cosas contacto aman REPERTORIO AMERICANO 349 pueblo.
diatamente torcido a pesar de la oposi sa del indio, una muchacha corriendo cas mujeres, pequeñas, de cabezas reción del mundo.
descalza.
dondas, que corren descalzas, enredanMas el polvo avanza como un fantas Hacia delante, todos; en una rara co do sus rebozos azules en los hombros, ma a la mitad del camino que corre en rriente de ansiedad. entre esta gente y a veces llevando en ellos un niño. Las el fondo de la planicie. Ei pasto seco descalza, las carretas de bueyes en lento ropas blancas de los hombres son tan del llano brilla congo una piel suave, lleno trajín rodando rudas ruedas crujientes blancas que sus rostros se vuelven invide sol y de un color rosa ocre, exten bajo el peso de altas redes y atados. sibles: oscuras manchas bajo los grandiéndose entre los montes que parecen Bueyes lentos, cansinos, con cabezas caí des sombreros. Oscuridades vestidas, transpirar su propia oscuridad un das, meciendo sus largos cuernos a la caras de noche, rápidas, silenciosas, con translúcido vapor azul oscuro como pa manera como se mecen las serpientes, y inagotable energía avanzando hacia el ra destacarse de las otras crestas joro con cabestros aplanados de madera que badas de la lejanía. Las arrugadas, silen aprietan fuertemente sus cabezas. Ade muchos de los serranos los indios ciosas montañas de México.
lante, siempre adelante, entre el reseco de las serranías cercanas que llevan allá abajo, al pie de los declives, pasto y el maravilloso verde intenso de unos pequeños sombreros cónicos de las manchas blancas de Huayapa, entre los órganos. Más allá de las peñas y fieltro negro, parecen cubiertos de rolos lagos de sus árboles. Es sábado, y de las flores flotantes del palo blanco, che, de los hombros para arriba. Algulos puatos blancos de los hombres, tro más allá del polvo despeinado de los nos han venido de muy lejos, caminantando cuesta abajo sobre las áridas jo mezquites. De nuevo, la polvareda, en do todo el día de ayer con sus sombrerirobas de la llanura, siguiendo el caden. una prisa mayor, más apresurada que tos negros y sus huaraches forrados de cioso y oscuro movimiento de los banadie, baja rápida y engrandecida por faño regro. Mañana se regresarán de rros, el negro balanceo de las cabezas el camino, sobrepasado y oscureciendo a nuevo, por el mismo camino. sus ojos de las indias montadas entre los canastodos como un cataclismo.
scrán los mismos: negros y brillantes y tos. Día sábado, día de mercado, y de Son en su mayor parte bajos de cuer fieros, en el fondo de sus rostros moremañanita, por lo que las manchas blan po, ze potecas de sangre; hombres pe nos.
Sin ninguna finalidad, ninguna cas de los hombres, a la manera de gaqueños con pechos levantados y rápidas meta, al igual que los gavilanes en el viotas sobre sembrados, bajan y fluyen rodillas, que avanzan con indomable aire; y ninguna dirección para correr, como emanaciones del palo blanco, en el energía, en medio del polvo. hieráti al igual que las nubes.
lomo ondulante del venado de las falas del valle.
En el Mercado Vienen vestidos de manta, blanca como la nieve, y levantan sus ágiles rodiEl mercado es un amplio espacio cu. esto puede unir a Is hombres sin necesillas al trotar el trote del indio tras bierto. Desde las calles adyacentes atrae dad de las armas, desde que el mundo los burros en los que las mujeres van el ruido extraordinario que sale de él. es mundo. Una brazada de leña, una sentadas entre enormes canastos y con Un ruido tremendo e imperceptible a la manta, unos cuantos huevos y tomates sus criaturas amarradas en rebozos convez. Algo así como el charloteo de toson suficientes a hombres, mujeres y nitra sus pechos morenos. muchachas dos los espíritus del mundo, las voces ños para cruzar descalzos millas y micon amplias y largas enaguas de mande todos los fantasmas, dentro de esta llas de valles y montañas. Vender, comoscuridad cubierta ta, corriendo, trotando tras los movicon enorme techo de hierro. Es un ruido como el el de mientos cadenciosos de los burros. Bala lluvia prar, tegatear, cambiar. Cambiar, sobre o el de las palmas agitándose en el vientodas las cosas humano.
jan en familias, en grupos, solos, trotanY débese a esto por lo que tando, corriendo descalzos, silenciosamento. El mercado lleno de indios, carito el regateo, aunque la te hacía diferencia sólo el oscuros, de pies silenciosos, de voces pueblo, en infla las pompas de las cúpulas de su iglesia entre el veracalladas y iprimidas, apretándose y sea un centavo. Alrededor del cer errapujándose en cantidades inmensas.
del mercado, en donde hay una pila de dor quieto de los árboles, allá abajo, ea Los raros murmullos silbantes del idioagua, se venden flores rojas, amarillas las opuestas colinas de piel de venado.
ma zapoteca revueltos con las sonoriday rosas, rosas en montones, claveles la mitad del valle, baja el ancho cade mino, casi rectamente. Se adivina por la des del español, con las dulces y como variados colores, amapolas, espuelas de apartadas voces de mixtecas.
caballero, maravillas de de color naranja o polvareda, que se apresura hacia el pue blo, adelantándose y dejando atrás a Vender o comprar, pero, sobre todo, limón, capullos de azu azucenas todos. Dejando atrás a las oscuras ficomulgar. En la historia del mundo, pensamientos, ramilletes de no me olvilos hombres han inventado dos excuguritas y las blancas manchas que trodes. este mercado no llegan las matan menudamente, misteriosamente hasas para acercarse y comulgar libreravillosas flores tropicales. Sólo las azu cia el mente, en turtas heterogéneas y sin sos cenas silvestres de las colinas y las ropechas. La reiigión y el mercado. Sólo De Jas rancherías y montes bajan los jas orquídeas de color malva.
labriegos y los indios con sus mercancías; y el camino es como una larga peregrinación, envuelta en la precipitación del polva que vuela hacia el pueblo. Oscuros burros orejudos y hombres que corren, mujeres que corren, SAN JOSE, COSTA RICA muchachas y muchachos que corren, cadenciosos asnos ambulando con patas Agentes y Representantes de Casas Extranjeras menuditas, bajo el peso de un gran par Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Register Co. de canastos llenos de tomates y calabazas, de un par de atados llenos de jarros Máquinas de Contabilidad BURROUGHS (Burroughs Adding Machine Co. redondos, de un par de huacales llenos de leños arreglados con la precisión de Máquinas de Escribir ROYAL (Royal Typewriter Co. Inc. una rueda de cigarrillos, de un de costales de carbón, Burros, mulas, soMuebles de Acero y Equipo para Oficinas (Globe Wernicke Co. bre los que vienen grandes canastos en Implementos de Gonia (United States Rubber Co. movimientos rítmicos y sobre ellos la india encaramada grandes huacales golpeando los flancos de los pobres animaMaquinaria en General (James Montley, New York)
les. Un burrito descargado trotando JOHN KEITH, RAMON RAMIREZ atrás de su madre agobiada con bultos, y un hombre en huaraches, vestido de Socio Gerente.
Socio Gerente.
blanco, siguiéndola con la prisa silencioblancas, pueblo.
JOHN KEITH Co. Inc.