Democracy

Blanco Fombona, Gobernador de Almería se COS un prócer tragarlo noció en fioles, fué encarcelado REPERTORIO AMERICANO Envio del autor. Asunción, Paraguay.
Un telegrama publicado en la prensa bonaerense, hace un poco más de un mes, nos anunció que Rufino Blanco Fombona había sido nombrado gobernador civil de Almería.
La roticia ha sido confirmada.
El ilustre amigo del Paraguay nos pide órdenes desde su alto puesto en la Madre Patria. así se cumple uno de los preceptos más admirables de la Constitución repuaquel que establece (art. 24)
que los naturales de los países hispánide América pueden obtener la ciudadanía española, sin perder o modificar su ciudadanía de origen. por or el solo he cho de residir en la Península.
Nadie con más derecho a confundirse Blanco Fombona en la libre y democrática ciudadanía de la segunda República que el formidable luchador venezolano que desde hace lus mutilados, desconocidos, inocuos, de en tros está incorporado a la vida española. tre los dientes de la censura, y no pocos En cierto modo Blanco Fombona es, tam eran totalmente tachados. las amo bién, de la revolución. Amigo, nestaciones le llegaban continuamente, compañero, camarada los que dieron advirtiéndole que se exponía a que le paen tierra con la caduca monarquía, com sara algo desagradable. Podía partió suerte, sufrió persecuciones, co la tierra, desaparecer, sin dejar rastros, los rigores de daños materiales un buen día, como ocurría diariamente de angustias espirituales, con aquella al con conocidos y desconocidos indeseativez indeclinable y con aquella valentía tles Pero, lejos de amilanarse ante el sin desmayo que le distinguen. AI igual peligro, seguía su obra, en la prensa, en de los esc escritores propagandistas el café, en la tertulia íntima, en el Ate neo, ca las bocacalles, en sus libros, en cuestrada y quemada toda una edición de revistas extranjeras, en su uno de sus más briosos libros contra la dencia, en los mil medios y formas en que se manifiesta su espíritu rebelde y vodictadura de su país. Estuvo en todas las conjuras y hubiera dado luntarioso. No si la dictadura la libertad, si hubiese sido necesario.
Cuando respetó, en cierto modo, su reputación muchos espíritus. cobardes se entregaban o buscaban el olvido de los sando de hostilidades ineficaces para aca mandenes en un silencio y retraimiento llar a un combatiente como él.
Tal vez mujeril, este caballero en sus empeños desesperados para sostecha desataba su lengua y caldeaba su nerse en el poder, en la lucha que man pluma, desafiando todos los peligros. tenía dentro de su propio círculo con la Tocónos en suerte observarlo de cerca letal influencia del monarca y con las en aquellos días de prepotencia monár ambiciones de caudillos militares quica, vísperas de una agonía afrentosa. gados, no tuvo tiempo para perseguirlo En el Palacio de la Gobernación se aga hasta anonadarlo. El hecho es que sus zapaba el el verdadero amo, el el héroe de las actividades se prolongaron a lo largo del sacres, barcelonesas, el de la ley de silencio dictatorial, poniendo en la atonía fuga. mientras Primo de Rivera, bueno del ambiente las resonancias de su gran te, generoso y locuaz, aparentaba tener en sus manos la suma del poder público. La caída del régimen no fué, por Pero Blanco Fombona iba más allá de esta cierto, una sorpresa para su optimismo.
a ealidad y veía, detrás del temido En todo caso se hizo esperar demasiado.
temible ministro la escuáliAños antes escuchamos de sus labios la da figura del libertino en el profecia, como una realidad que se aproque señalaba todas las características de ximaba velozmente, que no podía tardar Fernando VII, atribuyéndole la respon en la fatalidad de los hechos.
sabilidad integra de lo que estaba pasan Descartaba la caída de Primo de Rivera, para el hipócrita solapado era la nueva traición del Rey, el desconcierto siempre su condenación, profetizando su monárquico y el el derrumbe final. así Su casa editorial fué fué. Poeta al fin, y de los grandes, no eficaz centro de podía serie extraño el don del vaticinio.
propaganda revolucio naria. Mientras la policía recogía mu Proclamada la República, el proscripto chos de los libros peligrosos que ponía en lo como si regre en circulación, de otros no tenía noticias sara a su patria. Para él aquel triunfo, sino cuando habían sido ya totalmente que era también suyo, era el triunfo dei distribuídos en forma anónima. Sus ideal en cuyos altares había hecho el sa tículos de prensa eran siempre intencio crificio de su juventud y de su felicidad!
nados y algunos desembozadamente sub Unamuno habló una vez de la necesiversivos. La mayor parte de ellos salían dad del descubrimiento, conquista y co y Carlos y hasta vió en correspon su vida por Ionización de España por América. Blanco Fombona ha sido uno de los nautas más atrevidos en las expediciones espirituales que reclamaba el pensador vasco.
Descubridor de la vieja y gloriosa España de ayer en estudios históricos, revelador de la España de hoy en su copiosa obra de publicista, ha descendido del si glo xvi hasta el presente, cruzando un mar proceloso de mentiras y prejuicios, para arribar a la verdad que ferviente españolismo. en esa su España abrió paso, pluma en mano, a veces en son de guerra, en evangélico apostolado casi siempre, arando en las almas, sembrando la buena semilla y recogiendo el oro de los corazones, Conquistador y colonizador, le toca ahora trocar la ficción en realidad y salir de la literatura para entrar en la vida con los atributos del mando. hé aquí a Amé. rica en España, incorporada a su existencia, prolongándose en ella, trasplantada a su suelo y retoñando en su am biente. Después de cuatro siglos se da el caso de que un hijo de las Indias Occidentales ocupe el solio de los gober: nadores plena España. Venezuela fue la primera tierra continental descubierta por De allí tenía que ser el pri mer mandatario criollo elevado al mando en la tierra de Isabel la Catófica y Está asi consumada la empresa que reclamaba el Rector salmantino, Rufino Blanco Fombona, que es lo más americano que hay en América, por su intima estructura espiritual y por las tradicioestá bien en lo suyo bajo el sol de fuego de Almería, entre palmares y gente morena, de sangre ar diente y alma apasionada. Es allí donde mejor podía darse esta total compene traciór, hispanoamericana, esta fusión del pasado en el presente, este retorno de los hijos al hogar de los abuelos, este abrazo fraternal sancionado en el Código Má ximo, este americanismo que se hace español o este españolismo que se hace americano, tendiendo un un puente sobre el tiempo y la distancia!
sí, podemos hablar de hispanoamericanismo. La Magna España existe.
Dentro de la democracia todo nos une y nada nos separa.
La República repro duce el milagro de Ayacucho. Sobre los escombros de una dinastía extranjera la fraternidad de que blasonamos es hechos y no en el verbalismo de hipo crita oratoria. Una sola lengua da for ma a un pensamiento común. en idéntico ideal de justicia se suman las aspiraciones sociales de los que son vástagos del mismo tronco secular. Un gallego o un aragonés no es más español que un mexicano o un paraguayo. in Urdapilleta, en Zalla ción, es siempre eslabón de la misma ca dena. Un González o un Benitez, aquí allá, sabe a España y sabe a América. Si el Guadalquivir llevó al mar, con sus olas, la ambición y el ensueño de los conquistadores, el Orinoco y el Plata sabemos nes de su linaje, ero sin miedo y sin ta poster Ahora, corazón sanguinacionado, con es en los en cuajar do. o un andaluz o Se sintió en suyo. Era en Asun ar