9 Alcides Arguedas carse som rica: para juzgar el último u no se vieda de ma, su existen, miento ma de los salts dirigen repealismo vertiginos y los sacude como en una cansemerables clavos 360 REPERTORIO AMERICANO Cuando Alcides Arguedas, con así un carácter más particular, más esa serena contradicción que es una de las más hermosas característipersonal, más pintoresco. más Por LEONARDO PENA dramático, lo que llega a convertircas de su espíritu, tuvo el raro vala a veces, en una tragedia: la tralor moral de publicar su candente Colaboracién. Paris. Mayo de 1984. Pueblo enfermo, señalando los degedia de todos esos pobres países fectos o los errores que han conde América, ocupados en tarran.
ducido su patria al marasmo del sombras de poder en simulacros de República.
cual no logra aún evadirse, el gobierno boliviano Con el raro mérisinceridad lo caracteque tuvo riza, Arguedas no ha trepidado en to de agradecérselo y de de recompenseñalar un curioso aspecto de la sario, nombrándolo Secretario de psicología boliviana y, que es un Legación en Europa. Más tarde, en su Historia General de Bolivia, Arpoco, de todos los países de Améguedas tuvo palabras de ruda franese afán de figurar que corroe a Paco lo sus hombres dirigentes, movique le da a la mayor parte de पण esos revolucionario de su país.
un aspecto de tinglado de el caudillo tan féria; tinglado que haría reír si en acerbamente él no se jugase el inmenso drama el clamor de la juventud estudiosa de la vida nacional y si, por enci.
de Bolivia, supo sobreponerse.
de los resentimiento natural que el juicio bandidos que los del historiador debió causarle y se la lucha desesperada que sosofreció a Argu que se encontienen los pueblos para liberarse traba en París, el puesto de Cónde la tiranía, de sul General en Francia. Esos son corrupción, dei nepotismo hechos que sí honran al pueblo que barbarie, y para y de implantar la ha sido capaz de realizarlos, igualde las instipráctica tuciones liberales maltratadas, de mente honran al hombre que los ha laş indolentes libertades desconociinspirado.
das y del divino derecho despojaCuando se conoce el espíritu elesus reales prerrogativas.
vado que es Arguedas, su lealtad, Para reconstituir el. pasado, el su comprensión, su limpieza de alistoriador entra en inexpresable piedad, a la vez los hombres y las cosas que ya no en contacto con tierna y brusca, y la altísima cony valiéndose de su mágicepción moral que tiene del Universo, tales manifestaciones apareco poder de resurrección, las obliga a salir de sus tumbas, para precen normales. Lo contrario, si nos habría extrañado, porque dado su los ante el juicio definitivo de los hombres. como son almas, Alcides Arguedas y contradicción con su fiereza de allas almas no pueden vestirse, están obligadas a presentarse desnumaonde bajo una apariencia de rudeza, y dada la extrema sensibilidad que su tierra. como la historia, más que das, sin sin que ninguna hipócrita maniouna ciencia es un arte, en el cual se bra les permita velar sus, fealdades. El ha conseguido darle a su vida una triunfa un poco por la historiador tiene, así, dos imaginación, es perfecta rectitud y a su obra, una signique lógico que sean los grandes artistas los no pueden ser comparados a ningún otro ficación sana, segura y armoniosa. Una que hagan las mejores historias. Tal es placer: el de aplicar el hierro obra zana y una vida recta se ponen fá el caso de Arguedas. Después de haber do hay que aplicarlo. conoceríamos a cilmente al unísono de un pueblo, aun ecrito su Raza de Bronce, que es un los Cészres, sin ti, oh, Tácito. y sin ti, cuando el corazón de ese pueblo yazca poema y una epopeya, se ha dedicado oh, Suetonio. y el de admirar cuando sumergido en el espesor de los aconte a escribir la historia de su país, que se presenta el simple y grandioso escimientos. Es un hecho gracioso de sen restaba sin historia un país sin histo pectáculo de un corazón en estado de cilla espontaneidad humana, en el cual ria es como un hombre sin nombre: se la sangre de la nación se mezcla al es presiente a dónde va; pero ¿se podría Penturienta tranquilidad, Arguedas coge píritu de sus hombres tivee decir de dónde viene. tomándolo a esos trágicos peleles. Melgarejo, Mopara florecer en energía, en de su nacimiento la vida libre, con la rales, Daza en conocimiento, en perfección. de fundación de la República, para conduahí el que tanto los pueblos como los cirlo hasta nuestros días. Es una vasta istas anhelen esas místicas comunio labor la cual Arguedas trabaja inque raramente se terminan en un ble, remachando, uno a uno, los aspectos que llenan camino de la hisdesencanto.
del metálico puentoria, Arguedas une un gran dominio de Entre Arguedas y su patria el contacte que, un día, le le permitirá al sí mismo, que le permite sofrenar su to es hondo y seguro, pues, no sólo el boliviano de ir hasta la doliente pro sensibilidad, esa perversa sirena que can literato que hay en él ha bebido su ins fundidad de su y de recorrer los ta en todas las playas del conocimiento piración en las fuentes más claras de la mil escondidos meandros, desenvueltos humano y que hizo de Michelet un poealtiplanicie boliviana, sino que luego ese en ondulaciones de taimada grandeza, que un historiador. Así, literato se ha convertido en el artesano pero con escasas vibraciones humanas, sin sirenas, ni espejismos, la obra de de la historia nacional; en un artesano que componen su historia.
Arguedas es la de un perfecto cronista, que ama los materiales con que Indudablemente que una Historia de cuya sola regla y cuya grande y ja hasta sentir el escozor al usarlos. Bolivia no puede tener ni la atracción, inspiratriz es la exactitud.
El rol del historiador es un poco el ni el interés de una Historia de Franen un punto, Arguedas se aparta rol del minero, que cava en las en cia, en donde la obra de los siglos apa de su serenidad habitual: cuando se refietrañas vivas de su patria, para extraer rece violentamente agitada por el enor a la guerra del 79, que él llama la el mineral que ha de vaciar luego en me ritmo de la vida, de las pasiones y guerra injusta. Injusta? Para mí ha los moldes perdurables, apareciendo co de las ideas; pero, no siendo, en sínte sido siempre un motivo de asombro el el exponente del vasto espíritu de sis, la historia de Bolivia, sino la histoque, mientras hay cuatro millones de su raza y como un guardián del bien ria de los caudillos letrados o bárbaros chilenos que creen firmemente que la social y de los valores substanciales de que han dirigido sus destinos, ella tiene (Pasa a la página 364)
corazón ados placeres rojo cuandesartistas suosa y quemante saturnal!
permite dejarse sedítico, que jamás le nes pueblo ta lírico más trabar sola re a mo