apareREPERTORIO AMERICANO Pablo Groussac no la mayoría de.
o que en una revis EDITOR: García Monge Representante on Hispanoamérica: Correos: Letra SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Alfredo Pinoyro Tallez Suscricion mensual: 62 00 EXTERIOR: SE! semestro. 50 Desde que Garrison fundó su Liberator no hubo paz en la Unión: cómo crecen las ideas en la llerral José Marli.
El aho. 36. 00 um.
Giro bancario sobre Nueva Yort, Uno de nuestros noveles escrimemorable dia en que el trementores acaba de citar, en un asti culo de revista, el nombre de Pa.
do ogro de la Calle Perú, le acublo Groussac. La cita está hecha Por ARTURO AMBROGI gió en su seno, Leopoldo Lugones; autor de Las Montañas del así como asi. Se comprende. per De el Sol. San Salvador, El Salvador. Envio de Buenos Aires, Oro, creyó desvanecerse a causa fectamente, que conoce de la intensa emoción que expeGroussac. Lo cita por mera referencia. porque supongo que en rimentara; y el generoso Luis Berisso, al ver, por fin, el caso, nada insólito, del novel escritor de de la cita se cncuentra cer, después de tanto retraso, una de esas cosas que él escribia de nuestros imprepa trabajosamente y rados hombres de las que daba letras, o los simples aficionados a la lectura, en calificar de ensayos. caci Horó, enternecido ante el homeno creo del todo inoficioso escrinaje, frente a una fuente de so.
bir estas notas.
lenta y una garrafa de Barolo en El safor. Pablo Groussac no era la cálida y fraterna intimidad de de nacionalidad argentina. Era aquella inolvidable casita de Char, oriundo de Francia; de Toulouse, cas 421. Fue Groussac quien in si no ando equivocado en el dato.
vento a ese insoportable. Rodri Era franchute por los cuatro cosguez Larreta, aturdido estanciero, tados; de esos franchutes netos.
Flaubert de los sótanos del vicjo cuadrados a los cuales el mundo, Paseo Colón, hediondo orin resi no es Francia, les viene flojo.
preso y a vinazo rancio. GrousFrancia uber alles. Tan francés el sac ha escrito un admirable tiseflor Pablo Groussao, que, en to bro: Del Plata al Niagara, que va do el medio siglo que vivió en hice venir cuando fui director de ciudad suda:nericana, identifica la Biblioteca Nacionnl y que he do al país, desempeñando en su hecho leer a alguns amigos efiadministración cargos de gran iincionados a la lectura. Al leerio portancia, stempre firmó Paul. se recuerda a maine. El recuerdo jamás Pablo. Había llegado a la no anda descarriado. Ya Ruben Argentina contratado por el GoDarío, adulando a Groussac para, bierno Federal para dirigir una de a su vez, merecer los displicentes las escuelas normales de provinarrumacos del enfurruñado Ma.
cias. Desembarcó en el viejo puer gister, le había llamado lina vez, to de Buenos Aires relativamente y reincidía en ello: el Taine de joven, recién salido de la Normal Buenos Aires. No sé cómo le de Paris; en la Argentina caso vendría el calificativo al director formó un hogar y tuvo hijos. Coltivo intima amistad con Sarmien: Paui groussà de La Biblioteca, pero si fue efec.
tiva la publicación en sus pági.
to, con Alberdi,. con José: Manuel de tres de los capítulos de Estrada, con Nicolás Avellanel rida hace pocos años. el despat. quiera de los entrenantes en el. una novela de Rubén, El Hombre da, con Pedro Goyena, con con cho de la Biblioteca, fue tomo la pugilato de las letras después de Oro, que nunca llegó a con Bartolo Mitre, con Carlos Pello prolongación de su hogar. Su la del azaroso corretase por las cocluirse, pero por los que se cobrs grini, con Roque Sáenz Peña, con el general Roca, el zorro. Vivió Editó primero, los Andies de la, de las pequeñas revistas, era el bor de bibliotecario fué fecunda. lumnas de los diarios y los folios en flamantes billetes del Banco todas sus roconsagrado a sus cátedras y al Biblioteca, de los cuales salieron sueño dorado, la más grande asdee fieces de labriego todas sus A8periodismo, y con discreta habianos diez volúmenes y recorrinn, piración. Eso, y qué Bartolito Mi perezas de tendero retirado, es lidad bordeó la política criol. a. do los cuales pueden encontrar: tre les ábriese las puertas de La indudable que el sefior Groussac Escribia en su castellano pecu se sus estudios de história argen. Nación, que era algo así como Le fué un importantísimo factor en liar, muy castizo, tal vez más de lo necesario, y de continuo saltina, de un valori inapreciablo. Temps, de Buenos Aires El el desarrollo de la picado de una pronunciada iro. Luego, quien sabe por qué razo. el áspero seflor Groussac acogie, gentina. Vivio en su despacho de. nia gala. Era el castellano de una nes, los Anales se transmutaron se con, benevolenela alguna de la Biblioteca como dentro de una perfecta traducción castellana. El más a la moder sus producciones y la incluyera concha; y tu fallecimiento debe espiritu, la carne del autor fran. ina. Más a la moderna, dentro de en el material de su gran revis haber sido conceptuado por la cés perduraba en el fondo. Era sus normas de conservatismo. La ta, colmaba de gozo al más in. Nación Argentina como un duelo eso lo agradable que se experi Biblioteca constituſa por aquel en. conforme de aquellos luchadores nacional mentaba al leerle. Lo que tal vez tonces en. Buenos Aires algo asi por la nombradía; y Encarezco a nuestros jóvenes cautivaba. Quien le leía una vez, como la Revue de deux mondes, su firma, una vez tan siquiera. la lectura de las obras de Pablo continuaba frecuentándole. Fueen Al final de cada mes en los sumarios de aquella cubier Groussac, sobre todo, la Del Plade los del glorioso grupo de El hacia su aparición en los escapa ta olivo, era considerado, en los ta al Niagara. En los los anaqueles Nacional, mansión solariega a cu rates de Jag librerías de la Calle círculos intelectuales, como una de muestra Biblioteca Nacional yas brasas yo alcance a calentar. Florida, en una gruesa entrega, consagración definitiva. cada podrán encontrar, empolvándose, mis tropicales huesos ateridos de cubierta olivo, impresa en lo neofito que ingresaba a la capi cast sin ser solicitados sino de por el frescorcito de las brisas de Coni, bien. amazucotadit de Ila hermética, el Sumo Pontifimuy tarde en tarde por uno que del Plata y del recio. soplo del texto. Recuerdo la impaciencia ce le ungía dedicándole en el re otro curioso, unas cuantas de las verso del forro unas veinte o pampero. Cuando yo le conoci, febril con que la esperaban los obras de Groussac. Pero ante toera Director de la Biblioteca, si jóvenes intelectuales, y la veloci treinta lineas, lo más. Hubo al do, insisto en la lectura de Del necura a la que le llevara ul endad con que acudían a proveerse gunas de esas esquemas de pre Plata al Niagara. Dan unas 52trañable carifo del Presidente ec. de su respectivo ejemplar. Para sentación que fueron verdaderos nas de ser uno quien pudiera es.
llegrini y de la cual disfruto 23 ellos, aquella revista era una ca frascos de vitriolo por lo corcosia cribir ese castellano de un franta el momento de su muerte, ocu tedra. arribo a ella de cual vas. Recuerdo muy bien que el (Pasa a la Pag. anterior)
nas de de cultura ar el aparecer Paris.
ya Imprenta. LA TRIBUNA.