Bourgeoisie

REPERTORIO AMERICANO Joaquín Edwards Bello den vivir.
receta Apolo, la oreja demás Por GABRIELA MISTRAL Colaboración. Madrid, junio de 1934 Hace años que la presencia y la chileel terrible porcentaje, desesperado de nidad de Edwards Bello no nos conforser lo que es y decidido a re crearse estan en París o en Madrid y que nos falta pañol; el cuasi blanco vive menos preosu conversación coloreada, tal vez la más cupado de la ecuación, se la acepta y criolla entre las que hemos disfrutado, hasta se la mima. El blanco total, criacon la de Ventura García Calderón. Hace seis o siete años que no repasamos do en tierra de América, y que participa nuestra América con el americanísimo, de la americanidad solamente en paisaje y costumbre (y basta, y basta) ese fojeando sucesos, personas y libros.
suele hacer un bello alarde de solidariHay hombres que pueden ir y venir dad racial y libre del complejo y los por los continentes o que pueden en solar nativo leyéndose las novedades abierto que es hombre de allá, criatura literarias extranjeras de cada correo sin americana. Existen, naturalmente, los ue la lengua que hablan se les estropee blancos envalentonados de la venazón sin que la costumbre en que nacieron clara del brazo y de otras venazones prose les rroa de los muchos ácidos que blemáticas e interiores, pero afirmo la se trac el cosmopolitismo. Parece que la deslealtad sin superlativo del mestizo al raza los dió subrayados o que los hizo aborigen.
con un designio especial, poniendo en su fórmula el repertorio de sus esencias, DESCRIPCION NARRACION sin que le falte una sola. Son la Edwards Bello domina en pleno los completa. Los demás cogemos un ma dos hemisferios del escritor, la descrip nojo de atributos o una que otra virtud ción y la narración; posee la mirada efisolitaria y con eso y sobre eso trabajaJoaquín Edwards Bello caz y la fantasía batidora; el demiurgo mos sacándole los recursos posibles que nos hace le labró el ojo recogedor y here they thing desu pais; Kan recibido Aristocracia treten, Germania do sin desbrozar. por el otro que está más adentro y que es de éi la cierto coplo iniciático de su secreto racial, el silbo mágico cierto desenfado viril con que escribió de burguesía la serpiente en en sus de por el cual la tierra (la por JOAQUIN EDWARDS BELLO muy chileno que había en su escritura serpiente) traspasaba su secreto. Los tan vivaz como su charla. Le han hecho parecemos gentes informadas del Envio del autor. Santiago, Chile negocio racial; ellos son la gestión rareparos algunos que padecen su perfecA Chile vino gente aristocrática en pecomo un reuma o como cial misma.
queña escala, y sin embargo no existen en la una tortura de cuenta gotas. Esos Como la misla esponja que la sal satura. alta sociedad las características del aristomos lo han leído con placer para que dccía Rubén, ellos han vivido la cascrata. Se diria que el ambiente, el clima, las prosa es de las más placenteras entre ta en atmósfera, en orografía sensible y costumbres, diluyeron los caracteres europeos.
en abismo abisal. Saben mucho, y no las que tenemos, de aquellas prosas de Lo misino que los frutos vegetales, el hombre que viene de la averiguación cambia en el trasplante.
como a la corriente, sin examinarla mu. documentada, sino del saber verdadero, Lo que sí hay son dos clases: ricos y pocho, sin la pedanteria que es una como experiencia visceral de estropearse con Los pobres, suelen ser más morenos la raza: ellos forman su entraña y le han la dicha buena, y que ya escasea, de que por cuanto son más antiguos en el pafs y se vivido las emociones superiores como han identificado con el clima y el aborigen.
nos cuenten con soltura y nos describan vitalmente, a puñados de color y de las inferiores, y son los verdaderos hijos Los ricos son más blancos, esto es, más europeos; lo que llamamos aristocracia son esos forma. El ha sido fiel a sus virtudes rezumados del tejido materno.
europeos que van llegando y y aunque después ha embriEl libro de Edwards Bello que llegu sar la sociedad. Claro que hay ricos negros dado el período y celado el concepto, esde Chile será siempre, por esto, un cua y pobres blancos, excepción a la regia gene te últinto libro, Valparaíso, la ciudad del jarón de nuestra sangre, a veces trágica, ral. Los ricos forman un propugnaculo, nun viento, es buen hermano de La muerte de en las revoluciones, a veces idílica, en la ca de apellidos ni de sangre, sino de intereses Vanderbilt.
infancia; valdrá por un y de credos. Cualquier hombre inteligentē es una acaparado por la clase alta, siempre que pacEntre novela y novela Edwards Bello regreso a la tierra en la recolección de borroneadas te con sus ideas.
ha hecho veinte años un periodismo féry pondrá a hervir los sentidos en un tacto, una vista Lo que aquí llamamos aristocracia podrá til que algunos llaman el mejor de Chiserlo para nosotros; en ningún caso equivale le. Me lo leo tardíamente en esta para y un olfateo resucitador de las realidaa la aristocracia de Europa. Podemos llamar cela, da carencia de la cródes aristocrata a cualquier descendiente de un pa nica nacional, salida de su mano, como Creen algunos racistas que nos están dre de la patria de 1810, poseedor de apelli un desnutrimiento de lo chileno.
brotando que basta llamarse Pérez do historico, hacienda en el campo y casa en Las antipatías más comunes de EdGonzález para ser un americano y sa la Alameda. Examinados comparativamen wards Bello en su solar que no en el berse bien y decir cabalmente los aires, te, los señores hacendados, integrando estas continente se las las ganan mejor que sus los limos y la criatura criolla. Este ame condiciones, constituyen una burguesía; nun obras. las cualidades de su carácter.
ricano les contestaría irónicamente con ca una aristocracia. Al escribir esto no alen Hijo más reprendedor de su padre no lo su Edwards tamos pretensiones de denigrar, sino de esy les presentaría un hetablecer bechos incontestables. El conocinació a nuestro viejo Chile satisfecho y cho sutil que entra en el misterio de miento de verdaderas sociedades aristocrátisentado en sus prestigios, sentado como las razas. Yo me tengo aprendido que cas subraya la idea de que en América no de marroquí y de el mongolismo o la indianidad nuestra, a existe tal cosa, sino burguesía, u oligarquía, caoba hermosa; sentado y asentado con menor dosis, más fuerte. El cuas cuasi indien su sentido etimológico.
cierta dignidad y no poquita soberbia.
gena con un ochenta por ciento de Asia Fascinante era, sin duda, esa aristocracia, El marroquí se avejentó deslustrándose; en el cuerpo, vive ochándose atrás, como que vimos en los tiempos de nuestra adoles. la caoba comenzaba a criar comejenes.
se aparta la guedeja sucia de la frente. Pasa a la página 10)
Lo decían algunos pocos se lo creían.
ción del saber bres.
enue sin ce rumia de imágenes y me duele en una butaca buen