su en Alajuela. 14 de marzo de 1984.
Qué hora es. de Enrique II, fueron decisivas en la 206 REPERTORIO AMERICANO zante de la literatura del Siglo de Oro, ambiente; todo esto se tiñe, a su vez, tudio formal e independiente de las es un problema que aun no ha sido re de un fuerte matiz de elementos me grandes corrientes de la Europa renasuelto. Mucho se ha hecho ya; entre los dioevales. Toda la materia prima que centista, una perspectiva de investiganombres de eruditos que le han dedica nos legata el Renacimiento, adquiere de ción un tanto popular de menuda actido el el esfuerzo de labor crítica, cita esta manera un sabor solariego, genui vidad social, realista y callejera.
remos al azar, los de Toffanin, De Lollis, Américo Castro, Bell, Montesinos, namente español. Localizar influencias hemos de poner punto final aquí a espirituales ejercidas y relaciones estas líneas, después de haber abusado Bataillon, todos autores de obras bastante recientes. Sin embargo, aun no se de la atención del lector. Mas antes, su doble aspecto positivo y negativo de ha dicho nada definitivo sobre el asunReforma y Contra Reforma) en la queremos felicitar sinceramente a Mario Sancho por el triunfo alcanzado con to. Hasta ahora se comienzan a locali y en el arte españoles, es una empresa su libro. El triunfo no es sólo suyo, lo zar los hilos orientadores de pensamiencasi imposible.
to, falta todavía tejer al tela. De ahí partes, íntimamente ligadas con el senties también de todos los costarricenses, es un triunfo de la coproviene justamente esa desconcertante patria. Libros miento popular, formando un todo, abimo Viajes y Lecturas llevan una auoposición de criterios, que es el tema garrado y armónico, de elementos y de rcola de prestigio torno de nuestra característico de toda esta literatura.
características raciales. Jamás nación vida intelectual. Quiera Dios que cada La reacción que ha de iniciarse pronto, alguna logró borrar con tanta eficacia, ha de tender, necesariamente, hacia un año venidero que deseamos sean mulos límites de las ideologías individuales chos nos sorprenda su autor con el eclecticismo conciliador. Por eso estitraídas del extranjero, al fundirlas con precioso regalo de un nuevo volumen.
mamos muy justa la actitud crítica tolas nacionales. Por eso es indispensable al abordar el problema de nuestro Re Enrique Macaya Labmann mada por Mario Sancho ante el libro nacimiento, el adoptar, además de un esde De Lollis: la de dudar de la tesis un tanto extremista de la obra.
En nuestra manera de pensar, la idea básica que nunca se ha de perder de vista al juzgar la constitución ética estética de nuestro Siglo de Oro, es la de la enorme resistencia opuesta por el Lecturas para maestros: Nuevos hechos, tradicional realismo español de la Edad nuevas ideas, sugestiones, ejemplos, incitaMedia, a la avalancha renacentitsa. En ciones, perspectivas, noticias, revisiones.
España. esta corriente de reacción solariepa. es especialmente acentuada y fuerte. Por eso. nuestro Renacimiento El Dr. Gregorio Marañón se dirige a los estudiantes es un Renacimiento sui peneris. de una conformación tan peculiar, que aun hay quienes dudan de que literatura castellana, sufriera su influencia.
cientemente, un pedante profesor alemán se ha nermitido escribir un libro sohre España, el (Del discurso en la Asociación de Estudios Médicobiológicos)
el país sin Renacimiento. otro. no menos insolente, se hacía De El Sol. Madrid.
la siguiente prepunta. Existe un Renacimiento Cuando yo era estudiante, nadie se los que parecían mediocres sabían muEspaña. al entrar en la era moderna ocupó de decirnos a los que entonces chas cosas y sabían enseñarlas, y todos de su arte, abandonó mucho menos nos sentábamos en esos bancos que aho dejaron una semilla en el surco que el cantidad de sustancia estética medioeTa ocupais vosotros, y que otras genera espontáneo afán de saber abría en nuesval, que la renunciada por otras naciociones esperan ver libres para ocuparlos tro espíritu. Pero si fuéramos capaces nes europeas, Italia y Francia, por ejema su vez, estas advertencias del deber de pedir cuentas a su memoria se las plo. os escritores españoles fincs universitario que reiteradamente estáis pediríamos, no por la economía de su del siglo xv y de la primera mitad del escuchando vosotros los estudiantes de ciencia, sino porque no nos enseñaron, salvo alguna rara excepción, que hay, al xvi, no eiercieron sobre los destinos de ahora. Importa consignarlo así para que nurstra literatura, la misma influencia no toméis nuestras palabras por la can margen de la ciencia misma, una sabiradicalmente renovadora y negativa que ción eterna de invariala seriedad que duría de la conducta, sin la cual la otra, ejercieron los franceses: Rabelais blemente entonan ante las gentes jóve. la de saber las cosas, es mera informa(con la notable excepción de su esprit gaunes los que se ven forzados a la cir ción sin sentido verdadero, y en suma, gne, Marot, Ronsard y la cunspección y a la disciplina por la pér sabiduría a medias La Pléiade. La época Francisco de los impulsos físicos que empujan en vuestra edad hacia una fecunda la conducta tenemos la disculpa de que Por eso, si nosotros hemos pecado en rebeldía No. Nosotros no os repetimos nuestro deber de hombres, mil veces sufutura orientación artística de Francia, los mismos consejos que escuchárainoa deradicalmente decisivas; se hace entonces perior, en rigurosa trascendencia, al en nuestra época estudiantil, porque na ber profesional y científico, tuvimos que tabla rasa de todo die nos los dio. Cuando pensamos en aprenderlo nosotros mismos a tranpor medioeval. La reacción de Malherbe, no nuestros maestros nos inclinamos ante cas y barrancas con la realidad, que nos puede nunca ser comparada con la reac su memoria llenos de gratitud y de ad ofrece siempre la misma lección a los ción realista y católica (bajo la sombra miración, porque ahora vemos que aur que la viven sin tacto; primero nos per de Trento) que España opuso a la influencia renacentista. De Malherbe brota una doctrina racional de arte clásico: los fundamentos del sigl Tenimos en 28 colores. Además en Negro y Blanco.
Luis XIV.
Del Siglo de Oro español, por el con Zapatillas, Carrieles, Etc. trario, sale una literatura nacionalista y nacionalizante al mismo tiempo, más puede ud. llevarlos en el color que armonice con su emotiva que racional, buscando sus vestido. Trabajamos a base del SISTEMA GADI fuentes. ya no en las disciplinas del arde la casa norteamericana The Gadi Co.
clásico, sino más bien en la vida y en las tradiciones patrias, en la observaTELEFONO NO. 3736 VICTOR CORDERO Cia. SAN JOSE, RO ción y en la comprensión directa de su Re Hay que aceptar, les dice, una disciplina.
Español?
dida siglo de te