EDITOR: REPERTORIO García Monge AMERICANO Suscrición mensual, C2. 00 SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Desde que Garrison fundó su Liberator no hubo paz en la Unión: cómo crecen las ideas en la tierral José Marli.
EXTERIOR (El Semestre, 50 Correos: Letra (Elano, 16. 00 am.
Giro bancario sobre Nueva York.
RINCON DE LOS NIÑOS (LECTURAS)
Romance de la madre pobre De Caras y Caretas. Buenos Alres.
Para lavar a mi niño agua de cielo quisiera, colada por los hoyitos que las estrellas abrieran.
La reina no quiso hilar, las caracolas se fueron y entre las manos del viento las nubes lluvia se hicieron.
Para peinar a mi niño peine de oro yo quisiera que entre las rocas hallara, olvidado por sirenas.
Su peine de oro y corales las sirenas no perdieron.
No te importe, niño mío, que sin nada nos quedemos.
Para camita del niño yo quiero un vellón de nubes que escarmenaran los vientos y perfumaran las flores.
Para dormirte, tu madre hará el regazo sedeño y sus dedos afilados serán peine de tu pelo.
Para criar a mi niño yo quiero de aquella leche de siete cabritas locas que apacentan en la noche.
Para cantarte, cristales tendrá tu madre en la voz y en las palabras de trino habrán arrullos de amor.
Para vestir a mi niño tela de lino gustara, hilada por blancas manos de una princesa encantada.
Sopitas de pan con leche nos comeremos los dos y un traje de suave lana te abrigará en su calor.
Dibujo de Ali Pérez Peñalba Para dormir a mi niño una canción le cantaran las caracolas marinas que trajera de las playas.
No te importe, niño mio, hallar simple realidad, que capullito de ensueño tu madre en tu alma pondrá. Niño, niñito, mi niño, no llores si tienes frío; si tienes hambre no llores; calla, calla, niño mio.
No tendremos maravillas, ni agua de cielo tendremos, ni cabritillas celestes, celestes como mi ensueño.
Marta Brunet Espejito de de infancia Trozos de la obra Espejito de infancia Ed. Cvitvra. México, 1935 Nuestra casa le daba el frente a la Ala ba con aquella dulce mirada. No se iba de alto de aquellos carros, llenos de todas las meda, y los domingos, muy engalanada, sa mi lado hasta que yo dejaba de verla, cuancosas de la casa.
lía de la mano de mi madre al paseo famodo mis ojos se cerraban y dormía.
Dionisia, mis hermanos y yo nos fuimos en so. La calzada principal la cubrían con lona un tranvía. Me sentia grande. Yo pagué y sillas a los lados. Había tanto sol que me el tren, y al recibir los boletos, con aire de cogia fuerte de su mano, porque aquella lo.
Me gusta mucho el colegio; la clase está ama dije a mis hermanos: Ya nos cambiana, que se movía, parecia sofocada como yo, llena de compañeras, les he tomado cariño. mos de casa. Repetí esto porque oſ que el y pensaba; este techo de colores se está caLa maestra, con su voz convincente, nos dijo mozo se lo decía al zapatero que remendaba. yendo sobre mi cabeza, porque el sol es tan que las hormigas son laboriosas.
nuestros zapatos. En realidad no sabía lo flojo que se está durmiendo encima, y la lo Me fui a casa, me senté en el quicio de la que decía, pero quería sentirme grande, y na se está cansando. apretaba más aquepuerta del comedor y contemplé un venero me quedé contemplando el camino, que se lla su mano de seda. ella me veía con cu de hormiguitas negras. quise saber la ver alejaba de mi vista, por la ventanilla del tren.
riosidad, dad de la maestra, y una a una de las horNunca me había dado cuenta de lo que es ¿Qué te pasa?
migas que pasaban las pegué en la punta un tranvía. Pensé:qué gusano tan gran. Nada, la lona se quiere caer.
de mi dedo y me las comi.
de y tan amarillo, y gocé porque crei ir den No, es el aire que la mece.
Confundí lo laborioso con lo sabroso.
tro de su barriga sin que me hubieran mordiSe me decía: mamá se equivoca, se nos va do sus dientes. Nuestras carcajadas se unían lo dije a la maestra y se rió de mi. Me puse en cada curva; los anillos del gusano éste a caer; y el acorde de la banda me hacia roja de vergüenza.
rodaban sobre unos rieles de plata, que eran olvidar y me hacia estremecer, y mi corazón como su baba. Qué gozo! Le diré a papá corría con las notas de la marcha.
Madre regresaba conmigo balanceándome Tenia yo un borrego blanco con unos cuerque en vez de casa quiero vivir en ese tren, en sus brazos y llevando mi cara a su boca.
nos que parecían cornetas de caza. No me que nos lleva a no sé qué parte pero que va fuerte. Mi ventana lleva metida muchos paiAquella madre mia era encantadora: tenía daba topes (que yo le llamaba coraje de bosajes que yo nunca había visto. El dolor fue ojos negros, cejas arqueadas, nariz perfecta, rrego. Recuerdo que una tarde rei como niña cuando el conductor nos apeo y mis ojos vieboca larga, donde su sonrisa era un rocío que loca cuando oſ que la escalera de madera chiron que se iba, y le grité. Señor, por qué onjugaba, mi vida y me hacía crecer sana y llaba fuerte; salí al patio y vi en los aires no se haja toda la gente! Ves, nana, yo creo tranquila; sus manos eran dos palomas blan a mi borrego y a la cocinera que caían como que reimos demasiado y el dueño del tren se cas, con las uñas color grana; aquellas ma roca del monte a la barranca. Bien; rei enojó. Ya no volveré a dar risa; seré como nos me acariciaban con una ternura que me tanto que me sentía en desmayo. El animal ese señor sin pelo que leía unos papelotes adormecia, como si la brisa me acariciara el se recogió en mis brazos y le acaricié el lomo. grandes.
cuerpo. Me dejaba en la cama y me arrulla El borrego iba con mis juguetes, en lo más Adela Formoso de Obregón Imprenta LA TRIBUNA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica