José Carlos Mariátegui

REPERTORIO AMERICANO 351 Lawrence volverá chería.
10. Sabía dejó jamás todos los caminos conducen al mismo lugar de descanso, y que esto o aquello nada significa. al anochecer, el camino polvoso a congestionarse con gente sombría y asnos descargados y mulas con nueva carga, todos presurosos, silenciosos otra vez por los campos, de espaldas al pueblo, contentos de salir de él, de ver los cactus y los montes, y los árboles, anunciadores de un poblacho o ranEn cualquiera de éstos se dejarán caer bajo un árbol o una pared, y se quedarán dormidos. Al día siguiente, sin parar hasta sus casas. Han realizado lo que querían en el mercado. Han vendido y comprado. Más que eso, han tenido sus minutos de contacto, de ese flujo centrípeta. Han formado parte de una gran corriente de hombres fluyendo todos hacia un cer:tro, al vórtico de la plaza de un mercado. ahí han sentido la vida concentrarse en ellos, han rozado sus cuerpos con los cálidos y suaves cuerpos de hombres desconocidos de otros lugares, y las voces de éstos han temblado en sus oídos, han pedido y han sido contestacos, en múltiples y extrañas maneras.
Aquí no hay meta, ni finalidad, ni lugar, ni descanso. Nada está fijo, ni siquiera las torres de la iglesia. Las torres de la iglesia que lentamente se inclinan, conto si buscaran también el camino de regreso, al igual que los indígenas arrastrados hacia el vórtice del mercado. luego, como rechazadas por un brusco golpe, dobladas nuevamente cio.
Nada, excepto la nota, la chispa del contacto. Eso, y nada más. Lo que es más evasivo, el único tesoro. Van y vienen, y aun la huella en en sí.
Ciertamento, en el pañuelo dentro de la camisa, los cobres, los centavos anudados, quizá unos cuantos pesos de piaPero éstos desaparecerán también, así como las estrellas desaparecen al rontper el día. Todo tiene que desaparecer. Todo camino emerge en un vórtice y se pierde, vuelve a parecer aliviado en cierto modo a través de las regiones abiertas, para ahí perderse nuevamente Sólo aquello que es en último grado intangible, es lo que importa. El contacto, la chispa del cambio. Aquello que nunca podrá afianzarse, siempre yendo, siempre viniendo, nunca aprensible la chispa del contacto.
Como la estrella de la tarde, en aquel momento que no es de noche ni de día.
Como la estrella vespertina, entre el sol y la luna, por ninguno de los dos atraida. El parpadeo intermediario, la estrella de la tarde, sólo visible al separarse el día de la noche, pero más hermosa que ellos.
Lawrence vivió toda su vida en una nes propias. Estaba bastante apartado transición. De ahí su genio atormentado de la iiusión de los más para recl:azar e irrascible: de ahí también sus ilumina a esos más. no era bastante completo ciones exquisitas e insufribles como el ni bastante conciente del uno para contacto directo de un nervio.
hacer verdadero el más.
Había dejado un mundo: el mundo de Lawrence le era extraño el ritmo los hechos plurales. No se ilusionaba con el moderado de las cosas que cumplen su detallado de las coespectáculo sas aisladas que ofuscan al ojo humamisión inconscientemente dentro del Toque este mundo de do. Esta bendita connaturalización la cosas, este mundo material y práctico del luhabía dejado para siempre. Nunca tuvo gar común era falso; como que lo la paz del terruño que ignora la función vida. que desempeña en por uno más verdadero. Pero nunca no podia alcanzó del todo este otro mundo; el aceptar el terruño porque no estaba bien mundo de la unidad y de la totalidad, connaturalizado en la conciencia de la el mundo como ser orgánico, donde las misma vida. El éxtasis de saberse parcosas sólo son meros fuegos momentáte del Todo nunca le fue muy natural; neos. Estaba bastante cerca de tal munlo asimiló al proceso del vivir.
do como para quedar lejos del otro; Por ese éxtasis, tenía que negar los as mas no estaba lo suficiente en este munpectos moderados y razonables de la do verdadero como para aceptar el munvida: tenía que buscar los momentos exdo de las cosas en el sentido transfi cepcionales. éxtasis definitivo de gurado que las vuelve reales. Sin emsaber que las muchas cosas del mundo bargo, estaba bastante cerca para obte son las imágenes comunes de la unidad ner la visión y el poder de iluminar las vital nunca fué suyo. cosas que combatía, bastante cerca Lawrence estaba preso en la transipara crearlas como artista, pero no tan ción. luchó con frenesí por incorpocerca del mundo verdadero para aceprarse enteramente al mundo verdadero.
tarlas como iluminado.
cortando sus ligaduras con el otro, deLawrence se ha esforzado siempre en sintegrado, que lo retenía. De ahí su nealcanzar la totalidad: y siempre ha fra gación de mente y cultura, de ternura y casado; y siempre ha estado violento y exacerbado por sus fracasos. Estos fración de la hembra. Estas fueron las cuacasos son su vida y son sus libros. lidades que parecían retenerlo un poco Los personajes de sus novelas no son nunca del todo seres pertenecientes a era falso. No fué bastante fuerte ni basuno u otro mundo: en sus libros su pa tante lúcido para saber que su incapaci. sión de escritor nunca llega a iluminar dad para fusionar esas cualidades en un los enteramente como cuerpos orgánicos, ni a infundirles vida como creaciotodo, más que sus virtudes intrínsecas, era lo que lo frustró y dividió.
Waldo Frank el espata ta Noticias de Libros (Registro semanal, extractos y referencias de los libros y follefos que se reciben de los autores y de las Casas editoras. Señalamos: Pedreira: Insularismo. Madrid. 1934 Los cuentos proletarios de Antonio GarCon el autor: San Juan de Puerto cia: Colombia Por la casa editorial Rico.
de Arturo Zapata en Manizales, Colombia. Existe la personalidad nativa. Qué La tierra de las nunuyaoas, por Carsomos y cóino somos colectivamente los Wyld Ospina. 1933.
considerados. Hay una manera inconfundible de ser puertorriqueño?
Otros cuentos del libro: La mala hembra, El manuscrito de Fernan Ave¿Cuáles son nuestras virtudes, nuestros defectos, nuestras taras?
lino, Los dos, Las palomas, La dura La más aguda y penetrante intercerviz. Felipe Esquipulas.
pretación de nuestra conciencia colecNahuyaca: serpiente de Alta Vetiva la hace el Dr. Antonio Pedreira rapaz.
en su nueva obra acabada de recibir Galeria de artistas mexicanos conde Madrid.
temporáneos (2 cuadernos. Carlos MeInsularismo es el esfuerzo más rida y Rufino Tamayo. Prefacio en amsagaz que existe hasta la fecha para bos, de Luis Cardoza y Aragón. Publicaciones definir a nuestro pueblo. Libro fuerte, del Palacio de Bellas Artes. México, 1934doloroso y polémico, sinceramente nuestro. Ordenelo a Libreria Campos, Ave. Alvaro Obregón. México, San Juan, Bazar Atocha, Ponce, 00 ejemplar.
Esteban Pavletich: El Mensaje de México. Lima. 1934.
Julio Casal: Colina de la Música.
Portada de Pastor. Biblioteca Alfars. MonEpigrafe. Me he hecho amplio para contener multitudes. Wali Whittevideo, Uruguay.
man.
Con el autor: Maldonado 2621. MonA la memoria intacta de José Cartevideo, Uruguay.
los Mariátegui dedico.
Delos Canfield: Spanish Literature in Con el autor: mexican language as a source for the Apartado 37. Huanuco, Perú. Pasa la página siguiente. CON AGENCIA PANAMÉRICA, en pleno centro de Buenos Aires. Bolivar, 375. a 200 me.
tros de la Universidad Nacional y del Colegio Nacional Central, y a un paso de las grandes librerias, Ud. puede conseguir semanalmente las nuevas ediciones del Repertorio Americano.