102 REPERTORIO AMERICANO Dios La montaña coronada de nieve blanca y brillante es un augusto templo del Señor; pero él es también perfume en el corazón delicado de la flor.
Por ROMULO TOVAR Colaboracion. San Jose, Costa Rica. Settembre de 1984.
Mis entrañas sonarán como harpa sobre Moab.
ISAIAS 15 Mantener el pensamiento de Dios.
Prescindir de toda idea vulgar.
Hacer que nuestro espiritu se sienta, en su pensar, claro como el dia, ferviente de gracia y harmonia como los jardines de la vida.
Ser como la selva fecunda y brillar como brilla el firmamento.
Ser como son las cosas grandes: dilatarse, crecer, iluminarse, y en un instante mistico exaltarse en la Divinidad. Donde está el hombre, Dios está.
Nuestra conciencia puede ser su presencia, si ella conquista el anhelo de ser tranquila.
Así como el cielo refleja su azul ideal en la linfa clara, así, Dios se transparenta en la luz de nuestra alma. Dios se oculta en la simiente y en el trino.
Diog palpita en la yema y en la gota de agua cristalina.
Dios es la belleza de la yerba y fina estrella en la arena.
Dios es ritmo puro en las cosas humildes de la vida. Si alguien bondadosamente quiso darte un vaso de agua o miel de su colmena o claro vino de su lagar, alégrate en tu interior, Dios habla en esa generosidad. Si a tus ojos se abre el campo florecido o el lago extiende su linfa pura y serena, no seas Indiferente a su lección.
El campo es vida, y la onda tranquila es la paz transparente del Señor. En todas las cosas encontrarás su signo.
En el ala que corta fina el aire. el aire es musical, y en el canto y en la forma y en el color.
Dios es múltiple en su expresión.
10 En el sabor delicioso de la fruta madura Dios te quiso complacer.
El es la abeja divina, el convirtió su luz en dulzura. El quiso apagar tu hambre con su miel.
11 Dios pone sobre tus hombros desnudos, el cendal de la lluvia. Tú no comprendes que él se desprende de su mejor adorno para honrar tu desnudez?
12 Dios ama a los niños: los ojos infantiles son sus lámparas.
Si camina por el reino de los sueños, lleva ojitos de niños como florecillas menudas para ver las cosas humildes y sencillas: la lusión y la fantasia de la vida.
13 Oh, Señor, si yo grito, no me responde tu abismo.
Si te de llorar, nada recoge mis lágrimas.
Si debo de sufrir, el mundo indiferente me abandona y me desprecia.
Pero si yo pronuncio tu nombre, Señor, el Universo solicito se me ofrece como un don.
14 La tempestad es una de las voces sagradas de la Divinidad; pero también los cantos del niño hablan en su nombre.
En el silencio Dios te habla: Dios habla a tu corazón.
Su voz no es ruidosa como el viento. El silencio es harmonia celestial.
Dios habla en silencio a tu pensamiento.
16 No busques impaciente el tesoro escondido para saciar tu ambición o para calmar tu egoisno.
No busques obcecado a tu enemigo para satisfacer tu venganza.
No busques los ocultos lugares de las fiestas banales para desatar tu pasión.
Busca en ti mismo, en el profundo abismo de tu ser, a Dios.
17 ¿Por qué vas ciego por los caminos del crimen y del dolor No escuches la voz de tus amigos: no cedas a sus insinuantes reclamos.
Ellos te dicen palabras de locura: ven, vamos a matar hombres. La tragedia, ha de ser tu destino. No! Sigue el ejemplo del Señor.
El es el jardinero de la Vida: él siembra el germen, el cuida la planta, él la protege contra la tempestad.
Cuando el sol alumbra con exceso, él pone su mano bondadosa sobre ella para hacerle sombra.
Mañana el germen será flor.
El es un fiel servidor de la vida.
18 Dios es el buen maestro de los hombres.
Si sufren, los embriaga de alegria.
Si se quejan, transforma Bus quejas en cantos.
Si algo reclaman el satisface todos sus ruegos. si desdeñan su suerte, si abandonan el camino de la vida y siguen el sendero de la muerte, el comienza una vez más a tejer la tela de sus destinos.
Dios es el buen maestro de los hombres.
19 No puedes ocultarte de la visión de la Divinidad. Si te pierdes, el interrogará a los abismos por tu nombre. Si naufragas, él camina sobre el mar para salvarte. si llegas a olvidarlo, él hace florecer los campos en la Primavera para conquistar otra vez tu alma.
20 Oh! Dios, escancia como un vino delicioso tu luz eterna y pura en mi espiritu.
Sea este como un vaso del altar. través de su cristal irradie tu esplendor sobre las humildes cosas de la vida. El paisaje se cristaliza en la luz vespertina.
Hay en todas las cosas una placidez grata y sensitiva. No es esta su alegria!
El paisaje es como una sonrisa de Dios. Dios no te engaña pero te fascina.
El te hace sonreir ante la alegría del nifio.
El te hace sufrir ante la inquietud o tristeza del hombre, tu hermano.
El te ofrece la maravilla de la flor, El flumina la mafiana para encantar tu alma, y nada de esto existe.
Todo está en ti: belleza y alegria y dolor.
Las cosas sirven para animar tu sensibilidad.
Dios no te engafia, pero te fascina. En la palabra buena del consejo, Dios concentra su sabiduria, como en la piedra preciosa concentra la luz del día y como su fragancia oculta en el corazón de la rosa