una lleva lente.
la vida.
vervantes. Cuando elección; las cían ser 10 una va verNadie conoce esta te Petecidas.
1264 REPERTORIO AMERICANO. Se han comenzado a publicar HABLANDO DE CERVANTES que entramos, sin saberlo, en el unos primorosos folletos de difondo de la cuestión. Se ha dicho vulgación del Quijote. En el Su actitud verdadera rendido por los años y por las primero se publica un breve, decepciones. Eso indicia ya ciersencillo, claro, preciso ensayo de Por AZORIN to estado de ánimo. En efecto, don Francisco Rodríguez Marín.
es de Miguel viejo de quien se De La Libertad. Madrid El trabajo del maestro es excetrata; de Miguel a los sesenta Sabemos, leyéndolo, lo años; de Miguel desengañado de que, en resumen, necesitamos saber de Cervantes y de su obra. Se Da Miguel desengañado quiere mucho a Cervantes de vida, querido presidente?
la en España? Existen actualmen¿Acaso Miguel llegó a estar nute dos Sociedades cervantinas: ca desengañado. No tuvo siempor título Los Amigos pre esa ingenuidad noble, de Cervantes; la otra se titula confianza infantil, esa espontaesa Los Amigos de Miguel. Es casi neidad cautivadora desconocida esta última; la comniños y las mujeres y que le haora que tienen los ponen sólo siete admiradores de que era. Estamos en pleno asuntocante se cubre por observó Paco Helices. Precise vacantes son muy mos, ante todo, la actitud física, y se material; tenemos a Miguel sen lecta Asociación. No celebra sus tado en aquella silla del rincón.
sesiones con motivo de fechas yo os digo. cuál es señaladas en la vida de Miguel, dadera actitud?
ni de efemérides notables, de Su actitud en el continen casos singulares. Cuando le plate todo, en la faz, en los ojos, en ce un día al mes, y dor donde le los labios, en los brazos, en las place, en algún lugar cervantipiernas?
no, la Sociedad se reune. Char Exactamente, puesto que su lan los amigos de Miguel sose actitud física ha de reflejar fielgadamente; discuten sin ardimente su personalidad espiritual, miento; tal vez se lee algún traSu actitud física nos expresara bajo que no pasa de seis u ocho el estado de su espíritu, sus escuartillas. eso es todo. En Alcalá de peranzas, sus desengaños, sus Henares, en Esquivias, alegrías, sus dolores.
en El Toboso, en Valladolid, en. La actitud no puede ser, en Castro del Río, en Sevilla, en Miguel, más que la de un par Madrid mismo celebra sus sesio; nes esta sucinta Sociedad. La fecto reposo, una perfecta sere Cervantes nidad. última se celebró en Alcalá de Henares. Al saber Cervantes, en Talla policromada esculpidopory Pero. serenidad sin dejo de amargura. Sin sabor de sarcas los Campos Elíseos, que esa ser mo. Sin arrequives de ironía?
sión se iba a celebrar, decidió por qué sarcasmo, ironía presenciarla. Estaba Miguel en compa cina de campana. Era invierno. En e!
y amargura? Miguel era un hombre exñia su habitual compañía de fray Luis hogar ardía una confortadora lumbrara tremadamente bondadoso. La vida le de Granada y de Garcilaso. Los tres, da. En la casa sólo había una mujer an había vencido, es cierto; pero la bondad fray Luis, Garcilaso y Cervantes, son ciana que andaba de un lado para otro, de su corazón le los escritores clásicos que más hondo trajinando en los menesteres domésticos. seren. dad. inalterable.
han sentido.
Fueron bien acogidos. Se sentaron (ren Además, señores. es que cuando. Vas a hacer una asomada por el te al fuego, y Paco Helices, el fino y se ha perdido ya toda esperanza, cuan mundo. preguntó fray Luis, sensitivo poeta, presidente de la Socie do no se espera ya nada de nadie, no dad, dijo: se tiene, siendo inteligente, como lo era. en qué forma te vas a presen Señores: ábrese la sesión. El tema Miguel, una suave, delicada, inefabie intar? interrogó Garcilaso.
de hoy va a ser interesante. Nos halladiferencia por el mundo y por las cosas, Miguel, sonriendo, contestó: mos en una casa rústica; lo mismo pueque nos coloca por encima de toda paTenemos los moradores de los Camsión, de la ironía, del sarcasmo, del desde ser de hace veinte años que de hace pos Elíseos, bien lo sabéis, la facultad pecho, de la envidia, de la ambición?
cuatro siglos. La componen paredes ro de poder visitar la tierra. Podemos ha. Exacto, exacto. exclamó Pace lielices Nos vamos acercando cernos visibles y podemos, invisibles, jizas y desnudas. la cocina es una pasar inadvertidos. Haré yo las dos cosas; cocina perenne. Perdurarán en Castilla lución del problema. Ese es Miguel. Ese me verán y no me verán. Seré visible estas cocinas en tanto que haya fuego. es el Miguel que tenemos ahí, sentado, Figurémonos que Miguel, nuestro ami en actitud de y seré invisible. en cuanto al atavio, ma go, ha dado un paseo por la campiña y ¿qué atavío voy a llevar sino el que, ha entrado en esta casa a reposar un Es que Miguel no tenía conciencia proporcionalmente, con arreglo al tiemde su valer? No supo él lo que había po, pero según mi fortuna cuando vivía, poco. Lo tenemos allí, en aquel rincón, hecho al escribir el Quijote. sentado en una silla de pino con asienine corresponde en los días actuales. Lo supo; tenía conciencia de su vato de esparto. Cuál es, señores, la acler; sabía él que sin el prestigio de titud de Miguel. Cuál es su actitud otros, sin el renombre entre los cultos verdadera?
de que gozaban otros, él valía más que Los amigos de Miguel marcharon a Entendámonos dijo otro de los esos otros.
Alcalá de Henares. Dieron un paseo por amigos. Se trata de Miguel joveno. no habría amargura en su ac.
los alrededores de la ciudad, y como vie de Miguel viejo. Es Miguel, animoso, titud?
ran una casita campesina, en ella se o es Miguel, rendido por la pesadumbre. por qué amargura? Precisamenmetieron. La casa era mitad venta y de los años y las decepciones?
te esa conciencia de su valer era lo que mitad masada. Tenía una anchurosa co Creo volvió a decir el presidente(Pasa a la página 267)
hacía conservar una la so ravillosa serenidenso profundo, de