Liberalism

EDITOR: García Monge.
REPERTORIO AMERICANO Correos: Letra Suscrición mensual: 00 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA.
Desde que Garrison fundó su Liberator no hubo paz en la Unión: cómo crecen las ideas en la tierral José Mart.
Representante an Hispanoamérica: Alfredo Piñeyro Téllez EXTERIOR. El Sometre, 12. 50 (Elan, 30. 00 eum.
Giro bancario sobre Nueva York, Manuel Gutiérrez Nájera Por MARTHA CÁNDANO De El Libro y el Pueblo. México, Manuel Gutiérrez Nájera Manuel Gutiérrez Nájera, hace entrar a la poesia mexicana definitivamente al reino del arte. Con él se inicia una nueva era en las letras mexicanas: fué precursor y reforma dor. En la poesia subjetiva, ya cultivada por nuestros romanticos, Gutiérrez Nájera introdujo un elemento nuevo: la distincion.
Su poesia trajo también el verso suave, ondulante, melodioso, no siempre castizo, pero siempre oportuno. Inauguró el reinado de la sencillez; su discreción y su fineza disimulaban la elegancia un tanto buscada de sus poesias. Es introductor en América de las tendencias representadas por Verlaine y Ma.
llarmé, en Francia, el poeta que comunica a la poesía mexicana una gran musicalidad y nuevas palabras e imágenes. Fué un espiritu aislado; surge solo. Desde joven acos tumbróse a meditar. Aprendió el latín y so.
lazó su infancia con la lectura de libros ortodoxos y misticos; frecuento principalmente las obras de Fray Luis de León, San Juan de la Cruz y de Santa Teresa. Pronto se re.
veló su vocación de escritor y, siendo aun niño, comenzó a publicar versos que produjeron impresión por su perfección y belleza, En un principio por sus composiciones relt giosas, como Maria. Dios. Non omnias moriar. composiciones misticas con sabor de infinito, hizo pensar que ocuparia el lugar que Carpio y Pesado hablan tenido en la literatura como salmistas católicos. Pero no fué ese su camino. Esos cánticos no eran sino una de tantas bizarrias de quien iba a pasar por las tralisformaciones más contra.
dictorias y caprichosas, yendo de la Fe hasta la completa negación del Todo; de San Francisco de Asis a Kant. Fué alternativamerte religioso y ateo, se inspiró a la vez ca el arte cristiano, y en la poesia pagana, para volver en sus últimos dias a cantar a Dios.
Influenciado por el liberalismo, por la ley de Reforma y, en general, por el escepticismo ambiente, fue perdiendo las creencias en los dogmas de la iglesia que su madre, ferviente católica, le lego. Por eso, en algunos de sus poemas le vemos inquiriendo la verdad de sus creencias. Desde muy joven, Gutiérrez Nájera aprendió e: francés. Francia ejercia entonces en nuestro país un gran influjo; su idioma y su literatura se habían propagarlo grandemente. causa de estos nuevos es.
tudios Gutiérrez Nájera ge afrancesó, aun cuando en algunas de sus composiciones de esta época todavia se notan influencias de Campoamor y Bécquer; pero ya en sus obras posteriores a 1877, su arte delataba inspiración francesa: Hugo, Vigny, Lamartine, Mueset, y recuerda a Banville, Gautier, Baude.
laire. Esta influencia contribuyó a que Gu.
tiérrez Nájera desarrollara el dón supremo de la gracia, a veces frívola, a veces trascen dental pero siempre alada, elegante, inge.
niosa, dominadora.
En todas sus composiciones, las tristes, las humoristicas, las clé sicas, sobresale su cualidad esencial que és la gracia y que, junto con la naturalidad y la sencillez tan caracteristicas en nuestro poeta, le dan la clave de elegancia sutil de su obra. La Duquesa Job. Para el corpiño y Para un Menú. verdaderos acier.
tos estéticos, nos presentan un aspecto dr poeta, el de la ligereza, que es en donde más se refleja la influencia gala, que tanto le ayudó a inyectar con sangre nueva el es.
pañolismo y a rejuvenecer y flexibilizar la li.
rica. Lo francés, sin embargo, no le altera fundamentalmente; Gutiérrez Nájera siguió siendo romántico y, por lo tanto, pesiroista, melancólico, sentimental, elegiaco. No obs.
tante su serenidad aparente, es un hom.
bre atormentado. En muchos de sus poemas tiene expresiones de angustia hondas y vigorosas. Las poesias Ondas Muertas y Castigadas. son de una ternura elegante y melancólica, que se hace más penetrante y menos suave en Mis Enlutadas. este sen.
timiento del sufrimiento evoluciona más, y por fin en Las Almas Huérfanas da un grito de desesperación que lanza su alma macerada por la duda. En el Monólogo del Incrédulo y en Después. se muestra aún más pesimista, su desesperación crece y en un momento de profundo dolor, llega a lo blasfemo. Es tan implacable la angustia que siente el poeta por el conflicto que se produce en su alma, que reniega de la vida y desea vehementemente morir.
De las desllusiones de la vida nos halla también, pero de una manera simbólica er. Mariposas. Ya había pulsado Gutiérrez Nájera la lira simbolista en Ondas Muertas. que es una muestra de lo que pudo ha.
ber realizado este gran poeta si no hubiera muerto tan joven, a los 34 afios.
Volviendo al problema filosófico y religioso que lastimaba su espiritu, hay que citar Pax Animae. El poeta ha encontrado ya en este poema, en cierto modo, paz a su espiritu; pero es que haya resuelto el pro.
blema, sino más bien es una resignación, un propósito de soportar las injusticias de la vida y olvidar lo malo que contiene; este pen.
samiento lo revelan los siguientes endecasilabos que, ademas, son verdaderos aciertos métricos: Recordar. Perdonar. Haber amado.
Ser dichoso un instante, haber creido.
y luego. reclinarse farigado En el hombro de nieve del olvido.
Gutiérrez Nájera, dejando algunas veces en estos profundos y lúgubres sentimientos, supo ser también, como en Tristísima Nox.
buen poeta descriptivo; descriptivo de cosas inciertas, lo que tiene por explicación su com: rácter modernista. No desconoció ninguna de las corrientes ideológicas de su tiempo: éstas se reflejan en su obra; pero tambien tuvo momentos ilenos de personalidad que no obedecen a ninguna escuela ni a ninguna influencia, sino a su propio ser.
Fue también un poeta del amor, de suave y delicado sensualismo, al que su innato buen gusto le impidió llegar a la vulgaridad de sus contemporáneos franceses que trataron estos asuntos. En La Serenata de Schu.
bert. una de sus mejores composiciones elegiacas, de la que hace una obra maestra, produce estrofas con acentos arrancados a una cuerda que gime constantemente al recuerdo de la amada. Este sólo poema hu.
biera bastado para consagrar a su autor. El canto de esta serenata es súbitamente lu.
mano, cspiritual, poético. Al compás de un ritmo los delicados arpegios de esta melodia verbal flotan en las ondas de plata de la atmósferal tibia y transparente. El viento se lleva los ecos tiernos de la serenata que se esfuma tenuemente en la noche estrellada.
Es esta composición tan melodiosa, que en realidad parece que su autor traslado integra en ella la música de Schubert. En aspiración de impartir a las palabras la cualidad sugestiva de la música estuvo cristalizada en esta magnifica serenata de Gutiérrez Nájera. no fus la única vez que lo logró: en muchos otros de sus poemas también, al leerlos, parece que se está oyendo cantar la letra de alguna exquisita melodia. El Duque Job trabajó literiamente hasta agotarse; fué poeta, humorista, costumbris.
ta, cuentista, crítico, periodista, y todo de una manera admirable. Escribió en La Voz de México. un periódico local; en El Federalista y en El Partido Nacional. en El Renacimiento. en El Mundo Ilustrado y en inuchos otros periódicos que difundian log articulos de nuestro escritor, firmados con diferentes pseudónimos: Recamier, Puck, El Cura de Jalatlaco, Perico de los Palotes, Junius, Juan Lanas, y el más famoso de todos sus sobrenombres: El Duque Job.
Los domingos hacia su viaje al país de las fantasias en su Conversación Dominical. que era una especie de causerie amena y sutil Llenaba cuatro grandes columnas de notas e impresiones, mezclando máximas y anécdotas, novelas cortas y pequenos poemas, el cuento triste y la crónica alegre.
Producía fácilmente; nos dice Urbina que entre charla y charla con sus colegas, el Duque Job dejaba correr la fantasfa suelta y despreocupadamente, sin presentarle obstáculos. La plasticidad y la flexibilidad de su estilo dependian, según el afirmaba, de una caja de música que en el interior del oido indicábale constantemente los ritmos que debia ajustar el idioma. As presentaba ba. Pasa a la pág. anterior)
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