364 REPERTORIO AMERICANO La lección de Michel de Montaigne Notable es su distracción ante los mo brillantes que parecen desglosadas de a favor de los primeros de la secular lunumentos de ese Renacimiento italiano, los Ensayos o viñetas admirablemente cha por la primacía entablada en tiemcuyo elenco estaba ya completo en 1580, plásticas de un vallecito alemán, de la pos de Ferrando el Católico y Carlos año del viaje. El diario no dice palabra copa en cuyo fondo se halla Florencia, VIII: Como ése, muchos otros detalles.
del Guatamelatta de Donatello o los de los viñedos de la Toscana, de los oli Pero su principal interés consiste en ser frescos de Mantegna, en Padua; ni de vares próximos a Roma, fugaces antici un documento precioso sobre el propio Ticiano o Verrochio, en Venecia; ni del paciones de una literatura pictórica que Montaigne; sobre su amor de viajar pa.
Schianoia, o las estatuas de Jacobo della tardaria más de dos siglos en llegar a ra conocer y de andar a caballo para Quercia en Ferrara; ni siquiera, por ha. la perfección.
viajar; sobre ese filósofo a la jineta llarse en la calle, de la Fuente de Nep Como documento para la historia de que tar: poco responde a la imagen contuno, en Bolonia. En Florencia hay tan la civilización en Italia, Suiza y Alema vencional del escéptico de la torre; sotas cosas, que alguna tenía que metér nia, a fines del siglo xvi, el presente dia bre ese Pirrón de cuento que, a diferen.
sele por los ojos. Da el calificativo de rio es de un valor inapreciable. Sin cia del verdadero, escribió tanto y galobellas a las estatuas de Miguel Angel en que el autor haya tenido la intención de pó tantos miles de kilómetros, cuidando San Lorenzo, y a la catedral. Pero ha trazar un panorama de la situación po de sortear todos los obstáculos, en busbiéndolo tenido debajo de la nariz, se lítica de la clásica península, sus datos ca de cosas nuevas y desconocidas con le pasa inadvertido el bel San Gio. sobre cl encono de los partidos español que satisfacer su apetito de conoci.
van. que decía Dante. Santa María y francés y la respectiva posición de uno mientos Nueva, la plaza de la Señoría, Or San y otro en ese momento señalan el fin Julio Irazusta Michele, el palacio Pitti, no existen para él. En Siena visita la catedral sin reparar en los maravillosos grafitos del piso.
En Roma hace excepción a su indiferencia por el Renacimiento mayor que Envio del Autor. San José, la de sus contemporáneos, otra vez con Miguel Angel, y también con Ra.
La prosa del gran ensayista tiene, como quedó asentada su unidad polítifael. se eleva a cierto irismo evoindudablemente, el sabor de un vino añe:. ca bajo el reinado de Enrique IV. Pecando, la ciudad antigua, en cuyo sitio, jo cubado en los sótanos de un castillo ro no lo olvidemos, Montaigne buscó desierto o convertido en viñedos hasta gascón. Es prosa del siglo xvi. Difícil una lengua masculina y militar.
1845, época en que nuestro Sarmiento de gustar, pero amable al paladar cuan Siglo de las primeras luchas religiohiciera su visita, asoma por todas par do se nos acomoda en el espíritu. Leer sas en el sentido moderno: la Reforma tes la osamente gigantesca del Imperio a Montaigne en su francés simple, en por un lado y por el otro la Catolicidad, Romano.
su francés que, nostálgico, se despide Montaigne actuó en plena lucha: En el Lo que interesaba al señor de Mondel latín medioeval, es el más reconfor. Parlamento de Burdeos el ilustre castetaigne en su Viaje a Italia, por Suiza tante de los ejercicios. Faltaría algo a llano triunfó siempre. El gran canciller y Alemania. eran: la diversidad de las las lenguas romances si no hubiera exis. Michel de Hopital, desde la corte paricostumbres, los hábitos de vida de ca tido este elegante y noble discípulo de siense, lo consultaba sobre los asuntos da pueblo, las características de la plan Séneca y Plutarco. Pudo Calvino crear del día, y él le aconseja la concordia, ta humana, las conquistas del hombre la lengua francesa. Pudo vulgarizarla, porque sabía que el más hábil bueno sobre la naturaleza, los progresos de la en su hablar más erudito, Amyot: para de los políticos de su tiempo tenía como civilización. exterioridades de la reli nosotros nace el francés con Montaigne el mismo espíritu conciliatorio gión, comodidad de las habitaciones, va y Rabelais. es que el ensayista que que lo animaba. Ante la amenaza y la riedades de la alimentación, costo de la ría una lengua difícil, nerviosa, mascu destitución de Hopital, Montaigne vida, estado y seguridad de los caminos, lina y militar, breve y brusca. así calla, pero en el fondo presiente la traaspecto de los lugares, cultivos, diver. fué la suya. Además, llena de gracias. gedia. La Saint Barthélemy no lo sorsiones, galantería, etc. el trato de las ¡Ay, y qué época la suya. Tan in prende: Su corazón conoce a los hompersonas distinguidas por la posición o grata y tan dura. Cualquiera creería bres y sus reacciones ambiciosas.
el saber o el talento. sobre todo, las que no era una época para los placeres ¿No véis que era escéptico. se nos aguas medicinales, primordial objetivo de un engreimiento solitario, para refi dira. Insensatos! El escéptico no es de su viaje. La descripción de la mane nar, en un ambiente de libros, el uten más que el hombre que confronta sus ra corriente de tomarlas en cada lugar, y. silio literario contra el cual el poeta aspiraciones con el ambiente y ve que de la suya propia, del efecto de ellas Malheube y los prosistas del siglo xvii éste es más fuerte que él: La vida es sobre su salud, de sus alternativas de habrían de ganar la batalla, en la cual lucha para el escéptico y no destrucción.
cólicos y alivios, de la interminable siem quedó definido el espíritu de Francia, Sin embargo, oíd el acento del filósofo bra de cálculos renales en todo el trayecto de su viaje, ocupa la mayor parte del libro.
Mezcla de Baedeker para lo material, guía verde, propaganda de turismo medicinal, repertorio de curiosidades, rarezas y extravagancias, libro de cuenta familiar y gráfico de una enfermedad, el diario de Montaigne es de un estilo pedestre, uniforme, sin relieve, muy apro.
Enorme surtido desde piado, al asunto. La parte escrita por el 60 Cts. el rolla, en el patrón se diferencia poco de la escrita por el secretario. es en la redacción de éste donde se destacan de la grisalla.
99 habitual, como pepitas de oro entre la arena, algunas observaciones morales o imágenes de aquél, que han impresionado al amanuense, haciéndolo esmerarse TELEFONO 2888 SAN JOSE APARTADO 323 en la reproducción. Así, en medio de la monotonía de las anotaciones escuetas, surgen de vez en cuando disquisiciones norma PAPELTAPIZ 66 CICLO CLUB99 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica