REPERTORIO AMERICANO EDITOR: García Monge correos: Letra Suscrición mensual: 00 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Desde que Garrison fundo au Liberator no hubo paz en la Unión: cómo crecen las ideas en la tierra. José Marni.
Representante en Hispanoamérica: Alfredo Pinayro Taller EXTERIOR (El semestre, 12. 50 (Elano, 86. 00 an.
Giro bancario sobre Nueva York, La siesta de un fauno (EGLOGA)
Por STEPHANE MALLARMÉ. Versión de RAPAEL LOZANO Envio del traductor. El Paso, Texas, u: El Fauno: Inflemos, pues, oh ninfas. igual que yo los granos Estas ninfas, las quiero perpetuar.
Al desgaire, Traspasando los juncos, mis miradas aviesas, su rosicler ligero voltejea en el aire hieren los blancos cuellos que asoman las lerdo en la somnolencia recia.
traviesas. Amé un ensueño?
las cuales, al sentirse súbitamente heridas, Mi duda, acervo de la noche antigua, diseño con un grito, se esconden en las aguas doren más de un sutil gajo, que al haberse quedado midas; siendo la selva misma, prueba jay! que he tomado y concluye el magnifico baño de los cabellos como triunfo la falta ideal de las rosas.
al tremar sus cambiantes las aguas, roh, destellos!
Reflexionemos.
Corro; mas, a mis plantas, miro desfalleporque, las mujeres que glosas cientes responder al anhelo de tus ansias agrestes?
La ilusión huye, Fauno, de los ojos celestes adoloridas tras de sus luchas vehementesa dos bellas, durmiendo entre brazos auy frios, cual llorosa linfa, de la más casta; y, la suspiradora, piensa tú que contrasta daces; como el aura del dia en tu pecho velludo.
y, sin desenlazarlas, cargo con las fugaces. Que no? Si en el deliquio, por el calor tan rudo frayéndolas a este lugar de sombra grata sofocándose exhausca, el alba fresca lucha. que hace que el perfume de las rosas se no musita más agua que la que vierte, ducha, abataen el prado regado por acordes, mi avena.
donde nuestros retozos surgirán al acaso, la única brisa, primordial y serena, como el juego de luces con que muere el que, al pasar por los juncos, surgirá en melodia ocaso.
dispersando sus sones en lluvia de sequia, antes de que realice definitiva fuga, Te adoro, dulce enfado de virgenes remisas, es, en el horizonte sin una sola arruga, goce feroz de fardos desnudos, que deslizas esa forma visible del soplo artificial al huir presurosas de mis labios en brasa, cuando la inspiración sube a lo sideral.
y crugir de la carne que se inmola y fracasa: De la más inhumana a la más inocente, Oh, siculas riberas de un inmóvil pantano todas dejan al cabo su tributo renuente.
que, a cual mas de los soles, por vanidad, profano Stéphane Mallarme.
Mi crimen es que, habiendo vencido los fetacitamente bajo flores de luz, NARRAD: Crayon de Whistler mores Cortando los carrizos que, con habilidad.
y talento, domino: de pronto, en las lejanas que, en cada nueva lucha, nos asaltan fraiverduras de oro glauco que cercan las dores.
fontanas, descubrí los arcanos de la selva intrincada que, al nacer las flautas en un preludio (Viene de la página anterior)
guardada; manso, este vuelo de cisnes ino. de náyades, huye.
pues, escondía apenas mi risa victoriosa eval que supone que basta el nombre en los pliegues felices de la más ardorosa, Asi Inmóvil, en la hora fava que me circuye, y la palabra para crear la cosa. mientras que, con un dedo, tenía prisionera, sin notar por qué arte conjunto, quedé a nuestra Cultura y nuestra Política se para que su plumifera candidez se encendiera, merced de todo el himen que se busca en el la: colmaba de rótulos sin contenido. Pasa a la que parecía ser la más inocente, Despertareme entonces hacia el fervor primero, de pie y solo, bajo este luminoso venero?
Ton por nuestro escenario histórico doc pero que, en los retozos, se mostró indifeU1trinas y teoría, sistemas venidos de rente y, uno de vos, oh, lises, en la inmovilidad, tiene que ser el signo de toda ingenuidad. tramar, que apenas motivaban la chá a todos los caprichos en que la otra incuchara de los políticos o cambiaron el rríaNo es por ese dulce algo que la boca murmura, lenguaje administrativo. por ello, de mis brazos, exangies tras la suave agonia, el beso, y que en voz baja perfidias asegura, con mucha justicia, Luis Alberto Sánse desprendió mi presa, ya para siempre por lo que muestra el virgen pecho mio la herida ingrata, superficial de una misteriosa mordida chez en unas conferencias que nos dió que me dejó marcada algun augusto diente. en Santiago de Chile en 1930, queria sin piedad del sollozo de mi embriaguez Mas. bastal; tal arcano toma por confidente partir de su viejo Perú, desde los Incas opiata.
a la flauta de varios cafiutos que se toca bajo el azul sereno, dejando que la boca hasta el gamonalismo de la Sierra pa ¡No importa. hacia la dicha me llevarán sonriente sueñe, en un largo solo, que puede divertir sando por los frailes, los corregidores otras, que con sus trenzas coronarán mi frente.
a la hermosura extensa fingiendo confundir y los caudillos, para fijar el destino y Pasión mia, tú sabes que encendida y madura, su imagen, que se antoja visión de maravilla, hasta la profecía de su pueblo. En el la granada al romperse cien abejas murmura; con la ingenua que brota de mi canción sencilla, ampararme, tal nuestra sangre, ansiosa de quien la va a tomar, y que, mientras tan alto como el amor modula por si en mis escritos encontró mucho corre por el enjambre de eterno desean los sones de la avena, figure que postula el ostracismo todo lo que molesta al sueño, tiempo pasado, mucha emoción de Histo la hora en que este bosque dorado y gris que gira, ya de espaldas o de flanco, risueño, ria. cerrando estos distingos, quiero se entinta, y; los ojos cerrados, acaricie, virginea, una fiesta se exalta sobre la fronda extinta: pensar cómo más allá de las divergenuna sonora, vana y monótona linea.
cias de forma y de partido (divergen Emal, como en tu fondo, cuando los pies de Venus Trata, pues, instrumento de fugas, oh, Syringa cias inevitables porque ninguna forma sobre candente lava, van a posarse ingenuos, surge la ensoñación o se hace la calma.
que en los lagos me esperas, que tu for no se ni ningún partido puede ceñir todo el extinga, complejo mundo. siempre los hombres ¡Yo aprisiono a la reina!
pues yo, con los rumores de mi orgulloso canto. Oh, castigo. de una misma generación terminan por hablaré de las diosas benignas, cuyo encanto Nol el alma exaltaré en los ritmos de dólatras pinturas, encontrarse en la labor común. Con este sin expresión y el cuerpo casi desfalleciente elevando, a su sombra, tributos de cinturas ánimo, Sánchez y yo nos cruzamos tan al cabo se doblegan en la tarde silente. Igual que cuando suerbo los frutos de la viña, cordiales reparos. es que por sobre logrando que la pena de mi sien se desiña, Hay que aceptar el sueño como un exilio justo; reidor, levanto al cielo cada grano ya ingrávido toda diferencia se nos impone un destirecostado en la arena movida como gusto e, inflando algin orujo de tantas uvas, ávido no de época y de latitud histórica, una de abrir la boca al astro que en el vino persiste!
de encontrar el consuelo que otorga la embriaguez, concordancia final en el revolucionario me quedo, hasta en la noche, mirando a su través tiempo americano que ahora vivimos. Pareja, adiós; la sombra ver que deviniste.
Imprenta. LA TRIBUNA.
vi carnaleomoranduras ondular en descanso: El intelectual y la. des besos, que nos dioses tienen ranim cijena