Imperialism

REPERTORIO AMERIČANO 461 Quiere Ud. buena Cerveza. 99 Tome 66 Selecta No hay nada más agradable ni más delicioso.
Es un producto Traube.
estableciera ante los Tribunales coniu.
nes la rescisión de los referidos contratos. La violación era ya cosa que corrompía al más indiferente. Sin embargo, esa rescisión no se cumplirá; porque fué encomendada a abogado que no tiene por qué echarse de enemiga a Compañía tan poderosa. Dejará pasar el tiempo. Así son de fuertes las influencias de la United Fruit Co. en los países en donde logra meterse.
No se ilusione el ecuatoriano. Vigile sus tierras y no las entregue al oro de la United Fruit Co. El bienestar que ahora pueda producirles el oro que el dueño de las hectáreas buenas para el cultivo del banano perciba mediante la venta es bienestar pasajero. También lo será el de la producción de bananos. la postre el ecuatoriano se queda sin la tierra, como simple colono de la United Fruit Co. Se queda sin el oro y un vasallo miserable de una Compañía nacida para esclavizar. Niéguele la tierra y no crea en el porvenir bananero.
Si hay engaño terrible es este de imaginar que el banano traerá bienestar a un pais. ningún país de a. América nuestra ha traído bienestar esa fruta maldita. Los grandes males nuestros residen en el poderío de la United Fruit Co. medida que ella crece disminuyen nuestras riquezas y quedamos reducidos a factoría. la factoría es cosa terrible cuando detrás de ella no hay sino la organización imperialista que nos aplasta. Piense el ecuatoriano en lo que significan después de los años vastas extensiones de tierra en poder de la United Fruit Co. tierras que ya no sirven para nada, que son eriales a donde no puede el nativo volver. Tierras malitas que explotó una Compañía de voracidail sin control. Piénselo bien el ecuatoriano y no se haga ilusiones. Le damos la experiencia de un país explotado hasta la iniquidad por la United Fruit Co. Aproveche esa experiencia y sálvese de esa plaga tan destructora como la peor plaga:que haya afligido a los pueblos. Sálvese el Ecuador de la United Fruit Co. Ciérrele paso a la con quista. Ciérreselo con valor y déle a tiempo el golpe que le haga sentir que no puede continuar metiendo la ruina en los pueblos de la América nuestra.
Juan del Ca mino Costa Rica y noviembre de 1933.
MATLAB por grienta o colgando, como trofeos macabros, de los picos rocosos; y no pocas veces el Diquís echaba al mar montones (Fantasía indígena)
de cadáveres, confundidos enemigos y amigos, y las aguas, teñidas de rojo por EUCLIDES CHACON MENDEZ la sangre de los muertos, parecían encenderse a los rayos del astro en agonía.
Envio del autor. Alajuela, Costa Rica, 1983.
Cierta vez los montañeses se hallaban MATLA en grave aprieto y la suerte de las armas parecía decidirse en favor de los contra rios, Desesperando de la victoria y cuanEl cayuco se deslizaba rápido acari Sus aguas discurren mansamente a tra.
do el combate era más feroz y todo preciado por los rizos de la espuma fosfo vés de extenso valle, pero en su origen sagiaba la derrota, uno de aquéllos, vie.
rescente. Nos hallábamos en pleno gol. se despeñan desde altas tierras, quebrafo de regreso de una cacería en la selva. das y fértiles. En este último lugar hajo guerrero y certero cazador, saltó en medio de los combatientes blandiendo Yara, entonces, era pequeña como una bitaba hace muchas lunas una tribu nu.
sin misericordia pesada maza, con la mazorca tierna de maíz, pero no temía merosa, aguerrida y riquísima. Los boal mar. Yara no fué a la montaña: es rucas, acampados en las márgenes del cual se abrió paso hasta donde se hallaba el estandarte de la tribu, y, arrebaperó en la playa con la vieja Guaré, ju Diquís que les llevaba hasta el mar o tándo! o de sus guardianes, partió con él gando con los caracoles y mojando sus les franqueaba rumbo al interior, disdiminutos pies en las espumas tibias. putaban de continuo con aquélla por la rumbo al mar. Los borucas le persiguieCarao, a popa, impulsaba fuertemente posesión de su oro que se aseguraba teron muy de ceroa, hostigándole con sus el cayuco cual le dar largos ti nían en tanta abundancia que sus tesodardos. Pero el viejo corría salvando los rones sobre las ondas. El sudor le res ros rebasaban las más panzudas tinajas, barrancos con diestra rapidez y llegó al balaba copioso por los nervudos brazos y hasta se decía que sus flechas usaban llano, fatigado y sangrientos los pies, y sobre la frente, abultada y venosa, le punteros de ese metal. Los montañeses pero libre, escapando cada vez más de caían, desgreñados por el viento, los ca tenían como estandarte de su tribu enorsus perseguidores. En el camino trope.
bellos grises. Yara, a proa, miraba la es me patena de oro macizo, grande como zó con la laguna de Sierpe. En sus oritela del cayuco perderse en la distancia la piedra de sacrificios, y que resplan. llas se vió detenido bruscamente por ca.
uniforme. Este cortaba el mar con ace decía en lo alto como un sol mañanero. recer de bote para atraversarla, mientras lerado impulso y la playa vecina avan Esto podrá darte idea de sus riquezas.
el enemigo le tocaba los talones. Por zaba amenazante. Carao, que hasta ese De todas las pendencias siempre saprimera vez el fugitivo sintió el frío del momento gurdara silencio, empeñado en lió gananciosa esta tribu, pero no por miedo invadirle las venas; pero fué un su tarea, habló así: eso el boruca, codicioso y obstinado, re instante apenas; con apresurada habili El Diquís es un ancho río del sur nunciaba a volver. De esta manera la dad amarróse con bejucos la pesada paque se echa al mar por varias bocas, guerra no tenía término. Muchos bravos tena a la espalda y echóse al agua ganoso formando una inmensa pata de gallo. jefes quedaron tendidos en la tierra san. de la otra orilla. Firmes y largas braza Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica