REPERTORIO AMERICANO darle la plana a Sancho, aunque éste, Sancho, no sabe escribir ni siquiera palotes, pues no entiende de letra el pobre analfabeto. en cuanto a dictar. jojo con la dictadura! Porque es lo más triste que seamos los letrados los que tengamos que servirle de secretarios. al decir letrados, no quiero decir concretamen te abogados o procuradores, que esto es peor. Porque cuando los abogados y procuradores en Cortes se ponen a re dactarle, y no a su dictado, por ejemplo, una Constitución.
Pero, ialto. no sea que nos despeñeMiguel de Unamuno sin pia.
mos Nuestra Colombia De el Tiempo. Bogotá bajas Colombia ha aceptado entregar su con flicto a la Sociedad de las Naciones, y siendo ella la agredida, según la opinión más esclarecida del Continente, la reso lución toma un carácter moral de primer orden y obliga no poco a nuestros paí ses a considerarlo sobreestimarlo.
La lealtad, virtud pagana que el cristianismo adoptó, virtud racic común a cualquier pueblo sensato, pesar de su apariencia de cualidad corriente, ralea en la conducta individual, y no diga mos er: la colectiva. Como calvea la de cencia, como calvea la equidad, en nuestros pobres tiempos de lacerías El acto de Colombia se trae el contenido de una lealtad doble; lealtad al pacto firrnado con la Sociedad de las Naciones y lealtad al Continente entero, que con una espectativa angustiosa, pedía y esperaka esto, que Colombia, la fiel, le ha otorgado.
La adhesión a la Sociedad de las Na ciones va resultando una cosa formal y no entrañable, un paso de mera cortesía hacia las potencias que allí las cuales se quiere quedar bien como camarada. como así tan ligera y neciamente, se toma el compromiso contraído con ella, cuando vienen los conflictos gruesos, los choques reales, los países que firmaron con tal banalidad, ciencia del bien y del mal, aquesta Uli 12 taría mejor traducirlo al romance y decir que al picarle el tábano (estro. cogió la púa (plectro) y se puso a rascar en la bandurria una canción? Bandurria y no guitarra (citara. porque ésta se toca. Traducir. Romancear! Sí, ya sé que no todo es traducible, que hay cosas in.
traductibles a cualquier lenguaje humano. aquí me viene al caso, por un cierto intimo de ideas y de sentimientos quiero y delgado encadenamiento de sísimo del maravilloso soneto francésun milagro de Gerardo de Nerval, que este poeta suicida intituló El desdicha do. así, en castellano. El desdichado era el príncipe de Aquitania, el tenebroso, el viudo, el inconsolado, el de la to rre abolida. el aludido verso sigue diciendo: ai revé dans la grotte ou nage la sirena. En castellano: He soñado en la gruta donde nada la sirena. Verso que no se me despega del oído del corazón.
La sirena de la gruta! Cuando se sabe, por estudio, que las sirenas que tentaron a Ulises a perdición no fué con tenta; ción de carne, sino como la serpiente del Paraíso terrenal a Adán y Eva, con tenta ción de saber, del fruto del árbol de ses con contarle leyendas, soñar historias y esto a la luz abierta del Me diterráneo, se comprende lo que pudo haber sido el sueño del príncipe desdien las profundas cavernas del sentido. que dice San Juan de la Cruz, el el de los misterios o secretos cavernarios, uno de los entrañables secretarios, místicos del Verbo. en esas grutas, en que nadan sirenas, en esas profundas cavernas del sentido, se oye palabras puras, nada menos que palabras. más no puede ser y se huele a regüeldos de de Dios. El misterio de la palabra! El miste rio de la palabra es que por la palabra, el verbo, es todo lo que es. En el principio fué la palabra. todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de lo y en ella estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. pieza el cuarto Evangelio. si Fausto quiso corregirlo. qué fué Fausto sino palabra? Cuando se hace algo no queda el hecho sino la hacedora, la palabra.
la palabra fué al principio y la palabra será al fin. Dejar un nombrel Es todo lo vivo que hay que dejar, un nom bre que viva eternamente. Lo demás, son huesos. un nombre no es aire que suena, es soplo, espiritu, con vida y con luz. vive en Dios.
dónde nos ha venido a traer el re que a qué viene todo esto, amigo mío?
Pues viene a que andan por ahí señoritos repulgados y remilgados que, por no poder aguantar olor de regüeldos que huelen a gloria de Dios y a pueblo aldeano, a chotuno, se nos vienen con mandangas, o, como se dice por aquí, con canguin gos en mojo de gato, más o menos rena centistas. Yandan queriendo enmen paises, místico más están y lucir y con se ponen a eludir su obligación y se sa cuden de un tirón la autoridad aceptada.
El espectáculo es desmoralizador has ta no sé dónde, y lo dan por iguales na ciones grandes y chicas, con una veleidad de niños engreidos y versátiles, cuando no de matones que no creen sino en su puño cerrado.
La América nuestra, en sus puntos críticos, que son los menos cultos o los menos organizados, suele presentarse en Ginebra con esa doble estampa de niño veleidoso o de matón que hace su gana.
Digamos lo que digamos, desde Euro pa nos ven en bloque, en partes altas o de una misma masa étnica. Con lo cual, la torpeza o la necesidad, o el abuso de uno de nuestros cual quiera que sea, a todos les estro el crédito ies cuartea la reputación.
Por tratarse, pues, de nuestra honra común, la decisión colombiana de acudir a Ginebra y de acatar a Ginebra, en su trance de armas, nos hace a los del Sur deudores de ella y muy obligados ha cia ella.
Es una actitud la suya de pueblo adulto que no repite por imitación como un niño repite un ritmo, las palabras de derecho y de tribunal internacional. La esencia de la adultez parece que sea el puro concepto de responsabildad, de que el niño carece. Hay además, en la aceptación colom biana del arbitraje, algo que ya no es sólo adulto sino prócer: el sentido de lugar y de circunstancia de calidad, respecto de la Asamblea de la parte. Colombia está en Ginebra, mantiene allí un sitio de preferencia que le han de una parte su condición de gran país y de otra la calidad de sus representantes, y Colombia se ve alli ro deada de las primeras cabezas políticas del mundo y convive de convivencia su perior con una especie de Senado del mundo.
Colombia, ha obrado según el Evange lio de lo de tener ojos y ver, oídos y es.
cuchar. Obra en consecuencia, con una racionalidad cabal.
Una inmensa sensación de alivio hemos sentido siguiendo la línea de su conducta todos los dos los que celamos el destino de nuestros stros pueblos y, desde lugar modesto o destacado, procuramos servir el crédito del Continente. Su voluntad de suspender la acción beligerante para entrar en el clima humano del derecho, su resolución patricia, de patricidad verdadera, de devolver al derecho, una cues gloria por hecho que forma que así em ganado Que la Cansancio mental Neurastenia Surmenage Fatiga general son las dolencias que se curan rápidamente con KINOCOLA el medicamento del cual dice el distinguido Doctor Peña Murrieta, que presta grandes servicios a tratamientos dirigidos severa y científicamente