Communism

54 REPERTORIO AMERICANO ta. Protesto y no registraré esas ra: de sus parientes no se halla internado Todo ha sido inútil, hasta para usted.
labras en el proceso.
en un manicomio. El aprendiz de juez abandona la sa(Da un golpe de puño sobre la me (Inclinándose ante el testigo. la. Se callan los cantos. sa. En el acto, una treintena de voccs. Yo quiero salvarlo. Ayúdeme!
El juez (buscando en vano las pala: fuera de la sala entonan el himno Horst El testigo. No puedo.
bras. Usted debería enseguida. Us Wessel. El juez. Usted es de origen alemán.
ted deberá al instante.
El juez (haciéndose el distraído lee el Póngase por lo tanto del buen lado. Es (Sale. La puerta se cierra detrás de expedicnte, en tanto que se escucha el él)
el resurgimiento nacional.
canto. Luego, habla con mayor ternu El testigo. Viva la revolución so(El juez se lleva las manos a la cara que antes. Usted dice que el agen cial!
beza. Súbitamente se sobresalta. Acaba te tenía los brazos cruzados. Pero la El juez. Condenado. de oir un grito y el ruido que produce bala vino del interior donde se encon la caída de un cuerpo. Sin inmutarse en su asiento, habla traban los comunistas?
El juez. Ese no volverá más. Ven con frialdad.
El testigo. El agente fué herido en drá mucho más tarde? Vendrá con otros Estoy obligado a arrestarlo.
el corazón por alguien colocado delante hombres. Con miles de otros hombres!
de él. El no llegó siquiera a ver su El aprendiz de juez (colocándose ei ¡Con innumerables testigos. Innumerasangre. Instantes después que se le quimonóculo. Bastante tarde, señor juez. bles testigos. taron las ropas, desapareció su revól ver. Así son tratados los antiguos funcionarios de la República, señor juez.
DEMENCIA AMERICANA El aprendiz de juez. Soy yo quien El inútil crimen del Chaco podría decir eso.
El juez. palideciendo horriblemenPor CAMILO BARCIA TRELLES te. Orden, testigo! El agente no De La Libertad, Madrid fué el único en ser uerto. También cayó un jefe de las tropas de asalto, La lucha en el Chaco es particular No fueron hilvanadas por nosotros Maikowsky. Esa bala no pudo llegar de mente despiadada y feroz; los soldados las palabras que anteceden; tampoco la calle. Partió de la sala.
se baten en la selva, lejos de los cenEl testigo. Lo lamento, señor juez. tros de aprovisionamiento, bajo un clihan sido redactadas por un detractor de la guerra y destinadas a herir la conLos comunistas emprendieron la fuga ma muy duro. Los servicios sanitarios ciencia de los hombres de buena volunpor el otro lado. Maikowsky, por lo son insuficientes; la escasez de medios tanto, fué muerto por sus propios hom tad; ni se trata de pinceladas sombrías para dotarlos en relación a la importan dictadas por el pesimismo. Son sencibres. Era detestado por ellos, cia de los contingentes hacen que en llamente copia literal tomada infor El aprendiz de juez (agitándose en su fermos y heridos no puedan ser siemr me que la Comisión del Chaco ha pre asiento y gritando. El acabóse!
pre atendidos en forma que se quisiera. sentado al Consejo de la Sociedad de (Fuera, se oyen más fuertes que nun Mientras en el frente la lucha continúa, Naciones; un documento diplomático, en ca las voces que entonan el Horst Wesla población civil siente sus efectos, y suma, inevitablemente frío y meditado.
sel. el proceso de empobrecimiento general De ahí la gravedad de lo aseverado. Los El juez (adelantándose con gesto de se realiza a costa de ambos en hombre que quiere hacerse entender. que integran esa Comisión, a su regreso ¿Pretende el testigo haber visto todo tre perspectivas cada vez más de América, no pueden soslayar la im La juventud está en las trincheras; las presión de dolor que traen después de eso? En ese caso, sería lo mejor, por Upiversidades cerradas. Basta usted mismo, que se hiciera examinar pensar en un desplazamiento bien intencionado y qué grado ambas naciones se hallan ne hasta el presente inútil.
por un médico alienista.
cesitadas del concurso de esa juventud, Estamos situados ante un crimen inEl testigo. Hágase declarar al jefe que es, en un país como en el otro, el ternacional, un crimen doblemente conde las secciones de asalto llamado Halen, elemento con el cual cabría realizar un denable, por ser crimen y por ser inútil.
alias gallo rojo. El nunca se atre. programa de mejoras sociales, de eduUna acción delictiva que los españoles, ve a ir sin armas y hace que todos sus cación popular, de higiene, de bienestar precisamente por nuestra situación de hombres marchen delante de él. El es el público, y recordar que buena parte de contigüidad afectiva con aquellos pue próximo a morir.
ella ha desaparecido ya, para darse blos de América, no podemos ni debe El Juez. Le exijo por última vez que cuenta hasta qué punto la guerra del mos silenciar.
reflexione. El señor aprendiz de juez no Chaco representa en ese sector del con¿Qué misterio existe en aquellas tielo ha registrado todo. Usted no tiene tinenta americano, en términos de civirras tropicales. Cómo se explica el fra más que declarar en otro sentido. Una lización, una verdadera catástrofe.
caso de las negociaciones, la inutilidad de convenciones? He aquí lo que es in teresante dilucidar, sin pasión, pero tam bién sin temor; como ha de proceder In angello cum libello Kempis. quien acusa sabiendo que encarna su condena el sentir de los hombres que En un rinconcito, con un librito, aun no han perdido totalmente la sensibilidad. El proceso dialéctico en torno al problema del Chaco arranca de 1876 un buen cigarro y una copa de y. culmina con la guerra que se inicia en junio de 1932. Entre ambas fechas, los Convenios se multiplican; citemos los más importantes: Tratado DecoudQuijarro de 1879, Tratado Aceval Tamayo de 1887, Tratado Benítez Ichaso, de 1894. Protocolo Pinilla Soler de suave. delicioso. sin iguai 1907, Protocolo Ayala Mujía de 1913.
Todos esos Convenios han sido inefiFABRICA NACIONAL DE LICORES San José, Costa Rica caces; lo demuestra el hecho de que, co mo colofón de los mismos, ha estalla do la guerra. Es que por su complejidad puebmbrias.
Anis Imperial