un poco aldeano tuyo pie sin valla y sin obstáculo de principios del siglo, la poetisa de la las murallas amenguen, ciudad. Lo era, sin ruidosa repercusión, se nivelen pozos, ni apuro de publicidad. Publicaba, las columnas se trunguen espaciadamente, en diarios y revistas, y se abran de par en par los pórticos.
después que había leido, recitado y consultado sus versos todas sus amistaY tenía, como producto de su época, des literarias. Sus poesias se propagel culto de las frases bellas y de las paban, de esta manera, por una suerte de labras lujosas. Quizá sus versos, analidifusión oral, indudablemente más fá zados con un sentido actual, puedan incil la urbe reducida de entonces que currir un poco en ese defecto: la acuen la ciudad más vasta de hoy. Tammulación de palabras, el exceso de roMaria Eugenia Vaz Ferreira bién era más estrecha la vinculación de paje verbal, vistiendo, un poco cargalos círculos literarios de Montevideo y damente, a a las ideas. Pero son versos Buenos Aires; cuente en una mujer: un aliento de inadmirablemente cincelados, por un arte años, aquí se le conociera y valorara quietud metafísica, una angustia de más tista que no sentía, desde luego, los pecasi tanto como en su propia tierra. Pe alla, que no alcanzaba a calmar su fe queños problemas To se le valoraba de verdad, con entuhumanos, los senti mientos corrientes, al alcance de siasmo, con apasionamiento, como a un profundamente cristiana; tan exaltadasino mente cristiana que yo la he visto levanque buscaba elevarse en temas.
selecto, tarse en medio de una conferencia, más vastos, más generales, más perdu.
descon fine pulía sus versos con fino y exigente cincel de artista. Sé de más de un escritor de la primera fila, con la natural arrovulgaridad, en el fondo y en la forma, de gancia que ponía en todos sus actos, aquella época que, apenas a Montevideo, pedía conocer a con una cierta ostentación, pero tan esde la vulgaridad que la aterraba, que la pontánea, que no resultaba afectada, sa del mundo.
sublevaba, como la más repugnante caMaría Eugenia Vaz Ferreira, como la porque el conferencista comentó, poetisa que más fuertemente le había frase opuesta a a sus creencias, la famosa impresionado por el noble acento de frase de Giordano Bruno sobre el crit De ahí que su vida fuera precisamensu estro. es que su poesía tenía, cifijo. Sus versos no eran pasionales, te eso: un constante afán de escapar a ante todo, alcurnia; alcurnia intelectual ni encendidos, ni mucho menos sensua. la vulgaridad. de ahí que ésta poeti.
y artística. Había, en muchos de sus les. Cuando eran de amor, oscilaban sa tan noble en su estro, tan elevada en.
versos, un caudal profundo y poco fre entre un puro sentimentalismo y una sus temas, fuera, personalmente, la muAgustini.
buy en y de ahí que hace vein.
de todos.
espíritu excepcionalmente que