Enrique Espinoza

REPERTORIO AMERICANO 359 buen instrumento, el genio ya aparecería por su cuenta. Vocablos para las cosas nuevas del mundo nuevo, eso es lo que hace falta, y no duplicación, triplicación de voces que designan un mismo objeto de uso doméstico. Vocablos para las cosas de todos los días que vemos y no nornbramos, y si la ocasión fuerza, designamos con un eso. con un esto. Cada vez que se tiene que decir dame esa cosa. hay que sentirse indigente, porque en un idioma culto cada cosa posee un nombre que es obligación conocer. También un rico caudal de emociones se sofoca por la pobreza del estilo. Así se comprende, con sentimiento de inferioridad, cuando leemos las cartas de las norteamericanas.
de los norteamericanos, cartas de viaje o de amistado de pésame. Nuestro auto declarado temperamento a lo Ariel quedaría muy mal parado comparando la correspondencia epistolar de ello; y de nosotros. es porque desde la escuela primaria se les enseña a escribir nerrando, describiendo sencillez, usando la ntuititud generosa de sus vocablos En un pueblo habituado a escribir a conciencia, la aparición de un Galsworthy es únicamente un caso cunibre. el mismo genio, cuando emerge en estas naciones, halla terreno propicio, sus tentas están ya hechos y no tie.
ne más que hacer que combinarles.
Cuando los idiomas están vivos en las épocas de expansión de los pueblos y las culturas, no sólo se usa el vocabulario propio con plenitud, se invenian palabras o se adoptan voces extranjeras.
Del inglés tomamos en otro tiempo términos (coro bistet. previamente adaptado a la indole nacional. Hoy muchos dicen Beefsteak. equivocando la elegancia con el servilismo. no hay ni qué hablar de esa jerga monstruosa que ea los pueblos hispánicos contemporáneos desarrolla el deporte, si lasta le llaman sport.
Y, sin embargo, hubo época en que el habla de Castilla fué señorial y prolifica. Escuchamos hace poco en Buenos Aires La niña boba. de Lope, con trozos como aquel del parto de los gatos, lujo y gracia del idioma, que logra hacer pintoresco suceso tan repugnante y que inventa nombres gloriosos para cada una de las bestezuelas.
Ningún mito, es más profundo que el de la creación como obra del Verbo. De un torrente de palabras surge innumerable y espléndido el mundo. Pudo ser así porque en los labios del Creador hay una palabra para cada brizna de cosa; óleo de bautismo de cada miga del ser, un nombre para cada uno de los pliegues de la túnica del Cosmos.
icon Mann el nostidigitador en esno reciben del idioma el don de un nombre que lo individualice.
En realidad, el problema que señaiamos Ilamémosle aún a riesgo de caer también en pedantería, de la denominación de los seres, no se resuelve por vía del diccionario, así se trate del Webster o del Larousse. Mucho más eficaz que la lectura del vocabulario sería, por ejemplo, ejercitarse en aprender el nombre de todos los objetos de la propia habitación. Mejor aun echerse a la calle o salir al campo con el propósito de designar verbalmente cuanto se mire. Quien lograse nombrar, nada más, las cosas que observa, lograría una págin: literaria perfecta. Lo usual es lo inverso, o sea que, a la hora de escribir, no pensamos sino en palabras; olvidados entonces del milagro vivo que hay en la más humilde contemplación, hacemos, en cambio, estilo; es decir, laena artificiosa y manida. menudo el pensador tiene pensamiento, pero falla porque el léxico le escasea.
asea. Un plo de léxico prolijo pero propio y ejem tan bien empleado que produce arte de primera, lo hallé en cierta Tomás página de sobre el es pectáculo de un cena. La leí hace tiempo en una revista literaria francesa. Dos amigos ocupan sus butacas en el teatro lleno de público escéptico. Vemos al ilusionista que avanza con sus pañuelos de color, sus cajas de cartón y sus botellas. la vista de todos, con gran limpieza, oculta pequeños objetos, los descubre, los cambia de sitio; al mismo tiempo, su discurso interior, el habla de su discurso profesional. Los espectadores, por su cuenta, piensan multitud de asuntos triviales, interrogan unos a otros, guardan silencio. Desde el principio, el lenguaje ha estado evocando las cosas, creando los personajes con un acierto objetivo tan impresionante como el enlace de los temas de una orquesta sinfónica. no hay más, sólo el relato de una ocurrencia compleja, pero cası habitual. En cambio, qué habilidad verbo arquitectónica; una especie de niería literaria. Así se escribe hoy en alemán? Así debiera escribirse sienpre, dando al idioma todo su uso, aprovechando el doble recurso de la propiedad y la multiplicidad de los vocablos.
El mérito indudable de escritores ágiles y eficaces como Martin du Gard, en Nudo de Viperos. y Paul Morand. Terres Divines. Mauriac, en el en sus más recientes libros, reside en el lujo y propiedad del léxico. El mal estilo, en cambio, siempre es un estilo sin garra para el sustantivo y entregado por lo mismo a la blandura, la vaguedad, el morbo de los escritores que acabo de citar. PrecisaSe me dirá que no tienen genio los mente por eso nos es tan útil su ejemplo.
El genio abruma y es inimitable: pero un buen técnico es lo más provechoso que puede ofrecerse a estos pueblos ansericanos donde cada cual se siente con una ráfaga de personal genialidad. Así es quz, si lográsemos elaborarnos un Libros y Autores (Registro semanal, extractos y referencias de los libros y folletos que se reciben de los autores y de las Casas editoras. de inge.
El último tomo y 44 de la serie «Vidas El último titulo de la interesante seri españolas e hispanoamericanas del siglo XIX «Manuales Gallac. Manual de cerámica se titula: Weyler, el hombre de hierro, por Juan Vidal y Marti. Ediciones de Espor Julio Romano. ESPASA CALPE, Ma PASA CALPE. Madrid. 1934.
drid. 1934.
Un clásico más en la preciosa colección En la «Biblioteca Alfaro, Montevideo, Car «Clásicos castellanos, ESPASA CALPE, los Maria Solari ha sacado un libro de poe Madrid. 1934. La Vida de Estebanillo mas: Alrededores del Silencio. Dibujos González, hombre de buen humor, comde Pastor.
puesta por el mismo. Tomos y II. Edición Con el autor: Arenal Grande o y notas de Juan Millé y Giménez.
1524. Montevideo, Uruguay.
Recomendamos a los maestros de las Por ESPASA CALPE, Madrid. 1934.
escuelas: Don Miguel de Unamuno ha sacado El herEl cálculo y la medida en eller gramano Juan o El mundo es teatro. Vieja do de la Escuela Decroly. Por el Dr.
comedia nueva.
Decroly y Hamaider. Ilustrado con 16 láminas fuera de texto por Eladio Garcia El José Berengueras, Misionero del Corazón de Maria, ha publicado en Panamá Martinez. En la «Coleción de Actualides Pedagógicas que edita la benemérita ESPASA(Imp. Nacional, 1934. Rudimentos de Gramalica Karibe Kuna.
CALPE, Madrid. 1934.
En la misma «Colección: Algunos cuentos de los suyos, ha coleccionado Enrique Espinoza en el tome Rut y Constantino Muresanu: La educación de Noemi. Ediciones Buenos Ai la adolescencia por la composición libre.
res. 1934.
Traducción de Mario Sánchez Arbós, ESPASACALPE, Madrid. 1934.
De Ernesto Morales (Vicente López, Bs As. Rep. Argentina) hemos recibido: SabiEn la serie Ciencia y Educación, sección duría de los Incas. Ejemplos, diálogos, contemporánea.
fábulas. Editorial Tor. Buenos Aires.
La lectura silenciosa, por Gladys Lowe Hemos recibido de Germán Arciniegas un Anderson. Traducción española de Blanco ejp. de la segunda edición de El estudiante Suárez. ESPASA CALPE, Madrid. 1934.
de la mesa redonda, seguido de Novelin Extractos y otru referencias de estas obras de la tierra. Bogott. 1934.
se darin en ediciones próximas Con el autor: Apdo. 486. Bogotá.
Colombia. ei bile sudamericano me parece un gran acierto de asimilación que borra la huella extranjera.
Un nuevo libro de poemas de Emilia Bernal: Negro. Habana. 1934.
Ismael Enrique Arciniegas ha publicado su EN BUENOS AIRES, de care solicitare ya anunciada traducción de Los trofeos de Jose Maria de Heredia. Editor: Juan Lozano Repertorio Americano, a la EDITORIAL PAN AME y Lozano. Bogotá. 1934.
RICA. Bolivar, 375. sus adjetivos.