REPERTORIO AMERICANO 801 El ciego campanero el.
Su compañero, su guía y su sentido de la vista lo constituían un bordón he.
cho con una rama de guayacán que le trajera el compadre Vicente, cuyo oficio era el de ir a la montaña a recoger parásitas y palmitos para vender en la ciudad.
Este bordón, tenía el privilegio de haber servido para quebrarle la columna vertebral a una enorme cascabela de las que tienen chilinrin en el rabo, que tuvo la ocurrencia de salirle al paso en el propio Bajo de la Hondura. Como tenía méritos, era mejor regalo que podía hacer a Dieguito Créame, compadre. decía Vicente en su fogocidad dialéctica. que en cuanto que logré columbralo en lo más alto del palo, en lo primeritico que pensé jué en usté. No se lo digo pa que me lo agradesca. ya sabe que no soy persona de las que hasen fabores y lo gritan por la caye. más bien le meto su sopapo a la surda cuando quiere metesem, en las cuestiones de la derecha. Pos no bía de sabelo, compadre Visentel. contestaba Dieguito hecho un mar de lágrimas. No bia de sabelo, siendo usté tan requetegüeno. Ya el que tenía me se bía esilacho tuitico. Le cuento lo de la cascabela continuaba Vicente, haciendo caso omiso de las lágrimas de su interlocutor pa que vea que si a mi me sirbió pa salbame la bida, usté ha de serbile pa hasésela más yebadera; está visto que la endina rama de guayacán nasió serbile a los hombres. Con ayuda deya, poderá andar de un lao paotro sin miedo a que sentre un güeco; y hasta si a mal no biene, pa que sihaga de una nobia.
es tan requetebonito el fregao. que nuha de faltar una mechuda que se ennainore del dueño. Andese con cuidao, y no me ponga en el compromiso de tener que ile a dar cuentas a su mujer. lanzaba una enorme carcajada, francota, en la que revelaba todo el apre cio y cariño que sentía por su compa: dre. Según me contó Dieguito, él era una víctima del trabajo: su ceguera la debía a la lucha por la vida. Aunque según su mujer, tenía en ello la haber sido muy malhablao.
mayor culpa ci Su oficio era el de polvorista. Un día en que se devanaba los sesos amarrando una bombeta de las de cuatro truenus que había inventado y cuyo enrollado le resultaba demasiado difícil por ser la primera vez que lo ejecutaba, tuvo la mala te y decir sin pudor alguno que se.
de ponerse a renegar horriblemenbueno: dijo que hacía una enorme barbaridad con San Pedro y hasta con la misma Virgen Santisima. Esto, por supuesto, escandalizó a su mujer haciéndola persignarse para ahuyentar de sí lo que de malo pudiera caerle encima por estar bajo el mismo techo y lo amonesto sentenciosamente para afianzar su inocencia: para Por RIC. JIMENEZ ALPIZAR labras de su mujer se le prendían en las Envio del Autor. Costa Rica y noviembre del 34 carnes como banderillas y lo empujaban a destaparse y renegar con más furia.
Olvidando lo peligroso de su oficio, sacó un calo de puro de su bolsillo, el eslabón la mecha, e hizo lumbre para encender el cabo.
Según su mujer, toda esta maniobra fué aconsejada por el mismísimo demonio que estaba detrás de él, dispuesto a empujarle la mano en cuanto tuviera la mecha encendida, porque se le zafó de ellas y fué a dar a un tarro de pólvora que había a sus pies. los ocho días supo que se había quedado sin casa, sin su hija y sin vista.
Después de veinte años no quiere acordarse de semejante escena y con mucha habilidad esquiva los tiros de quienes le preguntan la causa de su ceguera.
Sintió muy de veras el castigo de Dios. Su mujer, quien le había hecho la reconvención a tiempo, una vez que hubo salido del Hospital, se lo recordó para que moderara sus malos impulsos: Ilustración del Auror Ya bes, Diego lo que te dije, te salió. Por culpa de tus reniegos nos he Qué es eso, Diego. de los sanmos quedao sin la chicanlinsita, sin la tos nuhay que disir esas barbaridades casa, y bos, sin bista. Todabía es tiemtan grandes. Dios te puede castigar! po de que le pidás perdón al Señor pa Como el hombre estaba de un hu ver si te debuelbe la bista. Es una gran mor de todos los diablos y echaba chis tontada de los hombres ponesen ofenpas por todas partes, no recapacitó; ni delo sabiendo que él tiene en las manos siquiera hizo por donde arrepentirse de el castigo. Lo que ahora te toca es resus reniegos, sino que sintió que las pa sar y pedile por la salbasión de tu alma y que recoja en su Santo Seno a la criaturita que se nos quemó.
El pobre lloraba amargamente en un rincón de la cama: el corazón se le hacía un puño al pensar que Dios fuera tan. 1934 vengativo y en su resentimiento penDos erratas saba. Castigame asina. Deberas ques Don Joaquin: duro pa cobrale a uno las cuentas.
En mi nota «Un simbolo de Victor Hugo» hay dos erratas que deseo corregir con interés porque ¿Sería yo capaz de dejar a un chacalinconsidero que su revista es un documento. En los sito mío, esgraciao pa toda la bida, naversos reproducidos en francés hay una de poco da más que porque se le ocurriera menº valor, pero no conviene que quede así. El verso tame la mama? Quién sabe. Pero en debe ser: fin. si Dios es asina. que haberé Te voila, nain immonde, accroupl sur ce nom.
de ser yo, que no soy tan malo.
Este verso pertenece al poema Napoleon III.
La otra errata la siento más porque es en mi Los consejos de su esposa le hiciepropia lengua y hace perder a la frase todo su énfasis afirmativo. La frase correcta es: ron mella. Imposibilitado para trabajar «Cuando se lucha contra la mentira o los errores en su oficio, pasaba los días resbalando que deshonran al mundo, al grande o al pequeño entre sus dedos de sus manos las cuenmundo, se debe tener la cólera del león y la votas del rosario. Guiado por un sobrinito racidad del águila. suyo recorría diariamente el camino Muy afectuosamente, lo llevaba de su casa a la iglesia, en donRómulo Tovar.
de se arrodillaba a mente en los misterios de la religión, sin Gacetilla con ello absolutamente ninguna Apumarco y Rosario Carena: claridad; pero la fe lo sostenía incólume.
Hace dias que les estoy debiendo esta nota. RePara las gentes del pueblo, en su cacibi los versos de Uds. y los lei complacido. La beza iba formándose una aureola de sancolaboración que me llega asi, de procedencia ignotidad; hasta la palidez de lirio marchito rada, me ha proporcionado a veces ciertas decep que ostentaba, hacía creer que aque!
ciones. Ello me obliga a pedirles que se manifiesten viejo rezador, arrepentido de sus muchus Uds. Quiero conocerlas, quiero saber con quienes pecados, iba siendo admitido en el Coro me entiendo. Asl convendríamos en la publicación de sus versos; talvez llegariamos a ser buenos amiCelestial: gos y Uds. colaboradoras estimables.
Un día pensó que así ciego, podría Entre tanto, las saluda su servidor affmo. servir de algo más que de rezar. Acto el editor del Rep. Am. continuo hizo que su lazarillo lo llevara Tablero asa meditar profundalograr