Individualism

epidemia mes.
gentes hermosas con fuertes vo largos de :12 entre el monssinente espiritual de la clausura tilineas su sonrisa de conocimiento y letra muerta, pero siempre ten Trimerías, 214 REPERTORIO AMERICANO Le veríamos, en retrospectiva iinagea, hori del ojo inquieto y alarmaría con el do, en acabado capítulo de novela, la girando pensativo por las plazas del milagro de su anuncio, dejando temblor tragedia de la belleza criolla en manos Quito siempre verde. erguido a veces desconocido en el alero de la casa seño del tenaz monasticón, un basto Casano contra el fondo de los grandes paredo ril.
va de vestido talar y labia convincente.
nes de San Francisco, La Merced no es que se negara a huscar las El doctor Espejo Desarrolla florida to Domingo o buscando el aire abierto, cualidades de la belleza. Su misma para refrescar en su frente la fatiga de grande aspiración fué la de volverse, en nio médico. La variolosa des la lectura, en caminata a lo largo de la el tiempo y en la obra, un espíritu bello. truye la hermosura femenil ese don Alameda, entonces amplio potrero cuya Pero ei inencontrable contor precioso emanado de las manos de un nota uniforme rompía el monótono tono chado estuvo como alejándole de la fá Ser perfectísimo. como afirma recorde esmeralda opaca con el ojo de la la cil hermosura a la que llegan con la dando a los ascéticos a los filósofos gunilla, abrevadero o alberca. satisfacen cual se los espíritus confor para concluir en la certeza de que las Iría retorciendo en las construcciones Cantaba en interior, un anhelo incontras son en quienes se rementales de su prosa densa y circular voces, un tratan las de motivos epigramáticos o perfecciones de Dios. Patable de libertad y, desprendiéndose períodos récele al doctor Espejo de segura fortuoratoria sobre los descubrimientos los asideros singulares quería consagrar na ese conjunto atrayente de la belleza científicos de la época, sobre las artes y el individualista amor de samor de la beileza no física, aun cuando la mujer careciese de las letras. Con una sonrisa dudosa cohubiera podido encontrarle en plenitud rrespondería a la venia del criollo y en las prendas mentales, con noble agraome ia absorción elegíaca de do al trato común. Por tal, señalando equidistante contrapeso, su atediado diMusset el efecto del arado varioloso, prominenvagar sin pleno amor de complacencias o para la deliciosa cantilena, en vida y cias, desigualdades, hoyos, cicatrices, y su esperanza esencial, estrujada de tomuerte intercambiadas perpetuas de dos los desencantos, elevaríase en ocauna dulce Laura que fuera resumen y plantea, sin proponerse ciertamente, sin sospecharlo, una definición inmatura de siones como con fuerza de ariete, afilánesencia de las visiones más sublimadas.
la fealdad. Pero el modo de la obserdose en otras como aguijón para hincar Editre dos aprecios polarizados de la vación clínica no excluye uno que otro en la indolencia del tiempo y buscando, estética, su devenir autóctono no maren las demás, la gestación del fermento, caría la suerte del predestinado para pavuelo contenido de poética frase, coma cuando se refiere a la razón del lamenque ha de romper el vaso para derra garse de una sola y absoluta de las dimarse en burbujas de gracia de madura chas del mundo. Anhelo hiperbólico el to de las mujeres por la pérdida de su belleza en el fuego de las enfermeda alegría.
uno y descubrimiento, el otro, de lo disdes o en la nieve de los años. De la Desprenderíase de una ventanilla in forme o desintegrado, del desequilibrio clinada casi como un oído al camino el metáfora primaria y en obedecimiento a la realización que propósito y ia misión que le fué inseparable, explora acorde contagioso de un fandango y se tradujo en la voluntad satírica de sus el campo páginas.
pese al reclamo de la gloria efímera pela sociedad, considerando ro picante y dicharachera de una noche, Hubicra querido adornar su terco alque para las adoraciones civiles del amor cázar haciéndolo jubiloso y magnífico pasaría el indio quiteño, orgulloso de su de belleza del cual se ocupa el demonio de terca soledad, apagando en la entraña para el advenimiento de la belleza corlas viruelas y como hasta para la vida el naciente deseo y mordiendo el la porizada. Pero de su pudor o de su ti sim bio la vocal de se levantaba entonces el designio de seguirse la máxima de Habráse rozado, alguna vez, con el de vencer los otros, de utilizarse Santa Teresa, ha de reclamarse de las Canónigo de luciente lindumentaria el en el concierto, de ofrecerse. Tampoco mujeres la hermosura cual marchaba de visita hacia la casa dejaría de sospechar que las experienla vanidad del hombre o el alintamiento de sus percepciones volviede pro. habrále sonreído el negro cias íntimas resuenan al cabo en ecos csclavillo portador del quitasol de su difundidos y comunes, cuando se ha poSeñoría, enseñando en el rostro de noron de temática morosidad el aprecio de dido dar con el acento en el cual se rela belleza femenina, aun cuando conozcan en che cerrada, la llama picaresca de la sí mismas las voces que llecong guen con igual sentido o con idéntica boca y el blanco igual de las córneas en mayor parte de los casos, el instintivo revelarse del esteta meticuloso diera, los ojos vivaces.
queja. Mas sin ser suya la fortuna de trazar la historia de un alma, lejano del por fin, con todas las fuerzas de su esNi llegaría tampoco al saloncillo disafinamiento de la lírica, pertenecíale la tatismo contemplador en la forma de puesto en ingenua elegancia y apretado pluma de puntoso acero para el irregulares contornos, pero de armonía ensayo de virtud, en donde la cristalería del sistemático o desparramado entre la ingraciosa, la cual se le presentara dc rcclave, herida por los dedos de una crio finitud de teorías y de hipótesis y llapente, para ser admitida sin examen.
lla, hallaba los giros de la contradanza mábale, con terco ademán, la musa ecApartándose de su dictamen médico, para el paso airoso del chapetón y de su de la verdad detrás de la cual ha vuelto, solo por un momento, el tosnovia. Aquel, figura de blanco mate, su tro hacia la hermosura, estimándola desdaría una gota de sangre de lapizlázuli. desdén, el alfa griega del comienzo, to de luego en el radio de la existencia sEl, de oscuro barro, podría solamente no exagerado de Menandro y de Aris cial, condoliéndose de las mujeres feas ofrendar, bajo el estoque del rival, el ru tófanes y la omega de las que quieren pagar, ilusas, el tributo de bí diluído de su sangre. aun cuanpor su imperfección, abandonándose por do se hiciese llamar de Apestegui y Pe el unánime del los caminos más vergonzosos y sin per rochena sería delatado en el fulgor za Una vez escribe brevísimo ensayo der de vista, por estas apuntaciones, al cerca de la hermosura en las Reflexiones sobre el el método pres ALBERTAZZI AVENDAÑO servar al pueblo de las puesto por don Francisco Gil, cirujano ROGELIO SOTELA del Real Monasterio de San Lorenzo, ABOGADO páginas dedicadas al Marqués de la SoABOGADO nora. No están allí la metafísica de SAN JOSE, COSTA RICA Platón ni la mensura aristotélica, pero NOTARIO ni siquiera la la divagación poética y me ditadora de nuestro Montalvo, al seña Oficina: Pasaje Dent OFICINA: 75 vs. Oeste Botica Francesa lar, en áurea frase la relatividad de la TELEFONO No. 3090 belleza de acuerdo con el gusto de las TELEPONOS: razas y al detenerse en la fatalidad de la hermosura y en los rasgos de la inCasa de habitación, Teléfono No. 2208 marchitable belleza del alma, describienen burla.
midez se para de del rostro.
Es la caduceo.
mécolas viruelas pro seguro de ni OMICINA No. 3726. HABITACIÓN No. 0188