242 JREPERTORIO AMERICANO dad y CO.
indio. tai diga don Juan. como le llamaba cuan países y gentes, en sus anécdotas bio do una expresión antigua, la región de do andaba en la tierra, porque para mí, gráficas, y sobre todo, en las ocasiones las madres. después está el período señores, don Juan no ha muerto. de su contacto personal con la multi heroico de conquista y colonización, Parecíame que don Juan habría de tud de sus compatriotas.
cuando las ciudades fueron fundadas, y aparecer, como otras veces, de entre los Alli veríamos cómo en él se juntó de árboles, con su claro jaquet desprendila génesis sangrienta de la nacionalidad, manera un poco desconcertante, la tó cuando se definen sus límites geográtido, flotante el faldón como ala de pája nica de su sensibilidad castiza, que le cos y sus ideales políticos; y, por fin, ro que emprende su vuelo; y parecíame vino de su origen español, y una nueva que había de ver otra vez su cabeza de Uruguay entra en su organización tonalidad profundamente americana, constitucional, con la fundación de su lineas reciamente escultóricas y en ella marcada por cierto rasgo genuino que conciencia política dentro de las normas sus ojos montuosos, relampagueantes lo distingue también de otras formas democráticas. En este último período, de luz espiritual, como sombra de bcs del americanismo político o estético, tal cuando el que chisporroteada de sol; y que de su país rotura sus tierras y abre como suele manifestarse en otras regio sus puertas al comercio mundial, cuanboca barbada y elocuente, nido áspero nes del continente. La diferencia con do las generaciones afinan su sensibiliy dulce, habrían de salir, como aves ca siste en que dentro de otros pueblos, y la cultura convierte a este puebio noras, sus palabras armoniosas y pater por ejemplo Méjico, o el Perú, las en uno de los modelos de América; cn nales.
razas indígenas han influido en la for este período posterior al año 1855, es Pero don Juan no apareció esa tarde, mación étnica o la tradición autóctona cuando se se desenvuelve la vida de este y nadie respondió desde adentro. hd subsistido corporizada en la piedra gran uruguayo. Así va él creciendo junUna persona del barrio vino a decir de monumentos milenarios. Pero en el me: Señor, la familia está en la ciuto con su país, y cuando ya ha crecido, Uruguay, las cosas pasaron de otro mo se transfigura en el bardo que evoca dad. y por ella supe en dónde estabafi do, y la influencia americana le vino a aquellos tiempos pasados de la civilizalos hijos enlutados.
don Juan directamente del medio físi ción nacional en todos sus períodos anVine a esa otra casa y los encontré El es un hombre sumergido en el teriores, para ser, finalmente, el profeta a todos reunidos como cuando el presi paisaje natal como los indios, que perci que anuncia su destino.
día la reunión, y al ver estampados los bían el rumor de las florestas y parerasgos paternos en la fisonomía de ca cían entender las voces inarticuladas de Parece también que en la biografía da uno, y al sentir vibrar armoniosalas florestas y los ríos. El es también de don Juan, el azar haya dispuesto bas mente un eco de su espíritu en el cora como el gaucho (indio a su modo. que cosas de tal modo que sus experiencias zón de todos ellos, y al percibir la so escuchaba igualmente las voces de la fueran preparando su espíritu para la lemne resignación con que allí se le re tierra cuando ponía el oído junto al sue obra coherente que realizó.
cordaba, como si aún viviera, compren lo para percibir el galope lejano que indi lo que antes os dije: que don juan dica el peligro. Así don Juan oyó las ¿Por qué se educó don Juan en una no había muert2.
voces de su tierra; y en este sentidociudad argentina. Por qué cuando el sufrió las vicisitudes de las guerras ciY ahora vuelvo nuevamente a encon sólo en este sentid. él es también un trarme como en el seno de la familia viles, buscó refugio en Buenos Aires?
de don Juan, esta vez más crecida. Yo Un indio uruguayo por su intimidad ¿Por qué pasó después a Chile. Por he oído que a sus 33 descendientes les qué residió luego en España. Por qué mística con la tierra natal, aunque un fué a ver en Italia y Francia, la cuna llaman aquí los 33 Orientales.
indio de origen español.
de la civilización latina? En esos viajes como de aquel semillero de 33 orienta En la casa de Punta Carreta, que con les ha salido la patria de hoy, aquella tan sobrado motivo ha de convertirse en completó su iniciación, porque fué destifamilia doméstica parece haber crecido no de don Juan el mantener, en medio monumento nacional, se ha colocado lo de la renovación cosmopolita y del traen la familia cívica que hoy me escu que fué blasón de sus antepasados en cha, pues, todos los que aquí están reubajo febril de los últimos años, la meEspaña y y eso se ha puesto allí sin va moria de las civilizaciones progenitonas nidos, y los que desde lejanos lugares idad, sin rendir culto a lo que en to lo y de los pueblos fraternales. El recordel país escuchan en este momento mi eso puede haber de frívolo de muerto. este pueblo uruguayo que su es palabra, son también hijos espirituales Ese escudo tiene un más alto y vivien tirpe venía de las grandes fuentes azude don Juan; y es a tal personaje, for te significado, porque en ese blasón hay les del Mediterráneo, a través de la Esjador de patria, modelador de la conuna leyenda que dice: Celar se debe ciencia nacional, intérprete de sus trapaña materna, y que todos los pueblos la vida de tal suerte que viva quede que hoy nos ufanamos con el nombre diciones y promotor de sus esperanzas, la muerte. Cuando he sabido so, me de naciones independientes en Améquien yo quiero evocar en la confe ha he rencia de esta tarde.
puesto a pensar si acaso en esa divi rica, no somos sino ramas del mismo sa que los antepasados adoptaron, no cs árbol secular. El enseñó que en una tá como prefigurado el destino de don u otra banda del río encontraríamos, en Si yo tuviera tiempo en medio de las Juan el hombre y si acaso en ese reto el subsuelo, los fundamentos de la armuchas obligaciones que me embargan, ño americano de una progenie española, gentinidad comin; y que en esta verescribiría un libro sobre don Juan, Co no se realizó el milagro admirable de un tiente continental de las pampas o al mo no puedo escribirlo, me consolaré hidalgo que sólo por lucidez. inte otro lado de los Andes, en Chile, tamcon la ilusión de hablaros sobre cómo lectual, sino también por norma de dis bién encontraríamos, en el subsuelo hispodría ser ese libro, que alguien ha de ciplina moral, hizo de su vida una obra tórico, los fundamentos comunes de la escribit; y desearía que algún joven de de arte, creando así un módulo arque.
americanidad. Don Juan pudo así, por la nueva generación uruguaya fuera el típico para su pueblo. Por eso al ha su origen, por su cuna, por su educapredestinado para escribirlo, siquiera blar de él, lo hacemos hoy como si aun ción, por su genealogía, por el itinerapara demostrar que en esta selva huma viviera, porque según la divisa atávica, rio de sus viajes y por sus anécdotas na del pueblo uruguayo circula aún la él celó su vida de tal suerte, que vive biográficas, lograr las aptitudes y expesavia antigua en la eclosión de sus nue en la muerte.
riencias que lo convirtieron, al llegar la vas primaveras.
Este hombre cuya vida se desliza en madurez, en poeta y maestro de la naDividiría yo ese libro en seis partes: tre la mitad del siglo anterior y lo que cionalidad uruguaya.
la primera se titularía El hombre. la va corriendo del presente, nos ofrece segunda, El poeta. la tercera, El his el sincronismo de su biografía con el Tal es el hombre. Pero si el hombre toriador. la cuarta, El orador. la desenvolvimiento constitucional de su es así para vosotros, compatriotas de él, quinta, El maestro. la última, LI pueblo. En la evolución nacional, prime no olvidemos que para los hombres de profeta.
To está la época prehistórica de este las demás naciones, es también un caso En la primera mostraríamos la figu Uruguay anterior a los españoles, ten acabado de lo que antes dije: de homra carnal de este hombre en sus oríge que las visiones son confusas y las bre que somete los instintos a normas nes, en su educación, en su profesión, ces apenas se perciben; región en que espirituales, haciendo de la vida una en su vocación, en la formación de su los historiadores parecen vagar por lo obra de arte, porque señores, la moral cultura, en sus itinerarios a través de que don Juan mismo llamaba, repitien vivida es también una forma estética.
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