REPERTORIO AMERICANO 355 Quiere Ud. buena Cerveza. 99 Tome Selecta No hay nada más agradable ni más delicioso.
Es un producto Traube Lo único veces.
la doncella jamaicana, prima del poeta, realizase su viaje al Cauca. Jamás la conoció Isaacs.
He aqui una afirmación rotunda y categórica que viene a destruir totalmente la leyenda del idilio vivido y deliciomente real.
Lo que en María aparece bien descon toques breves y anotaciones fugitivas, es el paisaje. El paisaje se halla presente en todo el libro y a lo larde sus go Una postal de la colección, la marcada con el número 138 y que muestra el conjunto de la casa situada en medio de un campo murado por un cerco de piedras brutas y destacando sus paredes blancas sobre el fondo oscuro de los montes de la cordillera, hace ver que el sitio ha debido sufrir profundas transformaciones, en su aspecto exterior. Al frente de mi ventana. dice Efrain o, si se quiere, Isaacs, los rosales y los follajes de los árboles del huerto parecían temer las primeras brisas. no hay tal huerto frente a la ventana del mozo enamorado.
que se ve es uno de esos muros bajos construídos en las haciendas con enormes pedrones redondos y sin argamaza, pues su peso y tamaño les basta para mantenerse firhes y enhiestos; a un costado los gruesos y toscos pilastrones de la portada rematados por fuertes cactus de hoja grasa y puntiaguda y su puerta de tablones horizontales; luego, un espacio desnudo y desigual, y, el centro, la casa de un solo piso sobre un sótano bajo, con su ancho profundo corredor en medio, y, en ambas extremidades, dos habitacio nes con balcón de reja mirando al horizonte lejano de la llanura, 1:abitaciones que se quiere suponer las alcobas de Efrain y María: en media galería la escalinata de piedra y en cuyos peldaños superiores solía sentarse María esperando la vuelta de su prometido.
El huerto donde la muchacha acostumbraba recoger violetas y azucenas, bañándose los pies desnudos con el rocío de la mañana, no aparece ni existe y debe suponérsele agostado y muerto por el abandono.
Lo que aparece mejor en todo esto, con datos ya precisos e incontrovertibles, son las etapas de la vida triste del escritor, triste y antargada por estrecheces injusticias.
Sabemos ya que Isaacs nació en 1837 y se casó en 1856 cuando no contaba 19 años de edad y no era todavía hombre maduro. poco muere el padre dejando las haciendas hipotecadas las cuales son puestas en remate por la inflexibilidad y la codicia de los acreedores, La familia queda pobre y el mozo tiene que buscar una ocupación para poder asegurar la subsistencia de los suyos De 1864 a 1866, mientras desempeñaba el puesto de inspector de trabajos del camino de Buenaventura, que al fin le habían dado, a orillas del dantesco Dagua, en Pureto, en casa del negro Cortico, escribió su obra inmortalafirma Cornelio Hispano.
Esta época deja en Isaacs ingratas remebranzas. Hay una época de lucha titánica en mi vida: viví como inspector del camino de Buenaventura, en los desiertos vírgenes y malsanos de la costa del Pacítico. Vivía entonces como un salvaje, a merced de las lluvias, rodeado siempre de una naturaleza hermosa, pero refractaria a toda civilización, armada de todos los reptiles venenosos, de todos los hálitos emponzoñados de la selva. se quejaba todavía en 1877.
Las penalidades, el mal clima y la separación de los suyos le obligan a buscar otras ocupaciones, y puede obtener el cargo de cónsul de Colombia en Chile, para donde parte en 1870, solo, dejando a su mujer y sus hijos en la tieaños descoloridos, de papel de oficio acerbas añoranzas, Entretanto su novela se ha abierto camino y se la lee con avidez en América. Todos los enamorados lloran las desventuras de Efrain y María y el nombre del autor cobra fama.
Al fin vuelve a su tierra y comienza a actuar como personaje secundario, pues es superintendente de instrucción.
También le encuentra de guerrero en luchas civiles y se le ve en las cámaras como diputado. De la cámara lo expulsan; pero allí hace notar por la ve. hemencia de sus discursos contra el partido conservador y sus sostenedores y animadores, los curas, Entonces éstos cobran su venganza poniendo en duda la paternidad de la obra, atribuyéndola a otros, ya a un hermano de Jorge, muerto hacía poco, a su amigo el poeta y político Julio Arboleda, también muerto.
El ambiente se le torna hostil y su situación no ha mejorado en nada, pues sigue siendo pobre y viviendo con muchas privaciones.
Vuelve a sus trabajos de explorador y ahora se pone a buscar carbón en el golfo de Urabá, en pleno trópico, sitio terriblc donde las fieras avecinan con los salvajes, la naturaleza hostil cobija menuda fauna tropical plagada de alimañas, con emanaciones pútridas, exhalaciones venenosas. se queja con acento entristecido de fracasado. Desde 1881 mi familia ha vivido en casas pobres y alquiladas, miseras a Le pesa la pobreza y busca la soledad del campo con la familia donde puede vivir a poco costo y en paz consigo mismo. En las ciudades. escribe en 1886, me ahogo, se entristece mi ánimo, amo menos a los hombres y a veces estoy propenso a despreciarlos.
Ahora sus lecturas son severas y sustanciosas. Leo a Plutarco, el último y el más amado maestro de mi vida: hojeo a veces los comentarios de César y busco a ratcs distracción en algún tomo de Macaulay.
Era, sin embargo, un hombre bueno, de espíritu generoso, de alma recta.
En 1891 se establece al fin en Ibagué, aproximándose lo más posible al amado valle natal.
Pocos años le quedan ya por vivir. Se.
siente enfermo, gastado por las enfermedades del trópico y también nostálgico, y es lo peor para él. en Ibagué se muere el 17 de abril de 1895, a los 58 años de edad, sin haber conocido ni por un momento los favores de esa deidad veleidosa y caprichosa de la fortuna.
Los homenajes, los honores y hasta las recompensas llegaron después, como siempre, porque una de las cosas cobardes y ruines de nuestras democracias mestizas es no poder soportar la superioridad de los vivos.
En 1910 se le reconocen derechos en sus exploraciones petrolíferas y, dos años después, se abonaron 30. 000 dólares e la familia. El congreso votó pensión vitalicia para la viuda, extensible a los hijos, y, por último, hasta se pagaron 000 dólares por derechos de autor para hacer la película María.
y, entre nada y esto, siquiera esto. Dios mío! Por lo menos ayudará a mantener vivo el culto del muerto en los altares de la familia.
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