BourgeoisieStrike

medo ad Marcel Proust en 1933 étre, secuela de de Proust. Per esc falible. los. Los aledafios de Resulta dificil, sumamente dificil escribir ya esto es, ahora, en 1933 acerca de Marcel Proust.
Marcel Proust es autor de una obra cualitativa y cuantitativamente insigne. Pero esta obra lleva adscrito, y no a manera de apéndice caudal, sino a modo atmósfera, un denso, un copiosisimo bagaje bibliográfico que no hay forma de eludir enteramente.
Se apunta a Proust, y sin sin eriar el tiro se da por lo común en Proust exegetas, comentadores y biógrafos tienen, huelga decir lo, enjundia proustiana. Son el desahogo suburbano de una metrópoli asaz populosa. Son escuela.
Pero no son Proust mismo. resulta enojo30 no poder arribar al corazón de la urbe sin transitar primero, y a pie forzado, por las callejas, no enteramente propias, no esencialmente genuinas, de los arrabales.
Mas hoy por hoy. habria modo de llegar al autor de Sodome et Gomorrhe por un itinerario que desconociese, por ejemplo, las hucllas de Ernst Robert Curtius, de Benjamin Cremieux, de André Gide? Resultaria infantil suponer esta posibilidad tan halagüeña. No cabe, por ende, sino avenirse a la realidad, que retrotraerse en cierto modo a la sazón, ya lejana, que nos puso en contacto con los volúmenes iniciales de ese maravilloso ciclo novelesco que se intitula la recherche du temps perdu.
De primera intención es pas mo y no entusiasmo lo que suscita Proust en sus lectores. Aunque se nog moteje de heresiarca. 9, confesaremos, holocausto a verdad, que los Pastiches et melanges de Proust que constituyen su obra menos considerable, se nos antojan dechado o maniarquetípica de su arte exquisito. El juego facsimilar de los pastiches nos seduce.
En los pastiches de mina la técnica magistral del reabsoluto ceas lingüísticas, estilísticas, estos pastiches. ungidos por una de y profunda fruición de antitesis idiomáticas, diríamos que fluyen graciosamente, sin alarde vin de la pluma ingrávida y a a la deriva del maravilloso. y estilizante. narrador.
bien: este pasmo es un pasmo complejo, donde se incluyen dos asombros de distinto linaje. Nos boquiabre de asombro la maestria del glosador sin tacha, y nos deja estupefactos la humilde tesitura que adopta, consagrándose con unción exquisita a menester tan tan pueril y subalterno. Aparentemente tan puerli y subalterno. He aquí el signo de Proust, inconfundible. Paul Valéry anota que Proust sut accommoder las puissan ces une vie in.
Mancelling obliga, REPERTORIO AMERICANO 281 térieure singuliérement riche et curieusement travaillé expresPor JUAN JOSE DOMENCHINA sion une petite société qui veut et qui doit étre, superficie De El Sol. Madrid lle. añade: Par son acte image une société superficielle est une oeuvre profonde.
Remedandosin intención burlescaun escritor eximio, que en más de una ocasión cita y auni traduce con singular desgarbo, una frase feliz e intraducible de Cocteau, diriamos que el arte do novelar, eso que se llama técnica de la narración y en donde radica el secreto a voces de la textura o integración de lo romancesco, es simple como Us.
ted lo pase bien! Hablando de Proust hay que hablar de la técn!
ca. De la técnica de Proust se ha escrito hasta la saciedad. Sin embargo, el secreto de esta esfinge sin secreto es obvio. El narrador sin escrúpulos que es el habitual prop propende a la afiagaza. La añagazą novelesca es in extramuros del arte se yergue el mercado, donde se efectúan las más onerosas transacciones. Proust no concurre a esc mercado. Ni se vale jamás, por ejemplo, del cronómetro conven.
cional para uso de novelistas holgazanes, que los más utilizan can Eso es todo. Conviene no olvidar.
1o. El narrador perezoso y ameno acorta las distancias, elude el proceso temporal y espacial del asunto, escamotea dificultades.
Va prisa. por ende, ve de e ao prisa y ve mal. Sale del amenamente. con una sintesis paso, fácil e imperfecta. Proust no se La faena casi gigantesca de poner en español la obra de Proust resigna, y no sólo por honestidad la recheche de Temps perdu cuyo titulo general no sabemos literaria, sino también por impepor qué se ha perdido en la versión castellana, acometida por Perativo de su vocación, a malograr dro Salinas, la continua José Maria Quiroga Pla, por El munoa sigilar ni el más mínimo mado de Guermantes. del que ahora aparece la segunda parte. Si tiz de lenguaje ni el hallazgo esbien en el primer volumen. Du cote de chez Swann (en espafiol, piritual de esencia más efimera Por el camino de Swann. está implícita toda la obra, los difee inaprehensible.
rentes temas proustianos van surgiendo sucesivamente, como las voLa tecnica de Proust es traspaces de una fuga, cada una de las cuales, después de oirse sola en rente y lúcida. lo largo de todo su particular desarrollo, se entremezcia con las anteriores en una ese ciclo novelesco que se cointrincada polifonia. De aquí que la obra de Proust tenga que bija tan significativamente bajo leerse, a modo de una partitura, siguiendo simultáneamente varios el título de la recherche du pentagramas y cuidando la vez los cambios de modo y timbre, temps perdu discurre una alilarecentes con que los temas se presentan en cada ocasión.
da y extenuante agonia de pesq Aunque ya esbozado celularmente en el primer tomo de la obra sición mnémica. La fruición del total, en esta segunda parte de El mundo de Guermantes entra, tiempo es en Proust actualización con plena sonoridad e independencia, el tema de la aristocracia, co cerebral y cordial de la are mo en Sodoma y Gomorra. que se inicia en las últimas páginas terita. Lo que hay de regusto.
del mismo volumen, toma todo su desarrollo el del homosexualismo. arqueolégico en su obra sale e la Si en los anteriores encontramos ya el snobismo de la burguesia superficie con pátina de realidad. y también en este, encarnado en el propio Proust, que en las reuañeja y lustre flamante de niones de los Guermantes sólo se divierte cuando se habla con toda sente fingido. La invención? La minucia de genealogias. en El mundo de Guermantes aparece invención en Proust, como en toel snobismo artistico e intelectual de la aristocracia, que, como la do creador genuino, es simpledicho Benjamin Cremieux, es el arma principal y un poco ridícula mente. simplemente! algo que que emplea la burguesía para rendir a cu merced la nobleza, caida o algo que suprime a la en la trampa de la snoberia. Con ello se esboza uno de los dranias realidad que actualiza y evoca.
silenciosos contenidos en la gran novela proustiana: la entrada de. Porque la novela no es, en rigor, la burguesía en el medio aristocrático, la crisis de la aristocracia un género facticio. La realidad Irancesa, estilizada o en bruto, corre a insAislado del resto de la obra, este trozo de El mundo de Guer talarse ineludiblemente en esos mantes conserva un valor sustantivo como tratado psicológicoque se suponen relatos de pura protundo y completo de cualquier gran aristocracia moribunda.
imaginación.
De Luz, Madrid)
Proust, novelista auténtico, es, festación Proust culPreciosas tara la vida prey sin duelo, de la ود Ahora bien esta