REPERTORIO AMERICANO mar era gráficas. imaginadada por grandes espa SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXVIII Šan José, Costa Rica 1934 Sábado 20 de Enero Núm. Año XV. No. 667 SUMARIO Breve historia de mis opiniones (1). forge Santayana Al recordar Delmira Agustin.
Luis Scarzolo Travieso Otra vez con Eremburt y ru libro Espaha RepúVersioned Inéditas de Heredia. Ismael Enrique Arciniegas blica de Trabajadores. Juan del Camino Emilio Roig de Leuchsenring Palique.
Denunión.
Ismael Enrique Arginiegas Miguel de Unamuno.
Noticia de libros.
Cartas al amico. Viva la República. José Ortega y Gassel Tablero.
La necesaria experiencia del orror José Ortega y Gassel El dolor de escribir. último libro de Manuel Ugarte. Alejandro Sux De Sur. Buenos Aires, Rep. Argentina. Traducción de Antonio Marichalar. Cómo un muchacho, nacido en No habían caído, pues, como tan España, de padres españoles, llegó tas veces sucede, en cerebro vacío, a ser educado en Boston y a escrisus andanzas por ultramar, En bir en inglés? El caso de mi faaquellos tiempos el mismo milia no es frecuente. No éramos todavía inmenso y azul, y las tieemigrantes: ninguno de nosotros rras lejanas se hallaban henchidas había cambiado de patria, de class, de maravillas y de enseñanzas. Mi ni de religión; mas circunstancias había vivido desde la especiales nos habían proporcionaniñez do puntos de referencia familiar cios de interminable océano, islas en opuestas demarcaciones geococoteros, ingenuos malayos, y ahora, que casi nos he enorrt. es continentes, en los que inos extinguido (por lo menos aque pululaban esos chinos a la vez corllos de nosotros que tienen esa mer teses e industriosos, filósofos y cla) puedo afirmar que hemos deobscenos. Me acostumbré a penmostrado una especial consistencia, sar en escenas y en hábitos más dentro de nuestras complejas aliangratos para mí que los que tenía zas, combinándolas todo lo mejor torno, Mis viajes no me han que pueda permitir la lógica, y no llevado rara vez más allá de las consintiendo que el corazón rene fronteras del mundo cristiano o de Mi los convencionalismos, y principal de mente de uno a otro lado del Atestas diciones, o también como un intento lántico septentrional. Así hice treinocho años de enfocarlas de modo que se justiajetreadas travesías.
Pero en mi interior no he dejado fiquen sus orientaciones opuestas.
aunca de ver esas cosas proyecta Yo no aseguro que sea éste el oride mi sistema; en todo caso su mente vacío; o bien, hecho pedajustificación sería un problema diszos como está Polinesia en fotinto.
eos de humanidad abigarrada e e inPretendo únicamente describir, lo genua.
mejor que pueda, las influencias baLa figura de mi madre formaba jo las cuales he vivido, y dejar a la Jorge Santayana consideración del lector averiguar, mismo paisaje amplio exótico. Había vivido, durante su si le interesa, hasta qué punto mi fijuventud, en esos lugares, pero el losofía puede ser la expresión de dichas Mi padre había estudiado el país y los eco moral que resonaba en ella era muy influencias.
indígenas y habia escrito un libro, modes diferente en cierto modo. Su padre, JoTenemos, ante todo, que tender nues to pero documentado, acerca de la isla sé Borrás, nacido en Reus (Cataluña. tra mirada mucho más allá de Boston o de Mindanao. Había dado tres veces la era un discípulo de Rousseau, un impulde España, a los trópicos, casi a los an vuelta al mundo, en los veleros de aque sivo, un errabundo. Enseñó a mi madre típodas. Mi padre y el padre de mi ma lla época, y visitado ocasionalmente Indre fueron ambos funcionarios españoles el respeto hacia la razón pura la virglaterra y los Estados Unidos, dejándose tud republicana y el aborrecimiento de en las islas Filipinas. Era por los años de 1840 a 1850, mucho antes de haber impresionar fuertemente por el orden y un mundo en corrupción.
por la energía que prevalecen en esos nacido yo, pues mis padres no. casaron Allí en Manila mi madre había encar países. Sentía un profundo respeto habasta bastante adelantados en la vida, y nado, durante la época de su primer cia la grandiosidad material, sin dejar matrimonio el tipo de la gran dama. 10 hicieron en España, siendo mi madre de albergar por eso una cierta secreta criolla, mitad empaque victoriano. En ya viuia a la sazón. Pero la tradición de ironía y hasta ciertarepulsión. Tenía esos mares tropicales la austeridad se los muchos años, que mis una mentalidad incrédula y madura, padres habían vivido, por separado, en Oriente, había trueca fácilmente en indolencia: mi maadiestrada en la apreciación de otro li dre entregaba todas las mañanas a su de permanecer siempre inextinta en nues naje de virtudes; durante su juventud mayordomo indígena un peso de plata tra familia. Tanto para mi padre como acudió al estudio de un pintor profesio para que satisficiera con él las necesipara mi madre, aquellos fueron los días nal, de la escuela de Goya, y tradujo en dades de la familia y de doce sirvientes, más románticos y más felices, verso español las tragedias de Séneca. guardándose el resto en concepto de gase de nada.
filosofía.
cial puede ser considerada cope diversas tra SE ta y gen parte de ese.