REPERTORIO AMERICANO Tomo XXIX SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1934 Sábado 17 de Noviembre Año XVI. No. 707 Núm. 19 SUMARIO Lección rectoral, la antigua y sabrosa manera. Remigio Crespo Toral La balada de la Incurable nostalgia Remigio Crespo Toral. Allonso Rumazo Las Estrellas de Claudia Lars.
El miedo a la Valted Fruit Co. ba becho de Costa La verdad en la caricatura.
Paul Morando el temabo de la geografia.
Rica una tribud de esanillos. Juan del Camino El clege campanero.
Las cartas sobre la meta.
Tablero.
ma ofensiva contra la mesa trabajadoru. Ricardo Martinez de la Torre El latelectual, la humana discordia.
La siesta de un faydo. Pallais Alejandro Alvarado Quirós Germán Arciniegas León Pacheco Ric. Jiménez Alpizar Mariano Picón Salas Stephane Mallarmé Lección rectoral, a la antigua y sabrosa manera Por REMIGIO CRESPO TORAL Del Ecuador nos llegó hace tiempo el No inmóvil, sencilla, la misma de todos los de la Revista de la Universidad de Cuenca, y en ella, una estupenda Coferencia días. Desde lejoz te veo inclinada hacia (2 de Abril de 1926) del Rector de la Unimí, como si mirases mi vida agitada en versidad el insigne poeta Dr. Remigio torno tuyo. Dijerase que te prolongas Crespo Toral. Titúlase: Geografia agrícola de la antigua Provincia del Azuay. Medesde el fondo del valle, para seguirme dios de mejorar la agricultura. Enseen mis sueños, para no perder ninguno hanza agricola. Es un tratado de sator de mis pasos. despecho de lo venivirgiliano, en el que la ciencia y el bello de dero por adverso que sea, nuestra inticir cautivan a un tiempo el ánimo. Extractamos algunos pasajes magistrales, para demidad quedará incólume, y no nos sepa.
leite de lectores exigentes. Nota de 1930. raremos. En tu inolvo, bajo tu sombra de verdura, veo blanquear el cementerio. Comienza la ciencia del conocidonde dormiré.
miento por nosotros mismos y por el suclo que nos sustenta; y lástima es que Lucha contra la rutina la inquisición del reino interior y la experiencia de las cosas que nos rodean in La experiencia enseña larga y definimediatamente, materia sean últimas de tivamente: es la ciencia de las conclusionuestra curiosidad, o mejor capítulo prines, la cifra sin estadística réplica. Mas mero de nuestros olvidos.
contra esta ciencia de los hechos, para entrar resueltamente en la reforma, ha de El amor a la tierra lucharse contra la costumbre inveterada, herencia que no debemos aceptar sino Volvamos con el alma y el esfuerzo cuando ella significa conocimiento per a la tierra de que surgió la fuerte raza manente, trascendental a todas las gentes humana: a todas las edades. En la faena agrícoFérrea progenies duris caput extulit la más que en otra alguna prevalece el arvis Vir.
poder de la rutina, aquella manera rectilínea y tenaz del animal humano y a la que hemos de volver, entregándole nuestros despojos. Ella nos alimenconservar la misma postura, la misma forma de marcha en la jornada, sacrita, recibiendo ciclo calor y fecund ficando al instinto el vuelo de la invesdad, y exige de nosotros que la conozcamos, la acariciemos con la robusta ca.
Remigio Crespo Toral tigación. Imitamos en ello a las sabias ricia del trabajo y la demos vida nueva, abejas y a las discretas hormigas, que no echando en el surco la semilla para el mudan de táctica en el trabajo; y no adprodigion de la erminación, Bella o áspe Remigio Crespo Toral partimos que tan admirables obreras lie Aún agita las alas audaces este magnificiertos de la naturaleza; y el compuesto es, y a sus pechos hemos de vivir, nutrico poeta. La muerte ha colocado ya sobre la humano vacila sin hallar nunca la invendos por su leche. No se nos dió escoger la madre: nos la dió el Hacedor, y ninfrente su caricia de canas, pero la niñez nu ción final que le dé el último resultado ha apartado todavia del corazón su inocente gún habitante dei planeta podrá eximirse en la cantidad y en la calidad. El hombre balbuceo.
de obedecer al mandato: señores sed por la libertad. ha de educarse y moHay poetas que mueren niños: Crespo de la tierra. labradla varonilmente!
dificarse por Toral apagará la lumbre de sus ojos en el sí mismo, progresando Desde la primaria, la enseñanza ha amanecer infantil de la postrera aurora. persiempre, en avance continuo hasta hacer de enderezarse al suelo en que asentamos seguirá con ingenuidad hasta el fin a las libéesclava suya a la naturaleza rebelada lulas en las fuentes recamadas del sol. Su la planta, al que cría el leño para el hocontra el poder del trabajo.
alma no ha cambiado; quizás haya tenido augar, convierte el germen en la mies pamento de dolores en el caminar, o haya ahonel pan, la flor en el fruto que endulza Enseñanza vital dado más los hoyuelos de la mejilla con el la acidez de la vida.
sonreír cor. stante; pero el interior, la cuenca Si hemos de reconocer el orden leEn la tierra, se nos dió la heredad, donde anida el espiritu, ha permanecido in gítimo y la gerarquía natural de la enesa como alma de la naturaleza que con tacta: parece la isla, muerta primero en el interior de las aguas, enjuvenecida más tarde señanza, la primera de las disciplinas a la nuestra se compenetra. De ella, direcon los besos de los vientos y de las luces.
que se ha de dedicar la educación es la mos aquí con el poeta aldeano Pomaifecunda en la madurez con el germinar de las agricultura. El ilustre patricio Jovellarols: semillas, con el medrar de los árboles, con nos, en su célebre Memoria sobre la ley Amada hercdad mía, encerrada en la lozana de las flores de la mañana. agraria, dijo a nuestros antepasados: La tre breves linderos, asisto yo a tu vida (Pasa a la página 295) agricultura es un arte y no hay arte que para a